Alejandro Zertuche: Y ahora ¿Quién podrá defendernos?

Nuestra ausencia como ciudadanos no nos permite evaluar lo que realmente necesitamos.

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Alejandro Zertuche FuentesFuente: Cortesía

El paradigma de que el gobierno es quien sirve y protege al ciudadano, ha construido una ciudadanía ausente en México que no le permite participar en la agenda nacional ¿Estaremos frente al fin de una democracia en nuestro país?

Así tengamos un sistema democrático de primer mundo, el resultado siempre será el reflejo del inconsciente colectivo que representa las emociones de los ciudadanos. Votar con miedo o enojo por ejemplo, no permite construir una democracia sustentada en los perfiles que necesita un país, estado o ciudad para ser gobernados.

El caso claro es Nuevo León donde, por enojo con los partidos políticos y sus gobernantes en escena, se votó por un independiente que se mostró “Bronco” por resolver los principales problemas del estado y hasta ahora nada pasó. Esto no es nuevo, ha sucedido con diferentes gobernantes históricamente en todo el país y de todos los niveles de gobierno, donde nuestra ausencia como ciudadanos no nos permite evaluar lo que realmente necesitamos.

Tenemos historias de candidatos de novelas, técnicos, jóvenes, con mucha experiencia, empresarios, el que viene de abajo, el que tiene todo y no robará, el de derecha, el de izquierda, del centro, etc. Y al final todo termina con un final parecido. Entonces ¿Qué es lo único que no ha cambiado?… la respuesta es: nosotros.

Es importante que podamos vernos en autorreferencia y descubramos como es que desde lo individual podemos empezar a cambiar las formas. No necesitamos ningún tipo de líder con máscara, necesitamos mexicanos comprometidos con un claro propósito. Nadie será perfecto y todos cometerán errores, sin embargo podremos empezar a decidir conscientemente como es que queremos construir el México que queremos.

¿Cuándo nos daremos cuenta de que todos somos responsables de la situación de nuestro país? Lo importante es descubrir qué es lo que podemos aportar en nuestro entorno. No es posible verlo de forma global mientras no resolvamos lo que esta frente a nosotros. No podemos quejarnos de la contaminación cuando todos la fomentamos. No podemos culpar de violencia cuando consumimos medios informativos y polarizamos en redes sociales. Ni nos hemos dado cuenta de que los famosos #lords son una representación misma de nuestra sociedad.

Es sencillo enjuiciar de lejos y no hacernos responsables. Es el camino mas fácil y divertido, sin embargo esto construye lo que no queremos. Es muy sencillo culpar a la cultura del mexicano que representa el comportamiento social y no hacer nada. Los gobernantes nunca podrán solos. Nuestra democracia inicia desde la participación en el día a día y no solo en las elecciones ¿Qué has hecho por tu comunidad o tu ciudad este sexenio? ¿Te has acercado a pedir audiencia para resolver problemas que veas en el camino con tus gobernantes cercanos? ¿Has servido a tu país de alguna forma que permita mejorarlo?

Por supuesto que las malas decisiones o planes de los gobernantes también tienen su responsabilidad. Solo que ellos llegan por nosotros y se mantienen el tiempo que nosotros queramos. Al final votar y darle la espalda a nuestra responsabilidad de ciudadano es como no haber votado. Nuestro sistema político es parte del problema, sin embargo ahí tenemos nuestra responsabilidad también de no hacer nada por cambiarlo.

¿Queremos cambiar a nuestros gobernantes? Pues empecemos a participar. Si vemos que no todos tienen la cultura de participación, empecemos a enseñar a los demás con nuestro ejemplo y tiempo para compartirlo. Desde lo más sencillo que es la basura, no es posible que gastemos tanto dinero en limpiar nuestras ciudades, mejor empecemos enseñando a los demás con el ejemplo y de forma cordial como cuidarlas.

La tecnología es clave para fomentar nuevas formas de participar. Podemos aprovecharla debidamente para construir una mejor sociedad que en equilibrio transforme lo necesario para lograr un cambio de rumbo. Dejemos de creer que alguien más nos salvará de lo que sucede a nuestro alrededor y empecemos a tomar la responsabilidad de forma consciente para dejar de buscar héroes ilusorios. Dejemos de culpar sin participar. Dejemos de fomentar la polarización. No estamos solos, somos millones los que queremos un mejor México y solo nos falta tener la voluntad para iniciar el camino a ello.

Si no es el personaje de mallas rojas, ahora realmente ¿Ya sabes quién puede defenderte?

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.