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La actriz Jessica Mann relató la relación de poder y violencia que vivió con Harvey Weinstein durante dos años tras haber sido violada durante el octavo día de juicio, este viernes 31 de enero del 2020. Foto: AFP

Jessica Mann relató que mantuvo una tormentosa relación con Weinstein por miedo tras haber sido violada 

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Jessica Mann, una de las dos acusadoras de Harvey Weinstein contó llorando este viernes 31 de enero del 2020 en su juicio en Nueva York que por "miedo" mantuvo durante años una relación con el exproductor de Hollywood, tras haber sido violada.

Jessica Mann, de 34 años, relató con la voz quebrada y a veces interrumpida por lágrimas cómo cuando buscaba empleo como actriz en Los Ángeles, y vivía en su coche porque no tenía dinero para el alquiler, fue agredida sexualmente por el acusado en dos oportunidades.

Y contó luego que fue violada el 18 de marzo de 2013 en un hotel de Manhattan, luego de que el acusado se inyectara en el pene un medicamento para mantener la erección.

Mann, que tuvo una infancia difícil en una granja lechera del estado de Washington, en Estados Unidos, es la tercera mujer que testifica ante el jurado de la corte penal estatal de Manhattan que el acusado la violó.

La defensa mantiene que Mann y Weinstein tenían “una relación cariñosa” y tienen decenas de mensajes entre ambos.

Durante su testimonio, Mann intentó explicar por qué continuó la relación, aunque no siempre con éxito.

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Jessica Mann relató la relación de poder y violencia que vivió con Harvey Weinstein durante dos años tras haber sido violada. Llegó al Tribunal de Nueva York junto con sus abogados este viernes 31 de enero del 2020. Foto: AFP

Dijo que creía que “venerar” a Weinstein y masajear “su frágil ego” le ayudaría, porque “pensaba que si (el productor) sentía rechazo, eso dispararía su ira”.

Tenía mucho miedo de Harvey Weinstein” del acusado, afirmó, y “estaba preocupada por proteger al actor con el cual estaba saliendo (...) que era bastante conocido”.

Al relatar su violación, Mann dijo que estaba alojada en un hotel de Manhattan, y que el productor alquiló allí una habitación pese a sus ruegos. “Entré en pánico (...) Yo sabía lo que estaba tratando de hacer”, dijo.

Luego Weinstein la llevó hasta la habitación y allí “con voz de sargento, cortante y enojada” le ordenó que se desvistiese y la penetró.

Después, en el baño, la testigo dijo que vio en la basura una jeringa con un medicamento para mantener la erección.

Dijo que no le contó a nadie lo sucedido porque le daba “tanta vergüenza”.

“Yo lo veía como veía a mi padre (...) Mi padre tenía una ira similar”, explicó. Pero cuando lo conoció, sintió que recibía “una bendición de Dios” porque era maravilloso para su carrera.

Weinstein, de traje gris, entró en la abarrotada sala de la corte penal estatal de Manhattan encorvado, caminando con la ayuda de un andador. Mascó chicle, tomó notas y negó con la cabeza algunas veces.

Aunque más de 80 mujeres le denunciaron por acoso, agresión sexual o violación, solo fue inculpado de la violación de Mann en 2013 y de la agresión sexual de la exasistente de producción Mimi Haleyi en 2006, ya que la mayoría de los delitos prescribieron.

Weinstein, de 67 años, se declara inocente. Si es hallado culpable enfrenta una pena máxima de cadena perpetua.