La mortalidad por cáncer de pulmón sube un 0,2% en 2018 - El médico interactivo

El cáncer de pulmón es el tumor más mortal en España, tal y como recuerdan una vez más desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Con motivo del Día Mundial del Cáncer, que se celebra el próximo 4 de febrero, desde SEPAR han puesto de manifiesto que la mortalidad por cáncer de pulmón ha vuelvo a aumentar en España.

Si bien la mortalidad por cáncer de pulmón había descendido ligeramente en 2017 respecto a 2016, vuelve a mostrar una tendencia al alza en 2018. En concreto, en 2018, hubo 22.133 fallecimientos por este tipo de tumor en la geografía española, un 0,2 por ciento más respecto a 2017.

Disgregando estos datos, desde SEPAR también recuerdan que el cáncer de pulmón es el tumor más mortal en hombres y, desde el año 2017, el segundo en mujeres. Así, por cada cuatro hombres que lo padecen, hay una mujer afectada, pero el mayor aumento de mortalidad por este cáncer corresponde a las mujeres. De esta manera, en 2018, hubo 17.181 muertes por cáncer de pulmón en hombres, un 0,3 por ciento menos que en 2017, y 4.952 en mujeres, un 2,1 por ciento más respecto a 2017.

Proyecto ‘Cassandra’ y PD-L1

Ante este aumento, SEPAR está desarrollando el proyecto Cassandra (por las siglas inglesas de Cancer Screening Smoking Secession and Respiratory Assessment), para el cribado y detección tanto del cáncer de pulmón como de otras enfermedades derivadas del tabaquismo.

“El diagnóstico del cáncer de pulmón en estadio I y II es poco frecuente porque los tumores son asintomáticos o dan síntomas muy poco específicos. Esto lleva a que haya un retraso diagnóstico de estos tumores y que, cuando se diagnostiquen, el pronóstico sea peor y explica que la supervivencia sea de solo el 15 por ciento de los casos a los cinco años en el ámbito mundial. Por eso, debemos incidir en la importancia de realizar un programa de cribado, para poder detectar los tumores cuando aún sean operables y por lo tanto se pueda alargar la supervivencia de los pacientes. Sin duda, el neumólogo tiene un papel crucial en el diagnóstico de estos tumores primarios, mientras que el cirujano torácico lo tiene en su tratamiento quirúrgico”, destaca Juan Carlos Trujillo, cirujano torácico y coordinador del Área de Oncología Torácica de SEPAR.

En este sentido, desde SEPAR también trabajan por la implantación de técnicas diagnósticas avanzadas. En concreto, explican que el PD-L1, que es una proteína que se utiliza para seleccionar a los pacientes que son candidatos a recibir inmunoterapia para tratarse de su cáncer de pulmón. Actualmente, la técnica diagnóstica estándar para determinar la cantidad de PD-L1 es la biopsia. Pero, en muchos pacientes, por las dificultades que entraña extraer una muestra histológica (de tejidos) del pulmón, se obtiene un bloque citológico (de células se aspiran).

La existencia de ambas opciones plantea una controversia en la práctica clínica, puesto que todavía no existe un estudio prospectivo que respalde la validez de la citología frente a la biopsia en los pacientes con cáncer de pulmón avanzado que requieren de un diagnóstico con el biomarcador PD-L1 para decidir el tratamiento óptimo en su caso. Es por ello que desde SEPAR defienden que el manejo ideal de estos casos debe realizarse en los comités de tumores y desde ahí debe decidirse cuál es la mejor técnica para el diagnóstico de cada paciente.