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Fotografía del funeral de la joven de 25 años, Ingrid Escamilla, en Puebla. - EFE

La ola de críticas contra medios mexicanos por la cobertura de un femicidio que estremeció al país

Ingrid Escamilla murió producto de múltiples heridas con un arma blanca y las fotos de su cadáver fueron publicadas por diarios, la televisión y los medios web, situación que produjo la indignación de gran parte de la población de ese país.

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El domingo pasado México se conmocionó por la muerte de Ingrid Escamilla, una joven de 25 años que fue descuartizada a manos de su pareja de 56 años al norte de Ciudad de México. Pero esa no fue la única razón del sobrecogimiento de las personas, otro de los motivos fue el trato que le dieron los medios de comunicación locales al caso.
El hombre detenido tras el femicidio, identificado como Francisco Robledo, fue encontrado en la escena del crimen con manchas de sangre y junto al cuerpo de la víctima, que tenía múltiples heridas de arma blanca.
Robledo expresó en un video de su interrogatorio, que se difundió ese mismo día, que había descuartizado el cuerpo de su pareja tras una discusión donde presuntamente ambos se agredieron con un cuchillo, pero finalmente él la mató.

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(crédito: pantallazo Twitter Sofia Weidner)
"No quería que nadie se diera cuenta. Con ese mismo cuchillo con el que me golpeó se lo enterré", sostuvo el detenido. Asimismo, agregó que decidió mutilar el cuerpo para borrar las pruebas porque sintió "vergüenza y miedo".
Según reportó BBC Mundo, de una forma u otra las fotos sacadas por la policía o los investigadores en el caso se filtraron y llegaron a las manos de los medios de comunicación. Las fotos del cadáver de la víctima fueron publicadas sin censura en las portadas de los tabloides de Ciudad de México, lo que aumentó la rabia en la población.
En 2019 –según los medios locales- Escamilla había presentado una denuncia por violencia de género contra su agresor y pareja, pero finalmente la mujer no siguió el proceso legal y el caso fue archivado.

La respuesta a los medios

El crimen se hizo público en México no solo por su brutalidad, sino por la filtración del video del agresor dando sus argumentos y las fotos del cuerpo descuartizado de la víctima que aparecieron en la prensa sensacionalista y en las redes sociales.
El tabloide Pásala tituló en su portada el lunes: "La culpa la tuvo Cupido", debido a que el crimen ocurrió "a unos días de San Valentín". Además del polémico título, el periódico adjuntó una foto del cuerpo de la víctima en la misma portada.
Por su parte, el diario La Prensa tituló con el calificativo "descarnada", junto con tres fotos: una del detenido, otra del cuerpo de la víctima y otra del departamento que compartían juntos.
Tras esta serie de publicaciones, que ejemplifican el trato que se le dio al caso de femicidio en México, colectivos y mujeres lideraron las expresiones de descontento y repudio en las redes sociales hacia la divulgaciones de las imágenes de la joven.
Las mujeres que lideraron la respuesta a los medios apelaron a través de Twitter a que una víctima no puede ser "exhibida" de esa forma, que esta situación "revictimiza a la mujer, a su familia y a sus cercanos" y que las fotos no sirven para nada más que "alimentar el morbo".

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(crédito: pantallazo Twitter Memoria y Tolerancia)
En las redes sociales se hizo un llamado general a compartir fotos o retratos del rostro de Escamilla en vez de las atroces fotos del femicidio. Llamado que se hizo viral y provocó que centenares de personas publicaran las fotos de la joven de sus redes sociales y dibujos de ella a modo de protesta por la decisión tomada por los medios de publicar las fotos del crimen y de las personas que filtraron el sensible contenido.

Investigación a los responsables

El caso se hizo tan conocido que terminó provocando una respuesta del Gobierno de México, que anunció el jueves que investigará a los medios de comunicación que difundieron las fotografías del femicidio y a los responsables de la filtración.
"En el marco de la conferencia matutina hoy, el Presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó a esta dependencia (secretaría de Gobernación), en virtud de las facultades que le confiere la ley en la materia, realizar una valoración exhaustiva respecto a las responsabilidades y consecuencias jurídicas de estos hechos, a fin de que no queden impunes. Una vez desahogados los procedimientos se emitirá la resolución correspondiente", manifestó el Ejecutivo a través de un comunicado publicado por Infobae.
Además, la Fiscalía General de Justicia de Ciudad de México (FGJCDMX) anunció que al menos seis personas, policías y fiscales, están siendo investigados por la filtración de las imágenes.
Antes de la declaración, el Mandatario mexicano le pidió a la titular de la Segob, Olga Sánchez Cordero, que siguiera de cerca la filtración y publicación de las imágenes del crimen.
La Secretaría además ratificó su condena "a la publicación y difusión de dicho material que revictimiza, privilegia el sensacionalismo y el morbo. Esto atenta contra la dignidad, intimidad e identidad de las víctimas y de sus familias", indicó.
"El femicidio de Ingrid y las agresiones a muchas otras mujeres, son actos inaceptables e indignantes. Habrá justicia para Ingrid, habrá justicia para todas las mujeres. #NiUnaMenos", sentenció el martes Sánchez a través de su cuenta de Twitter a modo de respuesta a la campaña que pretende borrar de la imagen de Escamilla como una víctima de su pareja.
La vocera en temas de violencia de género de la Fiscalía de Ciudad de México, Nelly Montealegre Díaz, confirmó que se tratará como un caso de femicidio y que el presunto asesino podría recibir prisión preventiva de oficio.