Duelo infantil: ¿Cómo podemos ayudar a los niños a superarlo?
El niño desarrollará inicialmente varias respuestas para confrontar la muerte de un ser querido
by RedacciónEl duelo infantil es una realidad y tú, como adulto, debes enfrentarla para que tus hijos no acarren traumas en exceso y se familiaricen con esa experiencia, que enfrentarán múltiples veces a lo largo de su vida.
En los siguientes apartados encontrarás respuestas comunes de los niños a la muerte, y con ellas hallarás una breve sugerencia de cómo puedes ayudar a tu hijo para que lidie con esa respuesta y con la muerte en general.
Culpa
Psicopedia indica que los niños pueden identificarse a sí mismos como la causa de la muerte, incluso cuando, generalmente, no tienen nada que ver con ella. Esto puede ocurrir para encontrarle algún tipo de razón al hecho.
Es importante que le digas a tu hijo que no hay relación alguna entre la muerte y él, por lo que no debe sentirse culpable. Rechazar esta vinculación de inmediato es fundamental para que no desarrolle sentimientos erróneos.
Ira
Tu hijo o hija puede desarrollar conductas agresivas después del fallecimiento, acciones que pueden dirigirse a sus compañeros de clase o hacia la persona fallecida. La ira puede ser una manifestación de su frustración e impotencia en torno al suceso.
Dile a tu hijo que la ira no resolverá nada, acompáñalo a manejar la furia que tiene consigo y guíalo para que descubra su causa y trabaje en ella.
Negación
Puede pasar que el niño o niña rechace el fallecimiento y considere que la persona sigue con vida, lo que se manifiesta en fantasías, o en referencias a dicha persona en tiempo presente.
Tienes que acentuar la ausencia de la persona y explicarle a tu hijo que no va a volver, ni siquiera con invocarla frecuentemente en el día a día.
Imitación
Ocurre con frecuencia que el niño imita las acciones y costumbres del fallecido, a veces inconscientemente, para no dejarlo ir del todo. Cuando eso ocurre, debes explicarle que la imitación puede despertar recuerdos dolorosos y que, además, atenta contra su personalidad.
El niño debe recurrir a sesiones de terapia durante su duelo en pro de su salud mental y para que empiece a manejar los sentimientos y emociones que acompañan la muerte de un ser querido. De este modo podrá evitar cicatrices emocionales que se manifiesten más adelante.