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El templete original de Palacios en la estación de Gran Vía, y la reproducción de cómo quedará cuando finalice la obra.Metro de Madrid

Dos años sin metro en Gran Vía

La obra de la estación, que empezó en agosto de 2018 y debía haber acabado en abril de 2019, puede extenderse hasta 2021 tras el hallazgo de restos arqueológicos

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Ahí siguen las vallas que cercan a las tiendas colindantes. El ruido de las máquinas. Y el trasiego de los obreros, que trabajan rodeados de miles de peatones y coches. Ocurre desde agosto de 2018 en la calle Montera, justo a la altura de la Gran Vía, donde las obras para remodelar la estación de metro y conectarla con la de Sol-cercanías debían haber acabado en abril de 2019. Los 44.000 pasajeros que usaban a diario esta infraestructura saben muy bien que eso no ha ocurrido. Lo que no está tan claro es cuándo podrán volver a utilizarla: la aparición de restos arqueológicos ha retrasado tanto los trabajos que ya no hay fecha oficial de reapertura. Solo se sabe lo que dicen dos contratos a los que accedió EL PAÍS: las obras pueden acabar apurando hasta finales de 2020 o inicios de 2021, con lo que el cierre de la estación pasaría de los ocho meses previstos a al menos dos años.

"Era una obra que pretendía tener un plazo de ejecución relativamente breve, pero la realidad es que el proyecto que tenía para hacer Metro no ha empezado", reconoce el consejero de Transportes, Movilidad e Infraestructuras, Ángel Garrido, en conversación con este diario. "Nos encontramos con algo que nos ha condicionado: todo lo que estamos haciendo ahora es recuperar los restos arqueológicos de la antigua estación [de 1919], que hay que proteger", añade, recordando que esa es una obligación legal. "Pido disculpas a los ciudadanos afectados, y a los comerciantes, porque está causando más molestias de lo normal", prosigue. Y remata: "A lo largo de este año tenemos margen para empezar las obras de Metro y vamos a intentar ajustarlas lo máximo posible, porque llevamos tiempo de retraso por la recuperación de los vestigios arqueológicos. Seguramente en 2020, con algún pequeño deslizamiento en 2021, el metro de Gran Vía estará abierto".

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Vista aérea del pasado y el futuro de la estación de Gran Vía.Metro de Madrid

¿Qué ha ocurrido? El 13 de agosto de 2018, durante los trabajos de vaciado para la ejecución de los pilotes, los operarios se topan con restos de la estación original de 1919, según la documentación oficial. El 24 de agosto, el arqueólogo director del proyecto encargado de preservar los restos notifica que se ha localizado, además, gran parte de la planta el edificio conocido como Casa de Astrearena, así como restos de los accesos a la estación del Metropolitano "Red de San Luis", que se corresponden con los restos del pozo del ascensor. Y eso son palabras mayores.

El mito de Palacios

Bajo tierra, enterrados desde hace casi 100 años, no están solo las bases del famoso ascensor diseñado en 1919 por el arquitecto Antonio Palacios, que dio carácter a esta arteria de Madrid con su templete rematado con un techo ondulado. También hay restos de la decoración original. Máscaras de león. Elegantes azulejos de Manises pintado con mimo de verde con reflejos metálicos. Vestigios de otra época que siguen apareciendo hasta finales de 2019, cuando se excava milímetro a milímetro, cuidadosamente, hasta llegar a los 14 metros de profundidad.

Allí descansan aún los restos de la antigua estación y las huellas del arte de Palacios, el arquitecto que diseñó la red original del metro (1919) y edificios tan emblemáticos de la capital como el palacio de las Comunicaciones (1907), el Instituto Cervantes (1911) o el Círculo de Bellas Artes (1926).

Ante todos esos descubrimientos, las piquetas tienen que parar. Cumplir con el plan de acabar las obras en abril de 2019 ya es imposible. Desde entonces, se acumulan los retrasos.

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Explicación de la obra de conexión entre las estaciones de Gran Vía y Sol.Comunidad de Madrid

Aunque no da fechas exactas, la consejería de Transportes calcula que las obras del túnel estarán finalizadas en el primer trimestre de este año. Entonces podrán comenzar los trabajos de urbanización de la calle Montera y sus aledaños, que se extenderán hasta julio, según un contrato al que accedió este diario. Y en paralelo se acometerá la remodelación de la estructura de la estación, para hacerla accesible e instalar ascensores, lo que debería durar trece meses, según otro contrato firmado por la Comunidad. De ser así, los trabajos terminarían en 2021, rozando los dos años de retraso y casi los tres de obras.

Así, hasta cuatro presidentes autonómicos se habrán sucedido en el cargo mientras los preparativos y trabajos afectaban a una de las principales arterias de la capital: Cristina Cifuentes impulsó el proyecto en 2017, Ángel Garrido lo comenzó en 2018, Pedro Rollán siguió con la obra en 2019 e Isabel Díaz Ayuso espera rematarla entre 2020 y 2021.

Nada resume mejor el quebradero de cabeza en el que se ha convertido una de las propuestas estrella del PP para el transporte de Madrid. La inversión calculada para construir el túnel que conecte las estaciones de Gran Vía y Sol, modernizar la de Gran Vía y lograr la vuelta a la normalidad de las calles afectadas por las obras era de 18 millones. Hace mucho que la Administración sabe que ese Presupuesto se ha quedado corto.

Entorno complejo

"El ritmo de los trabajos está siendo más lento de lo que nos gustaría ante la aparición de vestigios arqueológicos", detalla un portavoz gubernamental. "Además, los trabajos en ejecución presentan una importante complicación técnica debido a que se actúa sobre infraestructuras antiguas y un entorno complejo con protección de patrimonio cultural", añade, en lo que constituye todo un recordatorio sobre las dificultades casi insalvables a las que se enfrenta el proyecto de soterramiento del tráfico en la Gran Vía que impulsa Vox. "Para preservar el patrimonio cultural, la Consejería de Transportes realizó un contrato de emergencia para realizar un proceso constructivo distinto al proyectado inicialmente y garantizar, así, la protección del patrimonio y la realización de las obras con seguridad". Y remata: "En principio, las obras de emergencia que hay en marcha por parte de la Dirección general de Infraestructuras está previsto que concluyan en los primeros meses de este año 2020. Posteriormente, empezarán los trabajos que tiene que acometer Metro, que se desarrollarán a lo largo de este mismo año".

Cuando todo acabe, las líneas 1 y 5 de Metro volverán a la normalidad. Gran Vía, una de las principales arterias de la capital, recuperará su estación de Metro, convertida hoy en un fantasma. Y volverá a erigirse en el corazón de Madrid el templete de Palacios, desmontado en 1970, y que por indicaciones de la Comisión Local para la Protección del Patrimonio deberá recuperarse de acuerdo a los planos del arquitecto. Da igual que la estructura original siga en pie y con buen aspecto en el pueblo natal de Palacios, O Porriño, en Galicia. Madrid construirá una réplica para lanzarle un guiño a la historia que habrá tardado al menos dos años... si no más.