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XOAN A. SOLER

Santiago: El acusado de acuchillar a su compañera de piso: «Non a quixen matar, para min era coma unha nai»

Samuel Vidal asegura que actuó influido por una enorme ingesta de alcohol y cocaína y que quiso suicidarse en prisión cuando supo lo que había hecho

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A Samuel Vidal Pérez en Boiro le llamaban el Ventos. Quizás porque, según recoge el propio escrito de acusación que le ha sentado frente a un jurado popular en Santiago, «era conocido en el ambiente que cuando ingería alcohol y cocaína se ponía en una actitud extremadamente violenta». Y aquel 30 de julio del 2017 hubo mucha bebida, mucha droga y mucha violencia. El acusado vivía en casa de su víctima, Carmen Dieste Dieste, de 66 años de edad, y cuando aquella noche se marcharon sus amigos y se quedaron solos algo pasó en la cena que hizo que discutieran al punto de que él acabó apuñalándola con un gran cuchillo de cocina. Ante el tribunal, Vidal achacó a la ingesta de estupefacientes lo ocurrido y negó que la quisiese matar: «Para min era unha amiga, coma unha nai», afirmó.

La Fiscalía ha tenido en cuenta que Vidal Pérez estaba bajo los efectos del alcohol y la cocaína cuando mató a Carmen Dieste, pero solo aprecia una alteración de sus facultades y no una anulación, por lo que pide para él una pena de doce años y medio de prisión. En el medio de los entre diez y quince que estipula el Código Penal para el delito de homicidio. La defensa, sin embargo, sostiene que no era dueño de sus actos y que nunca tuvo la voluntad de acabar con su vida y resalta que intentara hacerle varios torniquetes y que llamara al 112 cuando la vio tendida en el suelo sobre un charco de sangre.

El acusado aceptó contestar las preguntas de la Fiscalía, aunque sus respuestas fueron tan vagas que la representante del ministerio público tuvo finalmente que interpelarle varias veces para que aclarara si admitía haber matado a su compañera de piso o no. «Si, creo que si», respondió alegando que tenía «lagoas». «Aínda hoxe non o asimilei, non sei que me pasou», señaló Samuel Vidal, que relató a la sala cómo se intentó suicidar cuando en prisión le contaron que ella había muerto y que su recuerdo le atormenta cada día. «Preferiría morrer eu e que non morrera ela. Teño soños e soño con ela», explicó.

Su versión de los hechos es diferente a la de la acusación pública. En ella, según relató en el juicio que se celebra en la sección compostelana de la Audiencia Provincial, ambos bebieron y se drogaron durante todo aquel 30 de julio del 2017. Por la noche, cuando se quedaron solos en la casa de Boiro y estaban cenando, él asegura que fue ella la que inició una discusión y que, muy alterada, cogió un cuchillo y le amenazó de muerte, lo que le llevó a subir al piso superior de la vivienda, donde hubo un forcejeo y, sin que recuerde cómo, Carmen Dieste acabó muerta a puñaladas.

La Fiscalía sostiene que fue él el que cogió el cuchillo y el que persiguió escaleras arriba a la mujer, a la que acabó dando muerte en el cuarto de baño, donde ella intentaba refugiarse. Una vez admitido que la mató, el jurado popular tendrá que decidir si Samuel Vidal era consciente de lo que hacía o si, como asegura su defensa, tenía anulada por completo su voluntad por haber bebido mucho alcohol y consumido grandes cantidades de cocaína.