Senaju: un objetivo pospandemia será garantizar el acceso de los jóvenes al trabajo

Es sector poblacional de los más afectados por las medidas de emergencia frente al covid-19. Después de la pandemia, un problema será la precarización de las fuentes de empleo.

José Vadillo Vila

Se va a tener que hacer ajustes a la Política Nacional de Juventudes, pero no abandonarán sus objetivos que apuntan a que los jóvenes tengan acceso al desarrollo pleno, me dice José Julio Montalvo, secretario encargado de la Secretaría General de Juventudes (Senaju). Por ahora, la prioridad es generar conductas de cuidado frente al covid-19.

-¿Cuál es el análisis que tienen desde la Senaju sobre el impacto que ha tenido la pandemia en los jóvenes peruanos?
-Los jóvenes son el sector de la sociedad que recibió el primer impacto de la pandemia. El impacto laboral ha sido inmediato: 8 de cada 10 jóvenes trabajan en el sector informal, no son coberturados por los sistemas de salud ni tienen un empleador que pueda sustentarlos durante la cuarentena. El Estado ha tratado de aliviar el impacto a través de los bonos, pero es una ayuda de emergencia. Sin embargo, en el mediano y largo plazo, estos empleos informales van a tender a precarizarse.

El otro tema, derivado de la emergencia sanitaria y la cuarentena nacional por el covid-19, son las “incertidumbres y fricciones”, generadas por el extenso tiempo de confinamiento domiciliaria. La Senaju tiene un servicio de consejería y la mayoría de los jóvenes que consultan tienen problemas de sueño y dolores de cabeza, cuenta Montalvo.

“Se debe al estado de vigilia en el que viven: al ser el sector de la población que se enferma menos frente al covid-19, los jóvenes han tenido que asumir las compras y el auxilio de niños y adultos mayores. Ha cambiado sus vidas y los mantiene en una situación de alerta”, dice el funcionario.

-¿La teleeducación también afecta a los jóvenes?
-Los servicios educativos se han virtualizado, pero hay una brecha tecnológica y no todos los jóvenes tiene acceso a internet y a los medios de comunicación. Ahora, dentro de la estrategia para educación secundaria de ‘Aprendo En Casa’ se ha diseñado una serie de actividades a través de la televisión y hay soporte web del mismo. Lo que implica que los padres de familia y los hermanos mayores tengan que acompañar el proceso educativo. Los estudiantes de universidades e institutos también han visto alterado sus ciclos educativos.

-¿Qué están haciendo desde la Senaju frente a este desafío?
-Estamos tratando de generar alianzas para generar conductas de cuidado frente al covid-19 y sus efectos secundarios. Con la Dirección de Educación Básica Regular del Minedu, para fortalecer resiliencia de los adolescentes. Con el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), para ver la salud mental y la relación del bienestar en general del joven; y con la Agencia de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), porque los jóvenes permanecen más tiempo conectados lo que los hace más vulnerables ante estafas y robos informáticos.

-¿Cómo ve en particular las medidas dadas por el Gobierno hacia los jóvenes?
-Hay un grupo de cuestiones que vienen para la pospandemia, ¿cómo aseguramos que haya una integración adecuada a los mercados laborales de los jóvenes?, ¿cómo ésta tiene que estar dentro de los cánones de las contrataciones laborales formales?

-El año pasado se diseñó la Política Nacional de la Juventud (PNJ), una respuesta estatal frente a las necesidades de los jóvenes. ¿Sus metas variarán por la actual pandemia?
-La PNJ plantea seis objetivos prioritarios en el largo y mediano plazo, sobre cómo logramos condiciones de desarrollo al 2030. Sin embargo, este momento difícil de la emergencia, nos plantea crear condiciones para mitigar el daño. El avance de los primeros años de la PNJ va a tener ajustes de implementación pero se cumplirán los horizontes de desarrollo. Queremos comunicar este optimismo necesario a los jóvenes, decirles que los objetivos de desarrollo no los vamos a olvidar ni abandonar. La idea es que el joven pueda tener acceso al desarrollo pleno. Es un objetivo del Estado. Un compromiso con la sociedad.