La búsqueda del cadáver de Marta se acorta tras el rastreo de 2.000 toneladas de basura
El operativo para tratar de localizar el cuerpo es el más grande jamás realizado en la Comunitat y la UTE del vertedero reclama 132.000 euros
by JAVIER MARTÍNEZLa búsqueda del cadáver de Marta Calvo en el macrovertedero de Dos Aguas podría finalizar en las próximas semanas. La Guardia Civil tiene previsto terminar la operación de rastreo el próximo mes de junio en el caso de que no localice antes el cuerpo de la joven.
De los cerca de 16.000 metros cúbicos de basura que comprenden la zona donde creen que se encuentran los restos humanos, faltan por rastrillar unos 4.000 metros cúbicos, un volumen de residuos que podrían desenterrar y remover antes de que comience el verano. Como ya informó LAS PROVINCIAS, la búsqueda del cadáver se reforzó el 25 de febrero con diez trabajadores contratados por la UTE que gestiona el vertedero.
Hasta ese día, cerca de un centenar de guardias civiles, la mayoría de ellos de las unidades de Seguridad Ciudadana de Valencia, Llíria, Paiporta y Sueca, se habían turnado en penosas jornadas de trabajo para rastrillar y desmenuzar los residuos.
Los agentes y los trabajadores del vertedero han rastreado ya más de 2.000 toneladas de basura. Encontrar el cadáver de Marta es la prioridad de la Guardia Civil, la familia de la joven, las acusaciones y la defensa. Todos creen que el hallazgo del cuerpo podría esclarecer el caso. Quieren arrojar luz sobre las causas de la muerte de la joven, probar el descuartizamiento o desmontar la versión del presunto asesino en serie.
Suspensiones de la búsqueda
La búsqueda del cadáver se ha suspendido varias veces por las intensas lluvias que se han registrado en la zona, el estado de alarma decretado por los crisis epidémica y también porque los guardias civiles no estaban equipados con ropa y botas adecuadas para las labores de rastreo.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia coordina el operativo de búsqueda del cuerpo desde que la investigación constató que Marta había muerto. El presunto homicida declaró que descuartizó el cadáver para meterlo en nueve bolsas y que luego las arrojó a varios contenedores en Alzira y Silla.
Tras esta horrenda confesión, los investigadores averiguaron y siguieron el itinerario de la basura, inspeccionaron las plantas de reciclaje de Guadassuar y Quart de Poblet y concluyeron que parte del cadáver habría sido enterrado en el vertedero. La Guardia Civil busca también en Dos Aguas los serruchos que el homicida asegura haber utilizado para descuartizar el cuerpo en una casa de la localidad de Manuel.
Aunque todavía falta por desenterrar y remover un gran número de toneladas de basura, la UTE del vertedero ha reclamado ya 132.000 euros a la Administración para poder pagar los salarios y los alquileres de las máquinas excavadoras y camiones.
Geolocalización del móvil
La abogada del padre de Marta ha solicitado a la jueza instructora de Alzira una diligencia de investigación para averiguar si Jorge Ignacio P., el narcotraficante acusado del crimen, mintió en su declaración y se deshizo del cadáver en otro lugar.
La Guardia Civil no descarta que el presunto asesino hubiese ocultado el cuerpo para impedir una autopsia que determinaría una posible muerte violenta de Marta, según las conclusiones de los investigadores del Grupo de Homicidios.
La letrada Candela Estévez ha pedido una ampliación del informe sobre la geolocalización de uno de los cuatro teléfonos que utilizaba el delincuente colombiano. La abogada pretende reconstruir los movimientos de Jorge Ignacio desde la noche del crimen, la madrugada del 7 de noviembre de 2019, hasta las 16 horas del 11 de noviembre, cuando se deshizo de su coche Volkswagen Passat al entregarlo a un amigo en El Puig.
Como consecuencia de estos recelos, los expertos en telecomunicaciones de la Guardia Civil están realizando también mediciones de cobertura de las antenas de Manuel, Alzira, Llosa de Ranes, l'Olleria y Silla para reconstruir el itinerario que realizó Jorge Ignacio cuando trasladó los restos humanos en el maletero de su Volkswagen Passat para arrojarlos a varios contenedores de basura, según su confesión.