Brexit: Las dos caras de un divorcio

El Reino Unido y la UE consuman su ruptura y queda ahora por ver si optarán por colaborar o hacerse la vida imposible. ¿Alivio, tristeza?... ¿Cómo viven este día histórico los británicos de a pie?

"Me siento bien. Cada uno en su casa... en casa te sientes más fuerte, más creativo y haces todo tú mismo"

"Es una pena, estar fuera de la UE no nos beneficia ni a corto, medio o largo plazo"

"Un poco decepcionado, crecí siendo parte de la UE, y todo iba bien, los precios de las propiedades subían, ¿por qué cambiar una fórmula ganadora?"

"En un momento de crisis climática, con la situación con Rusia y el resto del mundo, tendríamos que permanecer en Europa y trabajar juntos."

"Londres siempre ha sido un segundo hogar para muchos extranjeros. Siempre tan acogedora y tolerante. Ese voto, es como decirle a los extranjeros: Nosotros los británicos somos superiores. Creo que es una vuelta a la mentalidad imperialista".

"Es solo el primer paso. Lo principal ahora es negociar el acuerdo comercial, que es lo que afectará a la vida de las personas. Y necesitamos saber. Las empresas, necesitan saber exactamente qué pasará".

"Llevamos demasiado tiempo con esto. Mi divorcio no fue tan largo. Es increíble, ¿cómo puede llevar tanto tiempo? ¡Vámonos ya!"

Comienza el duelo de este divorcio y lo más crudo es hablar de dinero. Concluye una relación de 47 años, de unas bodas que no llegaron a ser de oro... Lo que está claro es que el Reino Unido será un "ex" que marcará a la UE para siempre. Escuchamos los testimonios de una sueca, una francesa y un ruso residentes en Londres.

"Es triste, todos somos parte de la misma familia, tenemos algo en común. Es una pena que se vayan"

"¡Qué triste! El Reino Unido no ha entendido que no vale la pena ponerse contra la UE, en vez de estar en sintonía. Así que es triste que hayamos llegado a esto, y a pensar, por ejemplo, que por salirnos de la UE se solucionará el problema de la emigración"

"El Reino Unido volverá a la UE, así que no es tan tràagico... ¡Que no cunda el pánico!.