Prisión preventiva para acusados de matar a Fernando Báez Sosa
La decisión fue tomada por el magistrado David Mancinelli tras el pedido de la fiscal Zamboni. Se suma la figura de alevosía a la calificación tal como pidió la fiscal. Seguirán en la cárcel.
Luego de la audiencia del último jueves en la sala del Juzgado de Garantías Nº6 que preside en Villa Gesell, el juez David Mancinelli que interviene en el expediente por el crimen de Fernando Báez Sosa tomó una decisión clave: avaló el pedido de prisión preventiva para ocho de los acusados con su firma luego del pedido formulado este último lunes por la fiscal Verónica Zamboni con un escrito de 250 páginas que detallaba la gran cantidad de pruebas del caso
Así, Máximo Thomsen y Ciro Pertossi, los principales acusados del crimen, imputados de la autoría material de asesinar a Fernando a patadas en el cráneo y sus ocho compañeros considerados partícipes necesarios -Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli y Luciano Pertossi- seguirán dentro de una celda del Servicio Penitenciario Bonaerense a la espera del juicio oral en su contra. El pedido de su defensa a cargo del abogado Hugo Tomei de un arresto domiciliario quedó denegado.
El juez Mancinelli, por otra parte, sumó el agravante de la alevosía a la calificación de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas. Esto, ciertamente, complica el panorama. Ciro Pertossi y Máximo Thomsen se mantienen como los presuntos autores materiales.
La alevosía, define Mancinelli en su fallo, “consiste en el empleo de medios, modos o formas en la ejecución del hecho que tiendan directa y especialmente a asegurar el homicidio sin riesgo para el autor".
“Tengo por cierto -al menos con el grado de probabilidad que esta etapa del proceso requiere- que los aquí imputados, aprovechando la inadvertencia de la víctima, quien se hallaba de espalda a los atacantes conversando con su grupo de amigos, propinaron el primer golpe por detrás, logrando desestabilizarlo, oportunidad en que cayó al suelo en un total estado de indefensión, y actuando sobre seguro comenzaron a intervenir los restantes sujetos activos tanto asestando golpes de puño y patadas como así también impidiendo el auxilio por parte de terceros, todo ello con la finalidad de consumar el plan previamente acordado de dar muerte a la persona de Fernando José Báez Sosa”, continuó Mancinelli.
Es decir, para el juez de garantías del caso, los rugbiers tenían un plan premeditado: quisieron matar.
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