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Italia y Francia hacen descarrilar la recuperación en Europa

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El PIB de la segunda y la tercera economía de la Unión Europea, Francia e Italia respectivamente cayeron inesperadamente en el último trimestre del año, poniendo en duda la recuperación de la zona euro. Alemania cerró 2019 con la menor expansión desde 2013, a falta de conocer con detalle las cifras de octubre a diciembre. Se esperaba una cierta aceleración de la economía europea una vez que se redujo la incertidumbre del Brexit y de la guerra comercial.

La economía de Francia e Italia hicieron aguas a final del año pasado poniendo en duda la recuperación de Europa. El resultado ha sido que el crecimiento de la zona euro registró una pobre expansión del 0,1% en la recta final del ejercicio, una décima menos respecto al tercer trimestre. El dato más débil desde el inicio de 2013 cuando el euro experimentó la recuperación después de la recesión.

Los expertos esperaban una ligera recuperación de la economía una vez pasada la tensión generada por el Brexit y gracias a la tregua comercial entre EEUU y China. Incluso el BCE mostró un tono más positivo al indicar su presidenta, Christine Lagarde, que "los riesgos a la baja se estaban reduciendo". Sin embargo, el PIB galo registró una contracción del 0,1% por una fuerte disminución de las exportaciones y una caída preocupante la producción de las empresas, que redujeron la inversión por el impacto de las huelgas.

El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha culpado de los malos resultados a las interrupciones en los puertos, la red ferroviaria y los depósitos de combustible, y destacó el consumo resistente y la inversión empresarial. El PIB anual se situó en el 1,2%, frente al 1,7% en 2018.

"Esta desaceleración temporal no cuestiona los fundamentos del crecimiento francés, que son sólidos", dijo a los periodistas en un comunicado. "No obstante, estamos particularmente atentos a las incertidumbres internacionales".

El gasto del consumidor se contrajo un 0,3% en diciembre, cuando el impacto de las huelgas fue más agudo. Los hogares recortaron los gastos en ropa, muebles y comida, según mostraron las estadísticas de Insee.

Italia certifica que es el eslabón más débil de las economías europeas

Por su parte, el PIB italiano se redujo un 0,3% en el cuarto trimestre. El peor dato registrado por la economía transalpina desde 2013, cuando todavía se encontraba sumida en la última recesión europea.Ese es el peor desempeño trimestral desde principios de 2013.

ISTAT, el organismo de estadísticas de Italia, culpó a la débil demanda interna, con un fuerte impacto provocado por el sector industrial.

Los economistas esperaban que la economía se estancara, pero una contracción de tal calado. En tasa anual, el PIB de Italiano registró cambios respecto a 2018, poniendo de relieve el estancamiento que sufre el país.

Las cifras conocidas hoy devuelven los temores a que cualquier nueva perturbación puede mandar a la economía europea a la recesión durante 2020. Alemania ya la esquivó el años pasado. Pero sus cifras de crecimiento adelantadas de PIB anual, con su ritmo de crecimiento más bajo desde 2013, anticipan un raquítico crecimiento en el último trimestre del año, a falta de detallarlo la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Por suerte, los primeros indicadores adelantados de comienzo de año apunta a que el sector industrial ha tocado fondo y sigue robusta la demanda interior.

La única gran economía de la zona euro que ha dado una sorpresa positiva ha sido España. El PIB del cuarto trimestre de 2019 ha superado las previsiones al crecer un 0,5%, pese a ello la tasa anual se ha situado en el 2%, el nivel más bajo desde 2014