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Pablo Iturralde.Foto: Leonardo Mainé.

Pablo Iturralde: “Sabíamos que la economía estaba mal, pero no tanto”

PARTIDO NACIONAL

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El nuevo presidente del directorio del Partido Nacional se mostró preocupado por el escenario económico que recibió el gobierno. Militante desde los tiempos de la dictadura, Pablo Iturralde pasó por diversas responsabilidades desde que llegó a Montevideo desde su Cerro Largo natal. Se propone facilitar el diálogo con los partidos que integran la coalición y también con la oposición. Estará al frente del partido de gobierno hasta que una convención partidaria resuelva las nuevas autoridades. Hasta el momento no se ha planteado la convocatoria. En entrevista con El País, aseguró que “está todo bien” con el senador Juan Sartori tras los incidentes que protagonizaron en la campaña.

-¿Cuáles son las funciones del presidente del directorio del Partido Nacional mientras se ejerce el gobierno?

-Primero estar atento a todo lo que pasa dentro del gobierno, tratar de ver lo que se puede ayudar. Los cometidos de un partido en el gobierno suelen ser una pregunta importante en la academia. Se plantea que el gobierno no se fagocite al partido. Por lo general, el gobierno se lleva a los mejores al gobierno y se desatiende al partido. El gobierno tiene que apoyar al ciudadano, no puede tener un mensaje sectorial. El partido representa el ideario en bruto, en estado puro. Una vez en el gobierno se busca el diálogo y los consensos. En la carta orgánica del partido existe la agrupación nacional de gobierno, hay que formarla.

-¿Cuál va a ser su impronta en la presidencia del directorio?

-Fortalecer la militancia, volver a la Secretaría de Asuntos Sociales con una mirada del siglo XXI. Los cambios en la Constitución de 1997 llevan a una estructura central, no centralista, muy federal, con representación de todos los dirigentes del país. Ojalá nunca más tengamos enfrentamientos entre blancos. Nosotros tenemos que trasladar las ideas de los militantes y apostar por los acuerdos con otros partidos. Estamos contentos con que el Frente Amplio pida un diálogo nacional. Durante 15 años no entendían que tenía que haber un diálogo. Se sentaban, aplicaban sus votos y se olvidaban que había una casi mitad del país que no estaba representada. Hoy piden diálogo nacional, se han dado cuenta que el Uruguay no puede ser manejado por una mitad contra la otra. También vamos a fortalecer las mejoras que se hicieron en materia de comunicación del partido. Hacíamos cosas buenas y no se daban a conocer. Lo otro es instalar la idea de que el tiempo electoral no terminó, vamos rumbo a septiembre por las 19 intendencias. Vamos a pedir el voto para candidatos alineados con el gobierno del Partido Nacional. Después pensaremos en la próxima convención nacional, para la que no hay fecha.

-¿Cómo evalúa los primeros meses del gobierno?

-Sabíamos que la situación económica era difícil pero no tan grave, tampoco sabíamos que íbamos a comenzar el gobierno con una pandemia mundial. Hay muchas dificultades. Antes de las elecciones mucha gente veía la situación y se preguntaba si convenía ganar las elecciones. Yo sigo diciendo que sí. Precisamente, como el país tiene problemas graves es mejor que ganemos nosotros para que no quede en manos de cualquiera.

-¿Qué opina de las primeras reacciones de la oposición?

-Se va el 1° de marzo un presidente médico de profesión. Nos encontramos que no había una previsión de lo que estaba pasando. Lo poco que había para combatir la pandemia se lo donaron a China. Apenas comienza la crisis, el Frente Amplio se planta y nos reclama una cuarentena obligatoria. Hoy dieron marcha atrás y reconocieron que fue un acierto cómo se manejó la situación. Es una de las cosas más importantes que tiene nuestro gobierno: está haciendo las cosas bien con respecto a la pandemia y lo está comunicando bien. Eso me hace sentir muy orgulloso de mi partido.

-¿Habla mucho con el presidente de la República?

-Ayer intercambiamos un buen rato. Tenemos una muy buena relación que cultivamos en los años que fuimos compañeros en el Parlamento, también hemos viajado juntos.

-¿Con quién del gobierno habla cotidianamente?

-Trato de embromar lo menos posible. Cuando hay algún asunto importante hablo directamente con el secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, también llamo a los ministros o los presidentes de los entes. Básicamente traslado ideas o reclamos de los compañeros.

-El ahorro en el Estado no es una línea ideológica, tampoco lo es el combate a una enfermedad. ¿En qué están los blancos en materia ideológica?

