Huellas
by Maya Navarro de LemusPor Francis Palacio*
Una mano se mueve lentamente, al tacto calcula la anchura del pasillo y registra cuán larga es la pared, como si la tocara por primera vez, como si apenas se encontraran y no fueran más de tres décadas las que han estado juntas; los dedos repasan cada palmo y aprecian su tibieza, podrían tocar el efecto de luz de tantos soles destellados en el tramo pegado al techo, reflejo que transcurre con el día, baja lentamente, se despide sin promesas y regresa puntual a la mañana siguiente.
La mano reconoce el muro que recién construido recibió sólo el enjarre; tal vez, una capa ligera de pintura blanca que recogió marcas de muchos deditos infantiles y fue revestido pocas veces; mereció baja inversión porque de todos modos estaría sucio y la parte más baja casi siempre cubierta de salitre, se dijo que no era conveniente remozarlo con frecuencia; así, hasta que dejaron de habitarla ruidos y gritería de niños, guardó sus voces en las junturas de ladrillos. La misma pared, soportó pasión de espaldas juveniles cuando se dieron los primeros besos apresurados; en sus alturas, sufrió la dureza de unos clavos que sostuvieron caras sonrientes y la solemnidad de ceremonias, evidencias del tiempo y sus etapas.
La pared testigo de los ciclos, carga el peso de la vida de los padres y los hijos, cubierta de silencio, atesora la huella de esa mano que hoy la recorre con tacto lento y prolongado, después de aquel diagnóstico: Glaucoma severo, deterioro progresivo con avance irreversible. Para la anciana dueña de esa mano, es la forma más segura de caminar por el pasillo hasta llegar a su alcoba; es también para los suyos, la mejor huella y enseñanza de su historia: Superar la adversidad, abrazar la vida.
*Francis Palacio nació en Tuxpan, Nayarit, en 1955. Es contadora y académica con posgrado en Finanzas por la UNIVA, en Política y Gestión Universitaria por la Universidad de Barcelona. Cursó el diplomado ce Creación Literaria en SOGEM, Guadalajara y actualmente en Teoría “Sin margen” y autora del poemario “Hojas del árbol en el tiempo”. Y, ha participado en dos ediciones del colectivo “Entre Tintas Tinto”. Algunos de sus cuentos se han publicado en Crónica Jalisco.
Y escribe para compartir la vida y las emociones.