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EDITORIAL

Nueva etapa de la emergencia

“(...) una tarea ineludible de las autoridades gubernamentales será insistir en que los focos de contagio, como los mercados y el sistema de transporte público, adopten rigurosos protocolos de salubridad”.

Con el propósito de frenar la pandemia del nuevo coronavirus, hoy comienza el renovado periodo de la emergencia nacional y que concluirá el próximo 30 de junio.

Serán 37 días adicionales en los que las autoridades continuarán avanzando en la difícil tarea de ejecutar las acciones orientadas a salvaguardar la vida y la salud de la población.


Al dar a conocer el pasado viernes la decisión del Gobierno de ampliar el estado de emergencia, el presidente Martín Vizcarra fijó como una de las metas principales aumentar la capacidad de atención de los hospitales públicos. Sobre este aspecto, dijo, el objetivo es que al próximo 30 de junio el número de camas de hospitalización en todo el país suba de las 10,000 actuales a 20,000, y que las camas en las unidades de cuidados intensivos de los cetros de salud aumenten de 1,000 a 2,000.


Se trata de una meta ambiciosa, pero necesaria de lograr debido a que la mayoría de hospitales están trabajando al límite de sus capacidades de atención. Esa situación es responsable de que las personas contagiadas tengan dificultades en ser admitidas cuando acuden en búsqueda de ayuda médica. Por tanto, duplicar el número de camas aliviará este problema y traerá esperanza a los enfermos y a sus familias.


Incluso, una vez alcanzado este objetivo, será igual de urgente continuar todas las gestiones posibles para aumentar y fortalecer la capacidad de los hospitales, con infraestructura, insumos y personal de salud, pues ignoramos cuántas personas se contagiarán en los próximos días. Prepararse para lo peor y esperar lo mejor podría ser un buen lema en esta fase.


El Jefe del Estado también anunció que se permitirá la reanudación, con estrictos protocolos sanitarios, de algunas actividades económicas y productivas en los sectores de comercio y servicios, con la finalidad de continuar reactivando la economía y de posibilitar que los ciudadanos generen sus ingresos propios.


Si bien este reinicio responde a la decisión de flexibilizar las duras condiciones de la emergencia nacional y empezar a recuperar el terreno perdido en el ámbito económico, es igual de necesario continuar batallando contra el covid-19 y no bajar la guardia bajo ninguna circunstancia, a fin de frenar la expansión de esta peligrosa enfermedad que viene cobrando la vida de mas de 3,000 compatriotas.


En ese contexto, una tarea ineludible de las autoridades gubernamentales será insistir en que los focos de contagio, como los mercados y el sistema de transporte público, adopten rigurosos protocolos de salubridad como requisito para volver a operar con normalidad.


Asimismo, la conducta de la población debe ser ejemplar si se quiere conseguir los objetivos trazados, pues de nada servirá duplicar el número de camas hospitalarias y reactivar la economía si los ciudadanos no acatan las normas de aislamiento y distancia social con responsabilidad y sentido patriótico.


El Gobierno ha asumido las medidas que correspondían; ahora depende del pueblo peruano cumplir su parte en esta batalla decisiva por la salud.