Christofer y Fani: el gran cotilleo
Telecinco muestra la reconciliación de la pareja de concursantes con un gesto expiatorio por parte de la chica
by Tomàs DelclósEl viernes 7, en Cuatro, Sandra Barneda hacía una entrevista a Christofer, el chico abandonado por Fani en La isla de las tentaciones, donde ambos lloriqueaban. Christofer era un corazón roto a quien Barneda, más que entrevistar, compadecía. El jueves 13, Telecinco ha hecho un programa sobre las parejas de la isla seis meses después. Parejas que la emisora vuelve a juntar tratando de ofrecer nuevos enfrentamientos, nuevas emociones. Y aparecen Fani y Christofer enamoradísimos. Fani cuenta que tras la ruptura en La isla de las tentaciones, un programa grabado el verano pasado, empezó a enviarle mensajes pidiéndole perdón y reconciliación. Obviamente, los obtuvo. Un perdón, dice Fani, que quería pedirle de nuevo delante de las cámaras para que lo viera toda España. Un acto expiatorio con todas las de la ley. Este calendario de apariciones televisivas de Christofer hace pensar en una repentina avenencia o en un gran teatro. De hecho, en las redes sociales ya hace tiempo que circulan fotos de la pareja reconciliada.
Pero la autenticidad emocional no es precisamente un valor en este culebrón perfectamente administrado por Mediaset, donde se aprovecha todo en una estrategia holística que moviliza a todos los personajes y programas posibles. Además de alargar la explotación de este enorme éxito televisivo con secuelas (reportajes, debates...), MyHyV se traslada la próxima semana a un horario más concurrido, por la tarde, con una serie de especiales, Las tentaciones de MyHyV, donde participarán las parejas del concurso. Pero antes de todo esto, por los Sálvame —en cualquiera de sus colores—, por Viva la Vida, por los debates del fin de semana, en Cuatro y Telecinco, han desfilado todo tipo de criaturas exprimiendo el asunto. Un soltero del reality, Julián, acusó a Fani de “forzar” las aproximaciones a Rubén solo cuando llegaban las cámaras, insinuando que las conductas en la isla eran postizas. Y lo hacía en la propia televisión que las exhibía. En Sábado Deluxe, un amigo de Fani contabilizó los centenares de veces que se habían enrollado. Unos cálculos que adelgazó notablemente una prima de la concursante, también presente en el plató. El muestrario de cómplices de este gran cotilleo, incluyendo madres, hermanos y parientes de los concursantes, es kilométrico.
Obviamente en esta fiestorra mediática ha intervenido una psicóloga que diagnosticó, en el caso de Christofer, un “estrés postraumático”. También han salido vecinos de Fani y compañeros de trabajo de Christofer, protegidos por un sintomático anonimato. Hay espectadores que están cómodos y felices siéndolo, no quieren salir a la pista. Los propios colaboradores habituales de Sálvame han hecho de terapeutas. Y un personaje que ha frecuentado más de un programa ha sido Maite, la tía de Fani, la más comprensiva con su sobrina y que también ha cocinado la sopa sobre el desconocido padre de la concursante, que, según su convicción, es famoso pero no cantante (Emilio, el vocalista de Los Chichos, intervino igualmente en Sálvame para negar que fuera el padre de la chica).
La tesis aparente de La isla de las tentaciones, formulada reiteradamente, es que el amor verdadero es inmune a las tentaciones, en un concepto altamente pecaminoso de la infidelidad. Pero el éxito no ha venido de las parejas que han sobrevivido con un amor rocoso. Realmente se ha hablado de las que se han roto y del espectáculo que han proporcionado: celos, recriminaciones, búsqueda de la culpabilidad, castigo y, en algunos casos, reconciliación... Así la audiencia, gran chismosa, puede jugar a ser psiquiatra y juez en esta “misa concelebrada”, en una afortunada expresión de un tertuliano de Sálvame.