La madre María

Señor director: 

En la historia de nuestro país hubo personajes que lograron enraizarse en el imaginario social. Esto es porque se los percibió envueltos en una áurea mística en relación a su habilidad para exteriorizar manifestaciones consideradas prodigiosas. Uno de los más recordados fue María Salomé Loredo, conocida como la "Madre María" (1854 -1928). Nacida en España, sus biógrafos expresan que esta singular mujer practicó la caridad y meditación en Capital Federal y Gran Buenos Aires, siendo aún joven, y luego de haber enviudado dos veces. Ciertas publicaciones exponen que fue el conocido "manosanta" Pancho Sierra, quien la inclinó hacia estos quehaceres, además su solvencia económica le posibilitó brindarse con gran empeño. En aquel entonces resultó original que una mujer de alta posición social se desprendiera de sus propiedades y se las donara a la gente, logrando captar muchos seguidores. Pero no era solo su filantropía la que atrajo la atención, también inició una serie de prédicas gracias a su fluida oratoria, en la que sus temas principales eran "el amor, la compresión, el bien a los necesitados, la ayuda mutua...". Conjuntamente ejerció el curanderismo, denominado actualmente por los antropólogos como etnomedicina. Por esta última actividad fue acusada por "ejercicio ilegal de la medicina". El 14 de julio de 1911 se inició un largo proceso judicial de la que logró salir airosa. Para entonces su fama se había difundido ampliamente, llegando a instituir varios "templos". Viajó a diferentes lugares del país y Uruguay. Además, empezó a escoger algunos "apóstoles" para que continúen con su obra. Sintiéndose enferma se confinó en su hogar, donde transcurrieron sus últimos días. Se dice que tuvo amistad con políticos de la época, como Hipólito Yrigoyen, a quien había vaticinado su triunfo presidencial en 1916. La "Madre María" representa, junto con otras estampas similares, un mito popular donde se aúnan la religión, misticismo y curanderismo.