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Carlos Martínez

De capitán de Alianza a canchero del club por la crisis de la pandemia

Fede Panei, referente del Gallo de Cutral Co en el Regional Amateur, ahora labura en el mantenimiento del Coloso y se lo toma con seriedad y humor.

Por Martín Gamero-deportes@lmneuquén.com.ar

El coronavirus puso en jaque no solo las actividades deportivas en el mundo sino la vida laboral de muchos deportistas que tuvieron que buscar “nuevas alternativas” para juntar unos pesos.

Reinventarse y ganarse el mango desde otro rol. Se sabe que en el fútbol local, de aquellos que juegan LIFUNE, al ser una liga amateur, pocos reciben un sueldo por parte del club. Y los que actúan además en el Regional Amateur tampoco están salvados ni mucho menos y necesitan complementar el sueldo con otras actividades.

Es el caso de Federico Panei, capitán y referente de Alianza de Cutral Co, que ante la falta del deporte más popular del mundo empezó a trabajar en la cancha del club de sus amores. La cuida y mejora cada día. Hasta hace poco la transitaba como jugador y ahora como personal de mantenimiento.

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“Se dio la posibilidad en los últimos días de abril. Me llamaron del club con la propuesta de entrar a la empresa que viene haciendo el mantenimiento para la Copa Argentina y acepté. Mi función es el riego y el cepillado del césped. Después del corte, también resembramos”, comenta a LM Neuquén.

Federico arrancó desde la escuelita en el Gallo de Cutral Co y debutó en LIFUNE con 15 años. Actualmente, el futbolista de 34 años trabaja de lunes a sábado de 9 a 16 en en el estadio Ruca Quimey.

Pero sufre por dos el parate en la actividad: no puede jugar y a la vez, si la pelota no rueda, el laburo de canchero es un poco más limitado. Pero al menos le permite rebuscársela: “El trabajo se dio por poco tiempo porque no hay Copa Argentina, entonces la empresa terminó su contrato. Ojalá me llamen de nuevo cuando todo se reanude (risas). Por el momento quedé en el mantenimiento del césped con Darío, el canchero oficial, seguramente hasta fin de año”.

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Carlos Martínez

El propio jugador del Gallo, que tiene tres hijas (Isabella, de 5 años, Florencia, de 3, y Augusto, que está por cumplir 3), afirma que el COVID-19 cambió su vida. “Me afectó mucho la pandemia ya que desorienta el no poder jugar ni saber cómo sigue esto. Se puede decir que el coronavirus me llevó de jugador a canchero”, señaló.

"Césped natural, toda la vida"

Ante uno de los debates futboleros sobre césped natural o césped sintético, Panei no duda: “Natural toda la vida como el del Coloso”. A pesar de la inactividad del deporte, el estadio se encuentra en excelentes condiciones. “Es una billar la cancha. Además el Ruca Quimey es el estadio más lindo de Neuquén, por su historia y justamente por su césped”, destacó.

Este gran cambio que vivió Federico de pasar de ser ese defensor rústico y aguerrido a canchero fue bien recibido por sus compañeros del Gallo: “Más allá de algunas bromas que son normales, mis colegas me tiraron buena onda porque es un trabajo en esta crisis, así que estoy más que agradecido de esta oportunidad”.

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Por ejemplo, Alexis Romero se puso contento por el capitán: “La verdad que estoy contento por él. Estamos en una crisis en donde a los clubes se les hace muy difícil afrontar los sueldos de los jugadores así que esta bueno poder ganar unos mangos extras por otro lado. Esta buenisimo que pueda ayudar al club. Sabemos que Fede es un hombre del club y siempre está buscando hacer lo mejor para el Gallo. El otro día me mando fotos de la cancha y está en excelente condiciones”, aseguró quien también la rema día a día con laburos ajenos al fútbol.

El caso de Panei se suma al de su compañero de equipo Hernán Azaguate, que vende ropa para gambetear los coletazos financieros de la pandemia. Jugando con el color del club y el dicho, "el que quiere celeste, que le cueste". Y vaya si le cuesta a estos muchachos que sin embargo le ponen el pecho al drama y van para adelante.

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