Inter-Barça, una historia cruzada
Helenio Herrera, Luisito Suárez, Ronaldo Nazario y Samuel Eto’o marcan un vínculo entre los clubs que se enfrentan hoy en Milán
by Xavier MuñozInter-Barça, Barça-Inter. Es un Clásico del fútbol, más por una historia cruzada de mitos y leyendas que por lo que se ha visto cuando se han enfrentado en el campo, que también. Cuatro nombres propios forman parte de la gran memoria común de ambos clubs: Helenio Herrera, Luis Suárez, Ronaldo Nazario y Samuel Eto’o.
Helenio Herrera, triunfal en Barcelona, el más grande en Milán
Forma parte de los entrenadores más recordados de la historia del Barça y del Inter. Apodado ‘El Mago’ o ‘H.H.’ a instancia propia, dirigió entre 1958 y 1960 al FC Barcelona con un Laszi Kubala ya crepuscular y un Luisito Suárez creciente. Ganó dos Ligas ante el Real Madrid de Alfredo di Stéfano, a lo que añadió una Copa de Ferias y una Copa, pero perdió el cargo al caer en la Copa ante los blancos y por un problema con las primas. Ya muy entrado en años, entre 1979 y 1981, volvió al Barça en situación de emergencia, reclamado por Josep Lluís Núñez. Fue al salir del Barça en su primera etapa cuando, mientras los rumores le colocaban en el Real Madrid, firmó por el Inter. Fue el mayor acierto de la familia Moratti en su historia al frente del club ‘nerazzurro’: entre 1960 y 1968, H. H. ganó tres ‘scudetto’, dos Copas de Europa y dos Intercontinentales.
Luis Suárez, el crack que dejó el Barça para hacer grande al Inter
Su vínculo con el Barça y el Inter tiene que ver con Helenio Herrera. El técnico reclamó su fichaje a Moratti y el Barça, tras perder la final de Berna ante el Benfica por culpa de los postes cuadrados, accedió en 1961 a su venta para acabar con el debate entre suaristas y kubalistas y, sobre todo, por los 25 millones de pesetas que calmaron su economía. Suárez, aún hoy único Balón de Oro español, fue el genio que condujo al ‘grande Inter’ a sus mejores logros. Jugó allí hasta 1970 y ganó tres ‘scudetto’, dos Copas de Europa y dos Intercontinentales.
Ronaldo Nazario, del fulgor del Camp Nou a las lesiones en Milán
Como ocurrió 35 años antes con Helenio Herrera y Luis Suárez, fue importante el consejo de Luisito Suárez a Moratti, hijo del presidente que le fichó, para llevarse del Camp Nou a Milán al mejor futbolista del momento, Ronaldo Nazario. En 1996, Moratti había rechazado pagar al PSV los 2.500 millones de pesetas -15 millones de euros de hoy- que habrían anticipado su aterrizaje en el Giuseppe Meazza. Esa cifra sí la abonó el Barça, que disfrutó de la mejor temporada de Ronaldo en su vida. Los 47 goles que el brasileño marcó de azulgrana sí convencieron a Moratti a pagar los 4.000 millones de pesetas -24 millones de euros- de su cláusula de rescisión y llevárselo a Milán, donde las lesiones le impidieron rendir a su nivel.
Samuel Eto’o, triplete doble
Aunque la lista de nombres con pasado común en el Barça y en el Inter incluye a ilustres como Héctor Scarone, Luis Figo, Laurent Blanc, Thiago Motta, Edgar Davids, Philippe Coutinho y ahora Alexis Sánchez, nadie tuvo más éxito que Samuel Eto’o con las dos camisetas. Malvendido al Inter a cambio de Zlatan Ibrahimovic y 45 millones de euros más, Eto’o se tomó una dulce revancha. Tanto es así que tras ser pieza clave en el primer triplete de la historia del Barça en 2009, al año siguiente, repitió la secuencia de conquistar Liga, Copa y Champions League con el Inter, eliminando en semifinales al Barça. Fue en una polémica eliminatoria marcada por el pésimo arbitraje del portugués Olegario Benquerença, paisano del técnico interista, José Mourinho, también con historial culé pero siempre en cargos de menor rango, su auténtica espina en un gran curriculum.
Inter y Real Madrid, final ganada, cracks regalados
Si en el pulso Barça-Inter, visto con perspectiva histórica, salió claramente beneficiado el club italiano en las transacciones de mercado realizadas con el Barça a lo largo de su historia -Helenio Herrera, Luisito Suárez o Samuel Eto’o, contra Francesco Coco, Zlatan Ibrahimovic o Maxwell- no puede decirse lo mismo de su mercadeo con el Real Madrid. Dos casos paradigmáticos ilustran ese pésimo negocio interista: Moratti prácticamente regaló a uno de los mejores laterales de todos los tiempos, Roberto Carlos, al Real Madrid, que en 1996 apenas pagó 600 millones de pesetas -poco más de tres millones de euros- por el brasileño. En 2002, el Inter colocó a Ronaldo Nazario, flamante campeón del mundo, al Real Madrid. Los blancos pagaron 45 millones de euros. Ronaldo, casi siempre lesionado en Milán, marcó en el Bernabéu 104 goles en cinco temporadas. Eso sí, la única final de Copa de Europa que enfrentó a Inter y Real Madrid, en 1964, fue para los italianos (3-1). Fue el fin de la ‘era Di Stéfano’ en la casa blanca.
Uno fundado en un Gimnasio, el otro en un restaurante
La lista de curiosidades que unen a Barça e Inter las establece también alguna diferencia fundacional. Pocos entornos tan distintos para crear el club como el gimnasio Solé que albergó en 1899 el alumbramiento del FC Barcelona y. nueve años después, el Ristorante Orologio, donde se cocinó la creación del Internazionale de Milano.
Nunca han bajado a Segunda
También hay puntos en común que les hacen sentir orgullosos: ni Inter ni Barça saben lo que es bajar a Segunda en Italia o España.
De la niebla de 1970 al volcán de 2010, aliados interistas
Por último, la insólita incidencia de factores nada típicos en el fútbol marcaron dos enfrentamientos europeos de Barça e Inter y siempre favorecieron al Inter. El 28 de enero de 1970, una espesa niebla tomó el Giuseppe Meazza y obligó a suspender un Inter de Milán-FC Barcelona de la Copa de Ferias en el minuto 30. El encuentro se reanudó el 4 de febrero y acabó 1-0 a favor de los ‘neroazzurri’. En 2010, en la ida de la semifinal de la Champions League, una extraña nube de cenizas provocada por el volcán islandés Eyjafjäll obligó al Barça a realizar un largo viaje en autocar hasta Milán al cerrarse el espacio aéreo en toda Europa. El Barça cayó 3-1 por tres factores: se relajó tras anotar Pedro Rodríguez el 0-1 y entre el volcán Eyjafjäll y el arbitraje de Benquerença, que dio un gol en fuera de juego al Inter y escamoteó dos penaltis al Barça, se hizo el resto.