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Allá a lo lejos

La triste historia de salir en la foto y quedar afuera del Mundial

Roque Avallay, el maipucino que deslumbró por su velocidad, tuvo una figurita con su cara impresa en el torneo de Alemania ´74, pero nunca llegó a jugarlo.

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Para Roque, el paso del equipo provinciano al fútbol profesional se produjo en forma rapidísima. No hubo adaptación ni partidos de amistosos de verano. Directamente, de convertir 20 goles en el el campeonato de la Liga Mendocina en 1964 para Deportivo Maipú, jugó en el seleccionado provincial en la Copa Beccar Varela, en Mar del Plata.

Ese torneo disputado en diciembre de 1964 fue una gran vidriera para muchos de los jóvenes que integraban los combinados de las distintas ligas del interior del país.

Desde adolescente, Roque Alberto Avallay, nacido el 14 de diciembre de 1945, se iba de su casa del barrio Ciancio, en Maipú, hasta las viñas cercanas para cosechar uvas y también ayudaba en la cosecha de aceitunas y duraznos. Después de la jornada se metía en la canchita América, frente a su casa,  de tierra dura y piedras sueltas, para imponer su velocidad. También en la temporada de producción de Bodega Giol, en donde trabajaba su padre, aportaba su trabajo de músculos vigorosos.

Varios dirigentes captaron al delantero mendocino que demostró su rapidez en el campeonato interprovincial de Seleccionados. Pero el único que dio una señal de interés estuvo por el lado de Avellaneda.

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Nada menos que el campeón de la Copa Libertadores de América de 1964 fue a buscar al maipucino. "Mi viejo, que había sido jugador (un gran número 2), me decía que si me iba a Buenos Aires tenía que ir definitivamente, nada de ir a prueba o a préstamo. Y fue en enero del 65, una tarde como cualquiera, que llegó hasta mi casa el presidente de Deportivo Maipú para anunciarme la gran noticia: me habían ido a buscar de Independiente", recordó Roque al diario Ciudad, de Avellaneda.

De inmediato, su padre Manuel dialogó con los dirigentes y forzó la compra definitiva del pase. Al día siguiente, Roque se subía por primera vez a un avión y comenzaba el despegue de su carrera profesional en el fútbol grande de la Argentina.

Le tocó debutar en semifinales de la Libertadores de 1965 en las eliminatorias frente a Boca Juniors, en tres partidos disputados en la cancha de River Plate, para llevar a Roque a la final y a la consagración ante Peñarol, en Santiago de Chile. Fue triunfo de los Rojos 4 a 1 y Avallay anotó un gol. A los 19 años había saltado de su Deportivo Maipú al campeón de la Libertadores, el 15 abril de 1965.

Pero el muchacho tomó más notoriedad cuando en un partido por la 2° fecha del torneo de la AFA, un 25 de abril, otra vez frente a Boca Juniors, en un campo resbaladizo, Roque corrió y anticipó al arquero Roma para hacerle un pase a Mario Rodríguez para el empate 1 a 1. Pero su envión lo llevó a tropezar con un alambrado bajito que había antes del foso  y cayó de cabeza al agua.

"Es el día de hoy que hinchas que me cruzan para saludarme me aseguran que estuvieron aquella noche en la popular de la doble visera. A esta altura, son como un millón y medio de personas que dicen haber estado ahí", recordaba jocosamente.

Jugaba en el Campeón de América y sus sueños a los 19 años estaban en integrar la Selección Argentina algún día. Pasó el Mundial de Inglaterra 1966 y luego para todo el país, la pena de quedar afuera del Mundial de México 1970.

Avallay sólo estuvo un año en los Rojos de Avellaneda (20 partidos, 5 goles) y lo compró Newell's Old Boys, en donde estuvo por casi 4 años (15 partidos y 51 goles). Sus  goles fueron un aviso para que Renato Cesarini lo convocara a la Selección para su debut en un amistoso frente a Paraguay, en Asunción, en mayo de 1968. Luego frente a Uruguay, por la Copa Lipton (5 de junio) convirtió un tanto para el 2 a 0 en el Monumental.

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Roque pasó a Huracán de Parque Patricios (en dos etapas, del 70 al 76 y luego en el '80, jugó 217 partidos con 70 goles). En el Globito disfrutó la llegada del DT César Luis Menotti e integró el mejor equipo de la historia del club y uno de los más grandes del fútbol argentino de todos los tiempos. Fue campeón del torneo Metropolitano de 1973 junto con Brindisi, Houseman, Babington y Larrosa en una delantera inolvidable.

En 1973 Argentina logró ganar las eliminatorias y se clasificó para el Mundial de  Alemaniabdel año siguiente. Para principios de 1974, su presencia era segura en la Selección Argentina que iba a participar del Mundial. Aunque hubo un anticipo de que algo iba a ocurrir. El 4 de abril Huracán superó a Unión Española de Chile 5 a 1, por la Copa Libertadores, en donde  Roque salió lesionado a los 15' del segundo tiempo.

La Selección Argentina dirigida por Vladislao Cap tuvo varios amistosos en nuestro país hasta que el 8 de mayo llegó a España para la preparación final, antes de viajar a Alemania. Faltaban que se integraran los jugadores de equipos europeos que todavía no finalizaban los torneos. Avallay, Wolff y Brindisi compartían la habitación en el hotel.

En Granada se jugó un amistoso frente al equipo local y terminó 0 a 0. Y el 18 de mayo de 1974, en el estadio Parque de los Príncipes, en París, con gol de Mario Kempes ganó el amistoso Argentina frente a Francia. Avallay ingresó por Houseman y jugó todos el segundo tiempo. Ese sería el  partido número 15 (y el último) de Roque en el equipo Nacional. Mal recuerdo.

Se fueron agregando los integrantes que estaban en Europa y hubo más amistosos. Un empate frente a Inglaterra en Wembley (2-2) el 22 de mayo que abría las esperanzas, aunque la realidad sacudió al equipo argentino en el último amistoso en Amsterdam. El equipo holandés guiado por la figura de Cruyff goleó 4 a 1, el 26 de mayo. En ninguno de esos partidos ingresó Avallay que se sentía incómodo con su lesión.

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Todo el plantel con sus 22 integrantes estaba concentrado y se hizo la clásica foto oficial con los jugadores ubicados en tres hileras.

En la ciudad de Noordwijk (Holanda), dos días antes del penúltimo amistoso, la decisión de Cap estaba tomada. "Avallay tendrá que volverse a Buenos Aires. Su lesión parecía evolucionar, incluso se lo puso un rato en Francia, pero ahora recrudeció".

El técnico agregó: "Hay tres candidatos: Aimar (Rosario Central), Babington (Huracán) y Santamaría (Newell's) pero para decidirlo debo ver estos partidos  frente a Holanda y luego Fiorentina (último amistoso y derrota 2 a 0, el 29 de mayo).

El domingo 2 de junio el maipucino Roque Avallay emprendía solo desde Italia, el regreso a Argentina. "Tenía la ilusión de recuperarme y de quedar en el plantel y jugar un Mundial. Esa era mi última oportunidad estoy muy triste", dijo al llegar.  

Y en su lugar estuvo Carlos Babington, compañero de Huracán, para ocupar su puesto como uno de los 22 del plantel argentino.

Roque ya había posado en el plantel y estaba impreso en forma de figurita para todo el mundo. Se quedó sin Mundial a once días del inicio.

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