Inédito. Son argentinos y podrían ganar juicios por US$90 millones contra bancos suizos

Los bancos suizos fueron, durante mucho tiempo, sinónimo de tranquilidad absoluta para los inversores argentinos. De hecho, se estima que hay 10.000 cuentas de argentinos en el país europeo, con un promedio de US$4,5 millones cada una. Sin embargo, en los últimos años un escándalo financiero hizo flaquear su prestigio.

En 2012 se reveló que los bancos suizos retuvieron ilegítimamente millones de dólares de sus clientes, motivo por el que ahora inversores de todo el mundo iniciaron juicios en su contra. Entre ellos hay ahorristas argentinos que, según estiman en el sector, están en condiciones de reclamar por un monto acumulado de alrededor de US$90 millones.

El punto de discordia son las "retrocesiones", es decir, las comisiones de entre 0,5% y 2% por volumen invertido que cobraban los bancos a los vendedores de instrumentos financieros por destinar el dinero de sus clientes a esos instrumentos. Las comisiones eran percibidas por los bancos sin importar el rendimiento, lo que generaba un conflicto entre lo más tentador para el banco y lo más redituable para el cliente.

Según un estudio de la asociación Swiss Banking, los bancos suizos cobraron solo en 2012 4200 millones de francos suizos (US$4300 millones) en retrocesiones, es decir, el 12,4% del valor agregado total de la industria bancaria suiza. "Si se considera que este sistema existía desde los años 80, se entiende que los bancos hicieron muchísima plata por debajo de la mesa", dijo a LA NACION desde Alemania Elisabeth Bachbauer, gerente de Ventas de Liti-Link, una firma suiza que se dedica a litigar para recuperar esas comisiones.

En 2012 la Corte Suprema suiza consideró ilegal esta práctica y otorgó la posibilidad de hacer reclamos a los inversores damnificados. La sentencia determinó que si bien esas comisiones son de los clientes, los bancos no tienen la obligación de devolver el dinero activamente y, por lo tanto, los interesados en recuperarlas deben iniciar acciones legales.

El problema es que la ventana para litigar es cada vez más pequeña. Se puede reclamar por comisiones generadas solo 10 años hacia atrás y gran parte de los cobros de estas comisiones se produjeron antes de 2012, aunque hay algunos casos posteriores.

Según datos del sector, se estima que hay 10.000 cuentas de argentinos en Suiza por un promedio de US$4,5 millones cada una, lo que totaliza unos US$45.000 millones. Si se considera que solo la mitad de ese dinero está invertido en productos financieros por los que los bancos recibieron retrocesiones (porque el dinero en efectivo guardado o el oro físico depositado quedó excluido del mecanismo) y se toma una tasa de 1% sobre el volumen invertido, se puede calcular que los inversores argentinos están en condiciones de reclamar un monto acumulado de US$90 millones.

La empresa Liti-Link asegura que tiene cerca de 60 clientes argentinos y cree que el universo potencial de los damnificados es mucho mayor. La firma se hace cargo de los costos del reclamo y solo cobra si obtiene un resultado favorable en la Justicia, instancia en la que retiene el 40% del monto restituido. Hasta ahora, aseguran haber tomado unos 900 casos de todo el mundo -sobre todo de Alemania, Reino Unido, Suiza e Italia- de los cuales 300 finalizaron exitosamente.

Un caso concreto

De acuerdo con la calculadora de Liti-Link, si un inversor argentino tuvo US$4,5 millones invertidos en un banco suizo entre el 2006 y el 2013, podría reclamar 153.200 francos suizos (alrededor de US$158.600), pero no otros 224.767 francos suizos (US$232.659) fuera del plazo de reclamo.

Un caso real de un cliente argentino muestra que un abogado que tuvo un depósito en Suiza desde 1998 equivalente a 980.000 francos suizos (más de US$1 millón) e inició en 2018 el proceso para recuperar el dinero retenido, pudo hacer un reclamo por casi US$42.500 en comisiones. Después de deducir los costos externos y la participación en las ganancias de Liti-Link, recibió un reintegro de US$23.800.