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Los humanos con ascendencia africana tienen más genes de neandertal de lo que se creía (Princeton University)
Investigación

Los humanos con ascendencia africana también tienen genes de neandertal

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”Esta es la primera vez que hemos podido detectar la señal real de ascendencia neandertal en los africanos. Y sorprendentemente mostró unos niveles más altos de lo que pensábamos anteriormente”. Así de clara se ha mostrado la genetista Lu Chen, investigadora de la Universidad de Princeton.

Tras secuenciar el genoma de los neandertales en 2010, los científicos descubrieron que todos los humanos no africanos actuales tienen una ascendencia procedente de esa especie extinta del género Homo que habitó Europa, Próximo Oriente, Oriente Medio y Asia Central. La novedad es que Chen y su equipo han determinado ahora que este vinculo también se produce en poblaciones de África, lo que proporciona nuevos detalles sobre la historia humana.

Los humanos modernos en Asia, Europa y América heredaron aproximadamente el 2% del ADN de los Neandertales, lo que demuestra que las dos especies se cruzaron después de que los Homo Sapiens abandonaron el continente africano. Y a pesar de ser solo una pequeña fracción, sus implicaciones son muy elevadas.

Multitud de estudios ya han determinado que los genes neandertales no solo afectan potencialmente un puñado de rasgos fisiológicos que podemos ver con un simple análisis, sino que también parecen haber fortalecido nuestro sistema inmunológico para hacer frente a un mayor número de patógenos (ya sean virus o bacterias).

Hasta ahora, sin embargo, el estudio de la ascendencia neandertal en las poblaciones africanas había sido “un punto ciego” debido a limitaciones técnicas y, especialmente, a la creencia de que ambas poblaciones estaban geográficamente aisladas.

En este trabajo, publicado en la revista Cell , los genetistas han usado un nuevo método computacional llamado IBDmix. Este sistema se basa en lo que se conoce como “identidad por descendencia”. Es decir, que hay secciones genéticas que son idénticas en dos individuos por el simple hecho de que compartieron un ancestro común.

Un individuo comparte con sus hermanos aproximadamente la mitad de su ADN. Esa estadística baja cuando se comparan sus genes con los de sus abuelos. Si retrocedemos medio millón de años hasta una época en la que los neandertales y los humanos modernos compartían miembros de la misma familia, se pueden encontrar una fracción de ADN compartida simplemente por estar emparentados.

Los investigadores pudieron identificar así por primera vez la ascendencia neandertal en los africanos y, además, hacer nuevas estimaciones de su impacto genético en los no africanos, lo que mostró que los europeos y los asiáticos tenían niveles más iguales que los descritos anteriormente. Se creía que había una diferencia del 20% a favor de los orientales, pero ahora se reduce esta cifra a apenas el 8 por ciento.

El estudio determina que la ascendencia neandertal en los africanos no se debió “a un evento de cruce independiente entre ambas poblaciones”. Fueron las “migraciones de los antiguos europeos a África lo que permitió introducir la ascendencia neandertal en las poblaciones africanas”, indican los autores del análisis.

En segundo lugar, al comparar datos de simulaciones de la historia humana con datos de personas reales, los genetistas de Princeton llegaron a la conclusión que parte de la ascendencia neandertal detectada en los africanos se debía realmente a ADN humano que había sido introducido en el genoma neandertal, y no al revés.

Sus resultados enfatizaron que este flujo de genes que pasaron de humanos a neandertales “involucró a un grupo disperso de Homo Sapiens fuera de África” y que fue algo que ocurrió “hace al menos 100.000 años, antes de la migración que permitió a los humanos modernos colonizar Europa y Asia y antes del cruce que introdujo el ADN de los neandertales en los humanos modernos”.

”La hibridación entre Sapiens y especies estrechamente relacionadas es una parte recurrente de nuestra historia evolutiva”, señalan. “La mezcla ha jugado un papel destacado en la configuración de los patrones de variación genómica humana, incluido el flujo de genes con homínidos ahora extintos como los neandertales y los denisovanos”, añaden.