El extraño caso del opositor reconvertido en 'asesino'
by JAVIER ESTRADA- Alberto López protagoniza 'Para toda la muerte', una comedia negra dirigida por Alfonso Sánchez sobre un maduro estudiante que debe liquidar a su gran rival
Gracias a unos cortos que arrasaron en YouTube, Alberto López (Sevilla, 1976) pasó de ser un actor desconocido a tener su pequeña legión de fans. Más tarde, su participación en películas como Ocho apellidos vascos y El mundo es nuestro y la serie Allí abajo le han convertido en un rostro popular para el gran público. Ahora, junto a su inseparable Alfonso Sánchez, protagoniza Para toda la muerte, una comedia negra dirigida por Sánchez en la que López se convierte en un opositor que hará todo lo posible para lograr su ansiada plaza en la Administración Pública. Incluso, llegar a matar a su principal rival por un puesto.
¿Hay que ser muy atrevido para convertir en protagonista de una comedia a un opositor?
Algo así. Tiene tela, ¿no? (risas). Sobre todo, por cargarme a la espalda la responsabilidad de representar a miles de opositores, con sus sueños, sus miedos, sus triunfos y sus derrotas. Ha sido un proceso muy bonito y no quería volverme loco al meterme en un mundo, el de los opositores, que da para muchísimas historias.
¿Hasta dónde crees que puede llegar alguien en busca de un sueño?
Ya se dice en un momento de la película que «la desesperación puede sacar al monstruo que todos llevamos dentro». Ya sea para bien o para mal, como le pasa aquí a José Vicente, mi personaje, que intenta matar a alguien para conseguir una plaza. Hay quienes toman la vía rápida....
Sin desvelar ninguna sorpresa, conviene advertir que cuando José Vicente entra a la casa de un rival, los acontecimientos se suceden sin parar....
Salvando las distancias, es un poco como El guateque, donde llegaban invitados y no paraban de suceder cosas. Aquí ocurre algo parecido, con una casa que se llena poco a poco de invitados extraños con propósitos muy concretos. Me gustaba estar en una película tan coral como ésta.
Para promocionar el filme, Alfonso Sánchez y tú habéis protagonizado una gira por toda España megáfono en mano y repartiendo folletos...
Pues sí, empezamos tres semanas antes del estreno, nada más darle los regalos a nuestros hijos. Alfonso y yo hemos hecho casi de todo: pasear a varios grados bajo cero, repartir miles de folletos, liarla en un mercadillo un domingo... Pero así es esta profesión, en la que encadenas proyectos que te hacen estar fuera de casa y asumes sacrificios. De alguna manera, los artistas de este país somos opositores por amor el arte.
No todo el mundo es capaz de hacer algo así...
Puede. Creo que es, en parte, un ejercicio de humildad, modestia, pundonor y hasta supervivencia cuando se te cierran las vías convencionales para llegar a la gente que te quiere ver. Aquí hemos tomando otro camino, que es recorre España y decirle a la gente cara a cara que estrenamos Para toda la muerte. El otro día leí una frase que decía: "pon lo mejor de ti en cada cosa que hagas por muy pequeña que sea". Y algo así hemos hecho.
¿Sería arriesgado asegurar las risas en esta película?
Yo a tanto no me atrevo. Pero te diré que quienes la han visto se han reído muchísimo y le dan sentido a que es una comedia. El maestro Emilio Martínez-Lázaro ya dijo en su momento que, aunque hiciera una comedia, no quería que la palabra 'comedia' apareciera en los carteles hasta que la gente la viera y se riera. Y si lo decía el maestro...
Tras Ocho apellidos vascos y Allí abajo, ¿qué percepción crees que tiene de ti el público?
Pues más que Ocho apellidos vascos, la serie ha hecho que note mucho más el cariño de la gente. Que alguien te haya visto en su casa, en pijama, hace que de alguna manera hayas compartido parte de su intimidad. Y eso hace que agradezca mucho verte en la calle promocionando esta película. Si hasta hubo un padre que llamó a sus hijos para que bajaran de su casa ¡para vernos a Alfonso y a mí!