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Rodrigo Moreno, en un partido con el Valencia. REUTERSHannah Mckay

La ida y vuelta de Rodrigo

El delantero ha vivido dos intentos fallidos de venta por parte del Valencia, que negoció en verano con el Atlético y en invierno con el Barcelona

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Atrapado en un bucle temporal de ida y vuelta, Rodrigo Moreno siempre se marcha para volver. Su cabeza tendrá que asimilar de nuevo que va a jugar en el Valencia hasta el final de temporada después de la penúltima intentona de venta por parte del dueño del club, Peter Lim, y de su consultor deportivo, Jorge Mendes. En cinco meses Rodrigo ha visto como se han hecho trizas dos traspasos, primero hacia el Atlético de Madrid y luego al Barcelona. Ninguno ha reunido 60 millones en efectivo para pagar su fichaje.

Con el visto bueno del jugador, Lim había decidido venderlo en este mercado de enero al Barcelona para hacer caja, decidido a dejar al equipo expuesto, sin su mejor efectivo en ataque, cuando encaraba un mes clave con todos los objetivos deportivos a tiro.

Lim y Mendes maniobraron en el mercado en el momento en que detectaron que el Barcelona buscaba un delantero para sustituir a Luis Suárez. El superagente contactó con Josep Maria Bartomeu, presidente azulgrana, y ofreció a Rodrigo. El Barça ya se había interesado por el internacional español durante el periodo de fichajes del pasado verano, pero al final viró hasta contratar a Griezmann y pagar una millonada.

Antes de enfrentar al Barcelona en la penúltima jornada de LaLiga en Mestalla, Celades, acorralado en la sala de prensa de Paterna, reconoció que había “una negociación abierta” para traspasar a Rodrigo. El jugador entró en la convocatoria, pero permaneció en el banquillo hasta el minuto 59. Su participación fue intrascendente en el 2-0 final, más allá de un par de carreras para presionar. Con la mente en otro lado, Rodrigo flotó. Los empleados del club de mayor rango tampoco ocultaron la intención de vender.

El lunes el presidente del club Anil Murthy viajó a Barcelona para cerrar junto a Mendes el acuerdo, pero tropezó con la falta de liquidez del Barcelona, que trató de incluir jugadores para abaratar la cifra de 60 millones que había fijado Lim en agosto. Oscar Grau, Ramon Planes y Eric Abidal, representantes del Barça en la reunión, ofrecieron a Abel Ruiz, Carles Pérez, Moussa Wagué o Monchu, pero Murthy, que probablemente hubiera aceptado negociar si se incluía a Nelson Semedo, los rechazó. “Son 60”, mantuvo el presidente, que se volvió a Valencia sin zanjar el trato.

El martes Rodrigo se desplazó a Barcelona a pasar revisión en la consulta de Ramon Cugat. La visita, en un contexto de venta, levantó sospechas. Cugat es el asesor médico externo del Valencia, pero también trabaja con el Barcelona. Celades explicó que el viaje de Rodrigo estaba programado ya que tenía cita para una exploración rutinaria en la rodilla izquierda tras su última lesión. El jugador volvió por la tarde, pero no entró en la lista para disputar los octavos de la Copa en León. Finalmente, el jueves por la noche Guillermo Amor garantizó en Barça TV que el conjunto culé no iba a hacer fichajes en este mercado. Este viernes, en cambio, firmó al extremo portugués Trincão para el próximo curso.

Rodrigo jugará este sábado en Mestalla ante el Celta tras dos traspasos desbaratados en cinco meses por falta de acuerdo económico. El Barça, como el Atleti el verano pasado, no ha podido pagar los 60 millones de euros en los que Peter Lim ha tasado a una de sus estrellas. Esta semana, que también ha sido rocambolesca en Mestalla, no ha alcanzado el esperpento del mes de agosto. Entonces Lim acordó con Gil Marín la venta de Rodrigo, que se despidió de sus compañeros en la ciudad deportiva, devolvió el coche del club, y marchó a Madrid para pasar revisión médica con el Atleti ante el cabreo del entrenador Marcelino. “Es la oportunidad de mi vida”, dijo en el vestuario. Pero Mendes, que orquestaba un triple negocio entre Milán, Valencia y Atleti con André Silva, Rodrigo y Correa, no pudo cerrar el círculo y todo se torció.

Rodrigo, aturdido por otra semana movida de ida y vuelta, deberá centrarse emocionalmente y recuperar su fútbol si quiere mantener su cotización y su estatus de delantero internacional con España ante la gran cita de la Eurocopa. Este verano, probablemente, Peter Lim lo volverá a colocar en el escaparate.

“Estoy convencido de que se recuperará. Además, tenemos una prueba real en el pasado reciente, que es lo que pasó en verano por su fichaje frustrado por el Atlético de Madrid. Todos habéis visto cómo supero eso y cómo ha jugado hasta ahora. Tiene experiencia, ya ha pasado por eso y sabrá afrontarlo”, explicó Celades.

El técnico, aliviado por la permanencia de Rodrigo en Paterna, contará con el jugador para atacar todos los objetivos de la temporada que se decidirán, en parte, en febrero. El tramo final de la Copa del Rey y la eliminatoria de octavos de la Liga de Campeones se ponen en juego inmediatamente. En LaLiga, además, el Valencia está a dos puntos de la cuarta posición, de nuevo, su gran objetivo. Sin Rodrigo el horizonte se preveía desolador.