Santiago: El Concello incluirá en el concurso la subrogación del personal de la escuela de música si lo ampara la ley
Mantendrá la «sorprendente» decisión del gobierno de CA de autodenunciarse por considerar que la anterior licitación es dañina para los intereses de Raxoi
El nuevo concurso para elegir a la empresa encargada de la gestión de la escuela de música incluirá la subrogación del personal siempre que esté recogida esta obligación en el convenio colectivo por el que se rigen los trabajadores de este centro.
El alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, anunció que el nuevo pliego se sacará en los próximos meses, después de adoptar la decisión de desestimar el proceso de contratación iniciado por Compostela Aberta, y al que solo se presentó una empresa. Cabe esperar, y así lo dijo el alcalde, que la empresa adjudicataria (diferente a la que actualmente gestiona la escuela) presente una alegación ante la decisión del Concello de no adjudicarle el servicio. En el nuevo pliego se introducirán cambios en las condiciones económicas, porque Bugallo apuntó que será necesaria su actualización al considerar que hay un desajuste en el coste real del mantenimiento de la escuela.
El Ayuntamiento mantendrá, en cambio, la decisión del anterior equipo de autodenunciarse por considerar que el anterior concurso es dañino para los intereses de Raxoi. Aunque Bugallo reconoce «sorprendente» que el propio Concello considere dañino un concurso que él mismo convoca, mantendrá la denuncia porque es una vía para poder iniciar nuevamente todo el proceso.
El problema con la gestión del centro surgió cuando el personal de la escuela de música, junto a los padres de alumnos, se opusieron a la contratación de la nueva empresa, porque no subrogaba al mismo personal. Algo que la amparaba por no estar recogido en el pliego como una obligación, sino como una mejora. Actualmente, la gestión de la escuela está sin contrato y la empresa manifestó su deseo de no seguir manteniendo la concesión por no ser viable económicamente. De hecho, el alcalde no descartó que los gestores reclamen al Concello las cantidades que puedan estar perdiendo.