El macroparking del Retiro de Almeida, la última polémica 'verde' para Madrid
by María Medinilla- "Si los vecinos no quieren, no habrá parking pero la remodelación se hará"
- Los vecinos niegan que haya déficit de aparcamientos en la zona referida
- Desde el Ayuntamiento denuncian que la protesta tiene motivación política
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quiere abordar en esta legislatura una obra de gran envergadura: la remodelación de la avenida Menéndez Pelayo para hacerla un lugar más "sostenible". Así lo anunció hace unos días al defender un proyecto de reforma de la vía que propone también la construcción de un aparcamiento subterráneo de 1.000 plazas junto al parque del Retiro, Bien de Interés Cultural de la ciudad y uno de los motivos de las críticas entre las que nace la iniciativa.
El plan del Ayuntamiento, aún en fase de estudio, pasa por suprimir dos carriles para el vehículo privado y dejar dos por sentido para hacer hueco para un carril bus continuado en cada sentido. Además, se propone eliminar la zona de estacionamiento de ambos lados de la calle para ensanchar las aceras e instalar en la zona de los números pares colindante al parque un carril bici segregado (dentro de la calzada).
El futuro proyecto, que se extendería desde el cruce con la calle O'Donnell hasta el hospital Niño Jesús con un tramo de intervención de entre 500 y 700 metros, "abunda en la sostenibilidad de la ciudad", según explicó Almeida la semana pasada, porque además, el área de Medio Ambiente y Movilidad estudiará la plantación de nuevos árboles en la parte más alta del tramo.
Oposición vecinal al parking mixto
Sin embargo, la 'causa verde' que defiende el Gobierno municipal -buscan que el anteproyecto y la licitación estén listas este año- está encontrando su principal escollo en la construcción del aparcamiento subterráneo de grandes dimensiones.
Según fuentes del Ayuntamiento, la primera intención tras la construcción del aparcamiento subterráneo es mejorar el entorno a los vecinos, a quienes se preguntará con prioridad si están interesados en adquirir algunas de las 1.000 plazas "a precio municipal" (26.500 euros según refleja la encuesta repartida en el vecindario). En caso de no quedar cubiertos todos los sitios estimados, estos se abrirían a la rotación, es decir, a los usuarios no residentes que quieran aparcar.
Además de descongestionar la zona de tráfico y mejorar la calidad del aire, como resaltan en el Consistorio, se trata de un parking mixto "revolucionario" porque, de salir adelante, será el único en Madrid que reserve gran parte del espacio para el estacionamiento y recarga de vehículos eléctricos, carsharing, micromovilidad y taquillas para el envío de paquetería.
Los vecinos tendrán la última palabra pero el Ayuntamiento denuncia que la protesta la promueve un excandidato del PSOE a la Asamblea y asesor en España Global
Sin embargo, los vecinos, que apoyan la transformación de la vía, se muestran contrarios al parking y este jueves la Asociación vecinal Retiro Norte entregó en el Ayuntamiento de Madrid más de 35.000 firmas para acabar con esa parte de la iniciativa que quieren "meter a martillazos".
Ayer Félix Sánchez, secretario de la asociación, confirmó ante los medios el recelo hacia la medida. Primero, por las dudas sobre si el parking será mixto o no, ante unas explicaciones que les parecen ambiguas. Y después, porque niegan que exista un déficit de aparcamiento y consideran que el 'gigante subterráneo' será más un "gastroparking" que generará un "efecto llamada" al coche a una zona en la que debería irse reduciendo su presencia.
Para el Ayuntamiento está abierto a cancelar la propuesta del aparcamiento. Su socio de Gobierno, Ciudadanos, opta por posicionarse a favor de la decisión de los vecinos- no es el primer desencuentro por una medida 'verde'-, y el Ayuntamiento asume que "si los vecinos no quieren, no habrá parking".
Aunque la última palabra se la otorguen a los vecinos, desde el Ayuntamiento recuerdan que el presidente de la Asociación Retiro Norte fue en 2015 en la lista del PSOE a a la Asamblea de Madrid y más recientemente, asestor en España Global, por lo que denuncian que tras la protesta existe un "movimiento político".
Presentar el plan a la UNESCO
A lo que no renunciarán es a la remodelación de la avenida, en la que parecen estar todos de acuerdo. Además, los planes van más allá de reducir la contaminación "para lograr cumplir con la directiva europea en materia de emisiones contaminantes".
El equipo de Almeida busca crear un espacio digno de presentarlo a la UNESCO bajo la candidatura 'El Paseo del Prado y el Buen Retiro, paisaje de las Artes y las Ciencias' llegue a ser Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.