Rufián evita la guerra y deja pasar el "error" de cancelar la mesa de diálogo por parte de Moncloa
Primera crisis en la nueva fase de diálogo con Cataluña y que permitió desatascar la legislatura en el resto del país gracias al acuerdo de ERC y PSOE. El Gobierno se comprometió al final a arrancar, sin esperar a que se celebren las elecciones catalanas, la mesa de diálogo pactada por la investidura de Pedro Sánchez.
A mediodía el PSOE y parte del Gobierno daba una información contradictoria sobre que era mejor cancelarla hasta que Cataluña tuviera nuevo gobierno y estallaba una crisis. Al final, por la tarde del jueves, tenía que acudir urgentemente a Moncloa el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, además de recibir Pedro Sánchez varias llamadas telefónicas del vicepresident de la Genelitat, Pere Aragonès, también de ERC.
Este viernes, Rufián explicaba lo sucedido en una entrevista en la 'Cadena SER', pero sin echar más leña al fuego y dejando pasar este episodio de encontronazo. Eso sí, lo cortés no quitaba lo valiente, y el republicano dejó claro su malestar por cómo se enteraron de esa postura del Ejecutivo progresista: "Nos enteramos por la prensa, la buena noticia es que estamos haciendo política". Pero le restó polémica y dejó zanjado el asunto: "Mucho de lo que pasó ayer no salió de la mala fe, el Gobierno hizo una lectura equivocada. Les faltaba información, quisimos ser útiles".
Igualmente, repitió las duras condiciones para que haya legislatura, algo que muchos consideran un chantaje: "Si no se cumplen los acuerdos es complicado seguir adelante". Y es que durante el debate de investidura Rufián ya lo dejó claro: "Si no hay mesa, no hay legislatura". Sin embargo, el propio político combate esa mala imagen: "No quiero que la gente se vaya con la idea de que amenacé, solo recordamos la importancia de ese espacio de resolución política".
En cuanto al diálogo prometido, explicó que "aún no se ha constituido la mesa de diálogo porque antes tienen que hablar Pedro Sánchez y Quim Torra". Además, dejó claro que las elecciones prometidas por Torra pueden llegar en varios meses: "No hay elecciones convocadas (...) puede pasar mucho tiempo, puede ser en octubre".