Arousa: El pleno de Cambados transcurre entre gritos, con la policía en la sala y Abal expulsado

Se debatía la moción sobre los problemas de robos en A Pedreira. La alcaldesa dice haber sentido «vergüenza ajena», el PP señala que llegó a valorar abandonar la sesión y José Ramón Abal habla de «abuso de poder»

A gritos y con la policía local en la sala. Así transcurrió parte del pleno celebrado anoche en Cambados en el que la alcaldesa, Fátima Abal, acabó expulsando al concejal de Cambados Pode, José Ramón Abal. Una situación insólita pues en muchos años, al menos desde el 2009, nunca hubo que recurrir a esta vía tan extrema.

Se debatía la moción presentada por Cambados Pode en relación a los robos que están sufriendo en los últimos tiempos en las casas de A Pedreira. Había consenso previo por parte de todos los grupos para aprobarla, pero José Ramón Abal optó por mantener una actitud beligerante durante el debate. Tanto, que la alcaldesa tuvo que llamarlo al orden en dos ocasiones y llegó a pedir un receso en la sesión instando al edil de la oposición que se tranquilizase. Pero Abal se negó a abandonar la sala y siguió vociferando y lamentándose de la falta de democracia en el Concello de Cambados.

Así las cosas, argumenta la alcaldesa, «era imposible seguir celebrando el pleno con una persona en ese estado» y dio la orden a los agentes de la policía local para que procedieran al desalojo del edil. Abal todavía tardó en recoger su chaquetón y ausentarse del pleno. Entre tanto, a Luis Aragunde (PP) se le podía escuchar durante la retransmisión en directo a través de Internet que se hace de los plenos -vídeo que se puede visionar en el portal de transparencia del Concello- frases como «non salgas José Ramón», «un poco exagerado, pero iba bien» y «marcharnos con él ..., no sé yo». Estaba hablando con su compañera de filas, Isabel Fole, y Aragunde no reparó en que tenía el micrófono abierto porque coincidió que estaba en el uso de la palabra cuando estalló el momento de mayor tensión. Fátima Abal se llegó a levantar y encararse al portavoz de Cambados Pode en lo que, afirma la socialista, fue uno de los momentos más desagradables que le ha tocado vivir en los plenos. 

Se da la circunstancia de que Fátima y José Ramón Abal fueron socios de gobierno en el anterior mandato, con el cuatripartito, lo cual hace especialmente chocantes escenas de este tipo. En opinión de la regidora, el edil de Vilariño pretende adquirir un protagonismo exacerbado en los plenos, ahora que es oposición, y anoche lo llevó al extremo aprovechando que había vecinos en la sala convirtiendo la sesión «en un circo». «Se portó como un maleducado, sentí vergüenza ajena», señala la socialista, y desveló que incluso recibió insultos al salir del pleno por parte de una mujer que estaba entre el público.

Ya con José Ramón Abal fuera de la sala, el resto de la corporación votó su moción y la aprobó por unanimidad «porque aunque había cosas inasumibles, ya había acuerdo en la comisión informativa para aprobarla».

El PP se mantuvo en su sillón, aunque llegó a valorar la posibilidad de abandonar también la sala, según reconoce Luis Aragunde, pues aunque califica la actitud de José Ramón Abal de exagerada, considera que la alcaldesa tampoco supo manejar la situación. «Había outros xeitos de relaxar o pleno», apunta el líder popular.

José Ramón Abal también se pronunció esta mañana sobre lo sucedido. «Foi unha mostra de autoritarismo e de abuso de autoridade. Si, non estaba no meu turno de palabra, pero iso non é motivo para botarme. Nalgún momento insultei a alguén? Como non vas estoupar cando che din que o Concello non pinta nada, que non ten competencias no tema? Para que está a policía local, só para meter multas? Como é posible que cobrando a alcaldesa 40.000 euros sin sequera se reunira cos veciños?».  Abal augura un mandato convulso «pois temémonos que cousas coma esta van volver pasar, en vez de rebatir con razonamentos o máis doado e botarte fóra», señaló. Fátima Abal, por suparte, también tuvo hoy palabras de reproche hacia la gestión de su otrora compañero de gobierno, «pues cuando fue concejal de Seguridad Ciudadana no hizo nada en este tema».

El pleno ordinario continuó hasta la medianoche, aunque no dio tiempo a abordar el capítulo de mociones de urgencia, en el que el PP pretendía presentar una iniciativa en relación a la Lei de Costas. Sí se aprobaron, por unanimidad, la moción del BNG en defensa de la sanidad pública, la del PP sobre mejoras en los centros educativos y otra del grupo popular en relación a la adopción de medidas para potenciar el comercio local, aunque en este caso salió adelante con la abstención de PSOE y Somos. Las otras mociones de Pode quedaron sobre la mesa al no estar su concejal presente. Además, en esta sesión se dio cuenta de la renuncia de la concejala de Somos Carolina Laya y tomó posesión la nueva edila del PSOE, Milagros Martínez.