Caso Polop. Juan Cano: "Aunque nadie se lo crea todavía siento la muerte de Alejandro"
Acusados del crimen del alcalde de Polop defienden su inocencia al final del juicio y piden al jurado que hagan Justicia con ellos
by mercedes gallego"Aunque nadie se lo crea, todavía siento la muerte de Alejando", ha dicho Juan Cano esta mañana durante su derecho a última palabra en el juicio por el asesinato del acalde de Polop. Cano, acusado de ser el presunto autor intelectual del crimen, ha defendido su inocencia al final de la vista y ha asegurado que todo este proceso le había arruinado la vida, tanto a él como a su familia. El exalcalde de Polop acusado de planear la muerte de su antecesor ha señalado que lo que más le ha dolido han sido las manifestaciones contra él de las hijas de Alejandro Ponsoda, "porque son las hijas de mi amigo y yo siempre he tratado de ayudarlas". Ha asegurado que ha sido la influencia de otras personas las que habrían predispuesto a ambas contra él. El derecho a la última palabra ha sido usado para implorar al jurado que haga Justicia con ellos porque son inocentes.
Otros acusados que han hecho uso de la última palabra han sido los checos Robert Franek y Radim Rakowski, acusados de ser autores materiales del asesinato. Casi entre lágrimas han asegurado al jurado que eran inocentes. "Tengo dos nietos y aún no los conozco. Eso es peor que perder la casa o el dinero", ha dicho Rakowski. Mientras que Franek ha sostenido que el testigo protegido que les ha involucrado en el asesinato actuaba en venganza tras enterarse de que había tenido relaciones con su novia. "Mandó a cuatro amigos a que me dieran una paliza y esa es la última vez que lo vi", ha dicho y ha mostrado fotografías de las lesiones habría sufrido durante esa agresión.
El jurado comenzará el lunes la deliberación, después de que la magistrada María Cristina Costa, les entregue el objeto del veredicto para que determinen qué hechos han quedado probados. La sesión de esta mañana ha estado centrada en los informes de las defensas de los acusados de ser los autores intelectuales del crimen, Cano, el empresario Salvador Ros, así como Ariel Gatto y Pedro Hermosilla, gerente y propietario del club de alterne Mesalina.
Las defensas han incidido tanto la falta de pruebas directas, como en las deficiencias de la investigación. En especial han puesto el énfasis en la falta de credibilidad del testigo protegido que, según ellos, ha incurrido en numerosas contradicciones y ni siquiera trabajaba de portero en el club de altene Mesalina cuando ocurrieron los hechos. El confidente sostiene que durante el verano del 2007 los cuatro acusados de haber orquestado el crimen le llamaron a los reservados del club de alterne para proponerle el asesinato, y que los dos checos más el español Raul Montero habrían sido los encargados de ejecutarlo, aunque sobre este último extremo en el juicio dijo que no sabía si habían sido ellos.
El abogado de Juan Cano, el letrado Javier Boix, han incidido en la falta absoluta de pruebas y que ni un solo testigo ha venido al juicio a relatar incidentes de enfrentamientos entre Ponsoda y Cano en el Ayuntamiento.