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Paz Esteban, junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles.Jaime Villanueva

El Gobierno confirma a Paz Esteban como la primera mujer directora del CNI

La sustituta del general Sanz Roldán ocupaba interinamente el cargo desde julio

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El Gobierno nombró este viernes a Paz Esteban López como directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Esteban, madrileña de 61 años, ya estaba de facto al frente de este organismo clave para la seguridad nacional, pero solo de forma interina. Sustituyó al general Félix Sanz Roldán cuando este se retiró en julio de 2019, tras 10 años de mandato. Será la primera mujer al frente de los servicios secretos españoles en toda su historia Esteban no será solo la primera mujer que ocupa este puesto, sino también la primera espía. La Ley Reguladora del CNI, de 2002, reserva el puesto de secretario general (número dos del servicio secreto) a un funcionario del centro, por lo que se daba por descontado que el director o directora, con rango de secretario de Estado, sería siempre ajeno al CNI. No ha sido así.

El nombramiento de Esteban supone un triunfo para la ministra de Defensa, Margarita Robles, que no solo ha conseguido mantener al CNI encuadrado en su departamento —durante el mandato de Mariano Rajoy pasó a depender de Presidencia—, sino también poner al frente a una persona de su confianza. La sintonía entre ambas ha sido patente desde que, en julio del año pasado, el general Félix Sanz Roldán cesó en el cargo al concluir su segundo mandato de cinco años. Lo primero que hizo Robles entonces fue visitar la sede central del CNI, donde compareció junto a Esteban.

Al encontrarse en funciones, el Gobierno no pudo nombrar en aquel momento al sucesor de Sanz Roldán; Paz Esteban se quedó como directora interina. Un puesto que asumía de manera automática, pues desde junio de 2017 era la secretaria general, a la que corresponde sustituir al director en caso de vacante. Ahora pasará de interina a definitiva, con un mandato inicial de cinco años prorrogables, aunque el Gobierno tiene la potestad de relevarla en cualquier momento.

Paz Esteban es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid y en 1983 ingresó en el servicio secreto, entonces denominado Centro Superior de Información de la Defensa (Cesid), bajo la dirección del general Emilio Alonso Manglano. Se ha especializado en inteligencia exterior y ha desarrollado la última parte de su carrera en la sede del centro, en Madrid.

Entre 2010 y 2017 fue jefa del gabinete técnico del general Sanz Roldán, hasta que éste la nombró secretaria general en sustitución de Beatriz Méndez de Vigo, destinada a Japón.

El nombramiento de la nueva directora del CNI supone una compensación para la ministra de Defensa, que vio como el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, destituía hace escasos días al hasta entonces director de la Guardia Civil Félix Azón, un hombre de su confianza, y nombraba como sustituta a la hasta entonces subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez, primera mujer al frente del instituto armado, sin consultarle el relevo, pese a que éste depende de los dos ministerios.

No estaba claro, sin embargo, que Robles pudiese hacer lo mismo en el CNI: aunque el servicio secreto está encuadrado en el Ministerio de Defensa, funcionalmente depende del presidente del Gobierno. El hecho de que el nombramiento no se abordara en los primeros Consejos de Ministros, a pesar de que el puesto llevaba seis meses vacantes, había alimentado dudas sobre cuál sería la decisión definitiva.

La elección de Paz Esteban como directora tiene tanto partidarios como detractores. Los primeros consideran que, al ser una mujer “de la casa”, conoce todos sus entresijos y es muy difícil que nada se le pase por alto. Los segundos temen que el corporativismo prime a la hora de afrontar los problemas y el centro resulte más opaco para el control político.

Con unos 3.500 agentes y presencia en más de 50 países, la directora del CNI lo es también del Centro Criptológico Nacional (CCN), encargado de proteger las redes de información de las administraciones, y ostenta el cargo de Autoridad Nacional de Seguridad, responsable de velar por la información clasificada. Aunque en España es la primera vez que una mujer está al frente del espionaje, hay precedentes en otros países, como la británica Stella Rimington, que entre 1992 y 1996 dirigió el servicio de inteligencia interior, el MI5.