-Este es un partido liberal libertario, somos liberales no en el sentido económico como puede interpretarse. En Estados Unidos los liberales son la izquierda. Tampoco somos eso. Somos el partido de las libertades. Siempre hemos sido muy levantiscos, en mi juventud había compañeros que se definían como “anarco saravistas”. También somos el partido de Manuel Oribe, el que organizó el Estado. Tras ser el segundo jefe de Lavalleja, fue electo por la unanimidad de los representantes para organizar todo el Estado. Es muy interesante ver cómo organiza la Policía, la libertad de comercio, la prensa. Después vendrán las jubilaciones, la universidad. También somos muy institucionalistas. Ese sentimiento de libertad es muy importante, en la pandemia quedó demostrado, todo se procesó sin imposición, la cuarentena fue voluntaria. La gente lo valora. Lo otro que es bien blanco es la cristalinidad en materia económica. Nosotros mostramos los números tal como son, nada de oscurantismo. Por otro lado, nosotros representamos al trabajo de todas las clases sociales, trabajadores y empresarios. Somos una comunidad de la liturgia tradicionalista. Los eventos de la tradición blanca siempre los organiza la gente, nos pasa por arriba.

-¿El Partido Nacional es el partido del interior?

-Hemos tenido una fuerte presencia en el interior y un fuerte debate entre caudillos y doctores. Poco a poco ha venido ganando un discurso montevideano. Es cierto, estamos muy fuertes en el interior. Capaz que nunca logramos vertebrar una columna en Montevideo, donde ganamos una vez. Ahora vamos por la recuperación de la capital.

-¿Por qué es eso?

-Tal vez porque nuestra forma de ser está muy metida con lo criollo. En el interior se mantienen más las tradiciones. Desde la época de Bernardo Berro hemos hecho mucho énfasis en el gobierno local. Hoy tenemos 13 intendencias y vamos por las 19.

-¿Cómo vienen la táctica y la estrategia de cara a las municipales? Se venían advirtiendo muchos acuerdos departamentales entre los blancos y Cabildo. ¿Hay algún nivel de coordinación nacional o son pactos entre fuerzas locales?

-La gente resuelve antes que los dirigentes. Con Cabildo lo que hubo fueron acercamientos de gente que trabajó con el Partido Nacional y se sienten cómodos de trabajar con nosotros. La Constitución marca dos turnos, con lo que hay que alcanzar coaliciones y las elecciones departamentales aparte. Yo no era partidario de la concertación, después revisé el tema y vi que era una buena decisión.

-Hay un recambio general en la conducción del partido. Beatriz Argimón, Luis Alberto Heber y usted son de la llamada generación del 83. El 20 de mayo se colgó dos pancartas en homenaje a Gutiérrez Ruiz y a Cecilia Fontana de Heber. ¿Hay un cambio en la mirada de la historia reciente?

-Pensando en el 20 de mayo (día de la Marcha del Silencio) y en nuestras víctimas le dimos voz a los jóvenes. Planteamos el “nunca más por el futuro y por la paz”. Nunca más desaparecidos, violaciones a los Derechos Humanos y nunca más violencia política entre uruguayos.

-¿Cree que tendrá costos políticos para el partido?

-Sí, claro. Como decía Wilson: “qué poca cosa sería la vida política si no tuviéramos que pagar sus costos”. Tendremos que asumir lo que tengamos que asumir. Hay que decir nuestra verdad.

Clima en la interna del partido es “muy bueno”

-¿Hay un diálogo con los líderes políticos de los otros partidos de la coalición?

-El lunes voy a proponer al directorio realizar una visita a nuestros socios de la coalición y a los partidos de oposición.

-¿Se formará un organismo coordinador dentro de la coalición de gobierno?

-El presidente ha convocado a todos los líderes en varias oportunidades. Se han dado algunos chisporroteos, hay un rol muy importante del presidente y del secretario de Presidencia. También se hacen las reuniones bilaterales. Sobre la marcha se irá viendo, el gobierno recién comienza.

-¿Cómo está el clima interno en el Partido Nacional?

-Es muy bueno, tenemos que construir cada vez más una fraternidad. Fernando Oliú decía que el Partido Nacional es una comunidad espiritual. Es aquello de que “para un blanco no hay nada mejor que otro blanco”. Hubo chisporroteos durante la interna, algunos lamentablemente los protagonicé. Lo más importante es, como dicen los jugadores, son cosas del fútbol y quedan en la cancha.

-¿Con el senador Juan Sartori está todo bien?

-Por supuesto que sí, si él está en una línea de apoyo al Partido Nacional. Nosotros no podemos andar discutiendo personas sino ideas. Si vamos todos en pro de un gobierno blanco, está todo bien.