Entrevista: Jorge Padrón sobre abandonar Cuba y no llegar a Grandes Ligas
Jorge Padrón fue una estrella de Pinar del Río que no consiguió que Boston lo subiera a las Grandes Ligas
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Por Darien Medina Bonilla
Jorge Alberto Padrón Bravo jugó 5 Series Nacionales para Pinar del Río, con un promedio ofensivo de 329. En su etapa en la pelota cubana fue líder en indiscutibles con 131 en la temporada XLVI (2006-2007).
A Jorge Alberto Padrón Bravo nunca le dieron oportunidad en el Equipo Cuba, por más que me trate de convencer, mereció mucho más en sus 5 años en la pelota cubana. “Yo creo que no se fue injusto conmigo, había muy buenos peloteros en esa época, todos estaban ahí, aparte de que casi siempre iban los mismos, por el buen rendimiento en la Serie Nacional y les tocaba, tal vez uno menos que a otros, algún infiltrado que aparecía en la preselección y luego hacia equipo, pero ese caso era uno de mil”.
Es una tarde de sábado y cada mensaje de voz me llega con música de fondo y ese timbre seguro de Padrón de vivir sin arrepentimientos, ya en estos momentos de su vida las frustraciones son imposible esconderlas, no necesita hacerlo, ya no le quedan ninguna.
“Lo que me decepcionó fue no llegar (a las Grandes Ligas), uno se frustra y me aparté demasiado tiempo, pero si hubiera levantado cabeza, si hubiese salido y jugado, estuviese quien sabe, si en México en su liga principal, pero me decepcioné de verdad”.
Fue un período duro, pero antes de lanzarse por su sueño vivió grandes momentos en la Serie Nacional. “Fueron muchos los buenos momentos, mi primer año de novato, mi primer hit, ser líder en ese departamento durante una temporada, jugar una final contra Santiago de Cuba, los playoff contra La Habana, muchos buenos momentos, como quiera que sea fue una escuela, estoy orgulloso de haber bateado durante mis 5 años sobre 300, uno de los mejores en ese período”.
Aquella final contra Santiago de Cuba en que Pinar del Río fue barrido en 4 juegos le dejó a la afición local en ese momento muchos cuestionamientos. “Era muy buen equipo, se le llamaba la nueva aplanadora, estaba José Julio Ruíz, Héctor Olivera, Ronnier Mustelier, Rolando Meriño, era un equipo invencible”.
No fue un lanzador zurdo el que más difícil se le hizo, ese reconocimiento le tocó al desaparecido Yadier Pedroso, “me dominaba con mucha facilidad”.
Llega el tiempo de partir de Cuba, no existe una fuerza mayor que la búsqueda de nuevas aspiraciones. “Un futuro mejor para mis hijas, no pude llegar a donde quería, fue por cuestión de decisiones, ¿entiendes?, era otro camino, no tuve la suerte de llegar”.
¿En qué pensaste más, en ese mejor futuro o en llegar a las Grandes Ligas?
“En los dos, pero al no llegar, tocaba luchar para mi familia.”
Jorge Padrón salió de Cuba rumbo a República Dominicana. “Yo pasé un proceso duro, más de 20 pruebas de tiro a las bases, practica de bateo, juegos simulados”.
“Ellos van viendo la capacidad, prueba de rapidez en 60 yardas, eso era casi todos los fines de semana, entre semanas una gran cantidad de tiros, pero gracias a Dios logré el contrato”.
Nunca pudo vivir esa experiencia de las Grandes Ligas, pero si disfrutó de ese camino por las Ligas Menores.
“Eso fue algo único, una experiencia linda, es otro nivel, lanzadores de gran calidad, no te encontrabas pícher por debajo de las 94 millas, yo llegué a AA donde juegan todos los prospectos de las organizaciones, los números 1, 2 y 3, es la más difícil de todas las Ligas Menores”.
“El cambio fue brusco y lo que más sentí fue que aquí se tira mucho cambio, al contrario de Cuba, ese lanzamiento, más el frío me jugó una mala pasada, uno no está adaptado a competir con ese clima”.
