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El presidente de EEUU, Donald Trump, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

La OCDE anuncia un acuerdo para la Tasa Google, pero EEUU mata la negociación antes de empezar

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Los 137 países y territorios que negocian sobre la fiscalidad de la actividad digital en la OCDE han llegado a un acuerdo que sienta las bases de negociación del futuro impuesto que permitirá gravar a las multinacionales en el lugar en donde tengan sus clientes, aunque no dispongan allí de presencia física. Sin embargo, EEUU ha impuesto una cláusula en el marco de las conversaciones para que el nuevo sistema fiscal sea solo opcional para las compañías.

EEUU ha colocado un "puerto seguro" para Google, Amazon, Facebook y Apple en las negociaciones de la OCDE para diseñar un nuevo sistema fiscal a nivel mundial para gravar a las tecnológicas. "A día de hoy, si me preguntan si existe la posibilidad de un consenso para la implementación de un impuesto digital tras la idea de puerto seguro, creo que la posibilidad de éxito sería muy baja, extremadamente baja, casi nula". Así se ha expresado en rueda prensa Pascal Saint-Amans, director de política fiscal de la OCDE.

Pero, ¿en qué consiste el puerto seguro de EEUU? En un torpedo en las negociaciones para evitar una propuesta común entre los 137 países involucrados. Washington ha conseguido incluir en el compromiso alcanzado hoy para una propuesta común que pueda utilizar los países para gravar a las tecnológicas la posibilidad de que las empresas puedan elegir el régimen fiscal al que serían sometidas. Es decir, Amazon o Apple podrían decidir seguir pagando sus impuestos en Irlanda, aunque presten servicio en España y Francia, y estos países tengan unos impuestos especiales para ellas.

Un gran número de países han expresado la inquietud que les suscita esta idea estadounidense, pero han aceptado que ese punto figure en la lista de los temas en los que van a trabajar en los próximos meses, a cambio de evitar una nueva disputa comercial a la que se dirigían Francia y EEUU.

Por lo menos se evita más guerras comerciales de EEUU

Francia fue el primer país europeo en anunciar un impuesto a los servicios digitales, conocida como Tasa Google, gravando con un 3% ingresos de las grandes empresas tecnológicas. La respuesta de Trump fue amenazar con duplicar los aranceles sobre 2.000 millones de dólares de productos franceses si se aprobaba la ley. Macron decidió en la pasada semana retrasar su aplicación mientras se negociaba a nivel de la OCDE el diseño del impuesto, pero con la condición de que esté listo para final de este año.

Saint-Amans han explicado que los países han aceptado las condiciones de EEUU porque han querido evitar la perspectiva de que el comercio mundial se pueda ver obstaculizado por impuestos o aranceles aplicados de forma separada por unas y otras jurisdicciones.

Preguntado sobre las razones de que los países hayan cedido en sus posiciones iniciales para asumir la propuesta de la OCDE, Saint-Amans ha hecho hincapié en la "racionalidad" del sistema que se va a discutir, que vincula los impuestos que tienen que pagar las empresas con los consumidores que les permiten obtener beneficios. Pero ha reconocido que EEUU necesita proporcionar a los negociadores de otros países detalles sobre lo que significa "puerto seguro" y se ha mostrado escéptico que la idea estadounidense termine siendo para de un acuerdo internacional.

España también está pendiente de la Tasa Google. Incluso fue introducida en la última tentativa de Presupuestos de Pedro Sánchez. El Gobierno mantenía a final de año sus planes para lanzar un impuesto español sobre determinados servicios digitales.