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Un vigilante de parquímetro en Barcelona.ALBERT GARCIA

Barcelona aprueba que los coches contaminantes paguen más por aparcar

Colau saca adelante su primer presupuesto por la vía ordinaria con los votos de ERC y JxCat

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El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó este viernes la nueva ordenanza de aparcamiento regulado en la vía pública, donde la principal novedad son las tarifas variables en función de las emisiones de los vehículos. Así, estacionar costará hasta 4,25 euros la hora, el precio más caro de un cuadro tarifario donde algunas tarifas llegan a doblarse. Por contra, los coches con etiqueta cero emisiones no pagarán. En el mismo pleno la alcaldesa Ada Colau consiguió aprobar sus primeros presupuestos en cinco años. Unas cuentas de 3.033 millones de euros que apoyaron ERC y Junts per Catalunya.

Que preparen la cartera quienes quieran aparcar en la calle en Barcelona, en las áreas azul y verde, las que no son de vecinos residentes en la zona. De hecho, el Ayuntamiento asegura que la subida de tarifas y su vinculación a las emisiones persigue “desincentivar el estacionamiento en superficie y diferenciarlo del aparcamiento subterráneo”.

Aunque en el centro, tampoco habrá tanta diferencia con los precios de los aparcamientos bajo tierra: los municipales cobran 3,2 euros la hora y otros privados, como los de SABA, hasta 4,4 euros la hora. Las nuevas tarifas de aparcamiento entrarán en vigor en unos días, cuando los publique el Boletín Oficial de la provincia de Barcelona. Comportarán 13 millones de euros más de ingresos durante al año 2020.

Encarecer el coste de aparcar en la calle se enmarca en el paquete de fiscalidad ambiental que ha emprendido este año el gobierno de coalición y que busca ponérselo cada vez más difícil a los coches para circular por Barcelona.

El aumento del coste también afecta a los vecinos de Barcelona, que hasta ahora podían no pagar nada si no tenían multas. Un indulto que procede del mandato del exalcalde Xavier Trias con el que ahora acaba Colau: los vecinos volverán a pagar un euro a la semana en las plazas para residentes y lo harán también en agosto. Y a los foráneos, además del aumento de la tarifa por hora, tendrán que pagar también a en las horas de mediodía, cuando hasta ahora era gratis.

Colau pide a la Generalitat y el Gobierno que aprueben sus cuentas

La ordenanza se aprobó con los votos del gobierno Colau (comunes y PSC), y el apoyo de ERC y Junts per Catalunya. Con los mismos apoyos, republicanos y neoconvergentes, logró la alcaldesa aprobar el presupuesto que logra el mayor apoyo conseguido en el Ayuntamiento en democracia, 33 de 41 concejales. Colau quiso agradecer su apoyo al tomar la palabra de forma extraordinaria, un turno en el que reiteró la idea de que el acuerdo “abre una nueva etapa” de diálogo. En este sentido, pidió que se aprueben también las cuentas de la Generalitat y el Estado, “porque llevan años prorrogados y los servicios básicos están al límite”. El concejal de Presidencia, Jordi Martí, admitió que “sin presupuestos en Cataluña y España probablemente [las cuentas de Barcelona] no podrán cumplir con todo lo que está previsto”.

Respecto al presupuesto, que si alcanza los 3.033 millones de euros es por una histórica subida de tasas e impuestos, el crecimiento es del 14,6% respecto a 2019. En global, las inversiones ascienden a 622 millones (164 más que el año pasado), de los que 512 corresponden al ayuntamiento y 109 al Instituto Municipal de Vivienda y a la empresa municipal BSM (que gestiona los aparcamientos, el zoo o el Tibidabo, entre otros servicios).

Y entre las inversiones destaca el salto que hacen las destinadas a vivienda: pasan de 73 millones de euros en 2019 a 171 millones en 2020. Un aumento, de más del doble, que se debe en parte a 50 millones impuestos por ERC y en parte a las nuevas promociones que se iniciarán durante el año, después de finalizar la tramitación de solares y adjudicaciones de proyectos y obras. Entre las inversiones destacan también los casi 49 millones de terminar los túneles para soterrar la Gran Via a su paso por Glòries o 35 del plan de barrios para reducir las desigualdades en el Besòs.

Colau se da dos meses para decidir sobre el Hermitage

El PP logró este viernes apoyo unánime a una proposición que pide que el ejecutivo aclare su postura definitiva sobre el Hermitage antes de abril, tras los cuatro informes que esta semana dieron portazo al proyecto. Barcelona pel canvi instó a dar conformidad al proyecto, pero retiró su texto. El PP acusó a Colau de actuar “por ideología” y Barcelona pel canvi —la formación de Manuel Valls— de decidir el no al proyecto antes de los informes y de actuar con una visión “provinciana de la cultura”. Valls arremetió contra Josep Ramoneda, autor del informe sobre el proyecto cultural: “¿Quién es Ramoneda para decidir si se necesita o no un Hermitage?”. ERC reprochó a las dos partes su falta de claridad, JxCat que la ciudad no tiene proyecto museístico y Ciutadans pidió el coste de los informes. El teniente de alcalde de Cultura, Joan Subirats, respondió: “La gente viene a Barcelona por lo que somos capaces de construir y ofrecer, no por ser sede de espacios y de franquicias donde la gente de manera provinciana viene a ver lo que no es propio de la tarea cultural de la ciudad, nosotros somos distintos de otras ciudades que han optado, legítimamente, por este modelo”.