“Es una experiencia muy bonita, ver tantas facilidades, los terrenos, verdaderamente te da deseos de entregarte, es algo inolvidable, no pude llegar pero estoy muy agradecido, de corazón no me arrepiento de no haber llegado, al contrario, lo que estoy es muy feliz de estar aquí, intenté, no se pudo, pero ahí vamos, fue una experiencia inolvidable, nunca será como las Grandes Ligas, pero todo muy bien”.
Son estos tiempos en que nos dividen entre exitosos o fracasados, y los que intentan imponer esas reglas entre ser un ganador o un perdedor, no les interesa el intento ni el empeño. Se gana muchas veces sin lograr lo más grande.
“No es fácil firmar en Grandes Ligas, son muchos peloteros, estamos en un país prestado, el idioma golpea mucho, pero tremenda experiencia, un logro por muy pequeño que sea es un logro”.
Se acercaba al sueño de las Grandes Ligas, ese que cada pelotero persigue y sueña, los Boston pedían a un Jorge Padrón jonronero, nunca llegó esa transformación y la paciencia de la organización fue bien corta.
Comenzaba un período largo sin béisbol y sin ese motor impulsor que tanto necesitó en ese momento. “La familia siempre es importante en ese proceso, estaba solo con la mamá de las niñas, mis padres que son el motor impulsor estaban en Cuba, no tenía ese apoyo, tenemos un libro en la vida, todos no podemos llegar, todos no lo podemos lograr, estoy muy agradecido de lo que hice en mi corta carrera dentro del béisbol, ahí están los números que es lo importante”.
“Estuve 3 años sin jugar, me decepcioné y le agradezco mucho a Alexei Ramírez, me motivó, me decía, tú puedes y entonces jugué dos años en México pero me lesioné un brazo y tuve que abandonar la liga”.
Jugué en la Liga Norte de México, ahí me fue bien, compartí con Michel Enríquez, Yadil Mujica y otros peloteros cubanos”.
“En esa época tenía a la mamá de la niña pequeña en estado y vine a vivir a Tampa y ya di por terminada mi etapa en la pelota, podía y puedo seguir jugando, pero aquí la cuestión es otra, hay que buscar la plata, aquí todo se paga”.
Ya no existe el béisbol en la vida de Padrón, ha dejado de existir mientras que esas otras necesidades de la vida se van imponiendo sobre las pasiones y los sueños. “No tengo deseos de jugar, todavía puedo tirar hasta los 38 años, claro que puedo, pero mi hermano la mentalidad cambia, te cambia todo, no es lo mismo”.
Me habla como si me conociese de toda la vida, cuando solo hemos intercambiado no más de 10 mensajes.
“Eso lleva una preparación, ya he cambiado el físico, no es decir voy a jugar y ya, eso lleva entrenamiento de un año, prepararte fuertemente, mentalmente, yo tengo el bate todavía, y pudiera prepararme en un año, pero no tengo ningún deseo de jugar béisbol”.
Y entre tantas palabras seguras hay una que sobresale por encima de todas. “Si ahora estuviese en Cuba, estuviera en el equipo nacional, tengo 33 años, todo el mundo se ha ido”.
Con el paso del tiempo, le quedó una añoranza, esa de ser un pelotero de 5 herramientas, con las que asegura que pudo haber abierto las puertas de las Grandes Ligas. “Nada más cambiaría ser un pelotero de 5 herramientas, yo soy ese hombre que iba a batear arrastrando el bate, eso era una virtud, no era un defecto, todo el mundo no lo puede hacer”.
Lo más cercano al béisbol en la actualidad dentro la vida de Jorge Padrón son los juegos de softbol los fines de semanas entre cubanos y que termina con un juego de dominó, trabaja en una fábrica de moldes entre el cemento y la cabilla, no se muestra defraudado y no se cansa de luchar.
Hay una confesión que no fue la del final, ni la del inicio estuvo en alguna parte de esta conversación. “Te digo la verdad, te sacan engañados, yo no era de equipo Cuba, si hubiese tenido un poco más de aval, hubiese sido diferente”.
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