Fibra, líquidos y ejercicio contra las hemorroides
El estreñimiento, el alcohol y las comidas especiadas empeoran la inflamación de las venas del ano.Y ante el sangrado hay que descartar siempre que la causa no sea únicamente las almorranas
by Carme EscalesCuando las venas en los márgenes del ano o en la zona inferior del tracto rectal se inflaman, como varices que se dilatan por acumulación de sangre, pueden causar picor y dolor. Son las hemorroides, también conocidas como almorranas. Cuando sangran conviene que un médico confirme que la sangre provenga únicamente de las venas inflamadas y descartar un cáncer de colon, colorrectal o anal.
La incidencia de la patología hemorroidal ronda el 5% de la población global. “Afecta en la misma frecuencia a hombres y mujeres y, aunque puede darse a cualquier edad, lo hace más entre los 45 y los 65 años”, precisa el jefe de la Unitat de Cirurgia de Còlon i Recte del Hospital del Vall d’Hebron, Eloy Espín. “Hay diferentes teorías sobre el origen de las hemorroides, pero la teoría anatómica más aceptada es la conocida como ‘de Thompson’ en la que se argumenta que la base de esta patología es un defecto en el sustento muscular de las hemorroides en el canal anal, que da lugar al prolapso de las hemorroides. Y el estreñimiento con heces duras también es un factor provocador de síntomas de sangrado en las heces”, añade Eloy Espín.
Primeras señales
Las hemorroides sintomáticas no siempre duelen. Sus síntomas más comunes son el prolapso –protuyen por el canal anal-, el sangrado y, en ocasiones se producen también coágulos en las hemorroides (trombosis hemorroidal). “Muchas veces, las hemorroides internas –dentro del canal anal, en zona mucosa- solo producen sangrado y, como no tienen sensibilidad, no producen molestia o dolor”, precisa el especialista del Vall d’Hebron. Las hemorroides externas están en la salida del canal anal, en zona de piel perianal. Hay pacientes con hemorroides internas, otros las presentan externas y algunos tienen ambas.
Pero en cualquier caso, según Espín, “no hay que alarmarse, pues las hemorroides nunca se relacionan con otras enfermedades, ni se malignizan. Sí se debe consultar con un especialista, un cirujano colorrectal o un proctólogo para confirmar que el origen del sangrado por el ano sean las hemorroides y descartar otras patologías".
El tratamiento dependerá de los síntomas. El más común pasa por modificar la dieta y los hábitos defecatorios. Los métodos locales, como pomadas, se prescriben en los casos más precoces. En casos más avanzados se puede realizar, en la propia consulta la ligadura hemorroidal, para interrumpir el suministro de sangre a la almorrana. “En menos de 10% de los casos se necesitan procedimientos quirúrgicos para fijar el canal anal (pexia), o la resección del tejido hemorroidal”, declara Espín.
Prevenir
Es importante evitar todo aquello que empeora las hemorroides, como el estreñimiento o el esfuerzo defecatorio prolongado y las heces duras, la ingesta importante de alcohol y de comidas con especias. Para prevenirlas, se aconseja seguir una dieta abundante en fibra y con ingesta adecuada de líquidos, evitar permanecer en el lavabo mucho tiempo, realizar ejercicio físico y la correcta higiene en la zona perianal.