Hotel Club Amigo Atlántico Guardalavaca: Calidad de los servicios y profesionalidad
El eslogan Su casa lejos de casa no es una simple frase repetitiva del Hotel Club Amigo Atlántico Guardalavaca, sino sello distintivo del mayor Tres Estrellas del Caribe, ganado por la calidad de los servicios, sazón de sus platos y profesionalidad del colectivo de más de 300 trabajadores en la atención a los huéspedes.
Los que recuerdan sus inicios, allá por julio de 1989, nunca olvidan que la segunda instalación turística construida en Guardalavaca nació con luz propia y marcó el inicio de un ambicioso programa inversionista, previsto en el Plan de desarrollo turístico Atlántico Norte —como se conoció en esos años— para convertir a esta zona en un importante polo vacacionista para extranjeros y nacionales.
El edificio de cuatro plantas surgió a escasos metros del mar con 233 habitaciones, un restaurante buffet y otro especializado; recepción, piscina, y tres bares, dos de ellos fuera y uno dentro de la alberca y con operación a través de varios planes de alojamiento, que se pagaban en efectivo.
Pero, a partir de la estrategia de comercialización de Todo Incluido, asumida en varias instalaciones de Cubanacán S.A, se acogió a este novedoso sistema de servicio en 1998, que aún mantiene ya como un gran complejo turístico con el nombre de Hotel Club Amigo Atlántico Guardalavaca, al sumar a sus predios, desde el 4 de mayo de 2002, el célebre y por donde comenzó todo lo relacionado con el turismo internacional en Holguín, el hotel Guardalavaca; además de las villas bungaló Turey y Guardalavaca.
Así, hoy completan esta planta hospedera más de 740 habitaciones, desde las más baratas hasta las caras, pero donde el clientes puede acceder a todos los servicios multiplicados en tres restaurantes buffet y cuatro especializados, 10 bares, dos snack bar, cuatro piscinas, áreas deportivas y miniclub infantil y otros atributos, según explicó Dianelis Almaguel Claro, comercial de la instalación, quien resultara anfitriona, durante el recorrido por el lugar.
La casa, lejos de casa
Con esta historia sobre sus “hombros” hoy esta casa de muchos materializa resultados merecedores de encomio. Para hablar de esos dividendos nadie mejor que el joven George Barroso Grave de Peralta, quien lleva las riendas del complejo hotelero junto a un grupo de contemporáneos y otros de mayor experiencia en el sector.
“Hace varios años venimos consolidando nuestro producto y la muestra más fehaciente es el índice de satisfacción del cliente por encima de cuatro puntos logrado al cierre de diciembre. En 2019, el 51,3 por ciento de los criterios estuvieron entre excelentes y muy buenos en sitios de opinión, para así relucir como el de mayor puntuación en los meses finales”, comentó.
Uno de esos exponentes del buen servir es el cantinero Alberto Jara Batista, fundador de la actividad turística en Guardalavaca y de este hotel, donde resulta un Rey para los clientes de cualquier nacionalidad por su carisma y espontaneidad y para sus colegas, el líder innato que los impulsa en las tareas sindicales.
Todos estos detalles contribuyen a la alta repitencia de turistas alcanzada, con más del 21 por ciento de enero a abril, etapa llamada de la temporada alta y en los meses de julio a agosto, el 12 para el mercado nacional, cifra alta en estas lides, pero en el año completo los amigos fieles reportan el 18 por ciento.
Barroso puntualizó que en 2019 “fuimos el único hotel del destino en cumplir el plan de turistas/días, al tiempo que el mercado nacional alcanzó un crecimiento de más del 130 por ciento, lo que habla de la adecuada relación calidad/precio, que hace a la familia cubana preferirnos no solo en los meses de vacaciones en verano”.
Y con ese mismo ritmo han comenzado 2020, cuando en enero mantienen una ocupación por sobre el 70 porciento, principalmente de canadienses y rusos, cuya predilección hacia esta casa se hace visible, pues de los vacacionistas de ese país llegados a Holguín el 38 por ciento se aloja aquí; aunque también holandeses y alemanes buscan como refugio esta planta hotelera de Cubanacán en Holguín.
Para seguir satisfaciendo a sus clientes repitentes son los cambios fundamentales con que abrieron este año, en lo esencial, dirigidos a renovar determinados espacios o servicios, como rediseños de productos, áreas nuevas, almuerzos y cenas exclusivos; excursiones, ofertas especiales de precios y otros detalles y novedades, que hasta el visitante menos observador al regresar, tras algún tiempo de ausencia, nota el afán existente allí por rejuvenecer este cuatro en uno, de los de más años en servicio en el polo turístico holguinero.
De poner la sazón me encargo yo…
La sazón es otra de atracciones que hacen retornar a muchos a este hotel. Y de esto se ufana Gerardo Laffita Carralero, el chef, bajo cuyo mando están todos los cocineros de restaurantes especializados, mesa buffet y cafeterías.
“La mayor satisfacción y orgullo es que los clientes reconozcan nuestro trabajo, no haya quejas. Por eso siempre andamos investigando cuáles son las preferencias de los visitantes de acuerdo con su país de origen. Por ejemplo, ahora hemos introducido varios de los platos de la comida rusa, porque tenemos bastante clientes de esa nación, ya a los canadienses los conocemos, al igual que los holandeses, alemanes, pero ellos son de un nuevo mercado que debemos complacer”, afirmó complacido.
Así de detalles está complementada esta casa, lejos de casa, que a pesar del tiempo sigue siendo un club de muchos amigos, a donde siempre regresan los interesados en ser bien servidos.
(Tomado de Ahora)