Los clientes perrunos también tienen derecho a una tapa
Una vermutería de Vilagarcía ofrece a los perros galletas de xoubas con frambuesa y de hígado con manzana
by manuel méndezA cualquier cliente le agrada que cuando pide una consumición en un bar le pongan un pinchito. Que si unas pastas o bizcocho con el café, aceitunas o tortilla para bajar el vermú, unos buenos garbanzos acompañando al vino... ¿Y ellos? Pues ellos, los perros que miran a su dueño con ojos golosos, también tienen su propia tapa.
La vermutería, cafetería y coctelería Stocolmo 2.0, en la peatonal y céntrica calle de A Baldosa, en Vilagarcía de Arousa, es uno de esos locales de moda que admiten perros. Y no es solo que los dejen entrar, sino que también han convertido el acceso a las mascotas en uno de los reclamos o tarjetas de presentación del establecimiento.
Y después de tantos años recibiendo clientes de cuatro patas e innovando, por ejemplo lanzando al mercado su propia marca de vermú y una de helados artesanos elaborados con este mismo producto, ahora el Stocolmo 2.0 -recientemente premiado como el negocio mejor adornado con motivos navideños-, presenta un nuevo producto: las galletas artesanas, personalizadas y elaboradas con mimo para sus clientes caninos.
Es una idea que está dando buenos resultados, a juzgar por la reacción de los canes y el agradecimiento de sus dueños, que básicamente consiste en ofrecer "un detalle" a los canes que visitan la cafetería, al igual que se hace con los humanos cuando se les sirven en la mesa o la barra aceitunas, bollos preñados, frutos secos, empanadillas o cualquier otro pincho.
Esas galletas para perros, que viendo cómo las devoran se les antojan deliciosas, tienen forma de hueso y diferentes sabores. Las hay, por ejemplo, de xouba con frambuesa, pero también de hígado con manzana.
Sin conservantes ni colorantes
Todas ellas son elaboradas "artesanalmente, sin colorantes, sin conservantes y con ingredientes de máxima calidad y seleccionados", evitando aquellos que puedan ser susceptibles de provocar algún tipo de intolerancia o reacción alérgica entre los peludos clientes.
Se trata, además, de "galletas elaboradas bajo supervisión veterinaria", suministradas por una empresa especializada en este tipo de alimentos. No se trata, en consecuencia, de ninguna tontería.
Es, simplemente, "un detalle que queremos tener con esos otros visitantes fieles que también tenemos, nuestros amigos los perros", explican los responsables del negocio.