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Foto: Imagen Ilustrativa
FUNDACIÓN OSDE

"El abordaje del paciente siempre es mejor que sea multidisciplinario"

La dermatóloga pediátrica Laura Brufau brindará una charla junto a la médica pediatra, Carolina Fessia en el Auditorio de la Fundación OSDE. La charla está dirigida a padres de niños que padecen la enfermedad.

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria y crónica -no contagiosa. ¿cómo se manifiesta?

La primera manifestación es la piel seca, lo que llamamos xerosis, luego como característica de la enfermedad aparece el prurito (picazón) y los eccemas. Los eccemas son placas de piel roja, muchas veces agrietada o lastimada y con descamación. Habitualmente se ubican, según la edad, en distintas localizaciones, por ejemplo, en los bebés se ven afectadas las mejillas, el pliegue del cuello y las zonas externas de brazos y piernas. En los niños de la primera infancia los eccemas se localizan preferentemente en los pliegues de codos y rodillas. Y las dermatitis atópicas que persisten en la edad adulta afectan principalmente manos y pies, a grandes rasgos, aunque también pueden presentarse eccemas en cualquier parte del cuerpo. Hay personas que tienen más predisposición a tener una dermatitis de contacto, por ejemplo, si usan metales, cadenitas, anillos, etc., pueden salir eccemas. Además, algunos pacientes pueden tener otras enfermedades asociadas, como asma o rinitis alérgica, ya que tienen una base inmunológica muy similar.

¿La genética puede ser una de las causales?

Si, definitivamente una de las causas es genética, por lo general hay algún antecedente familiar, papá o mamá, que han tenido algún tipo de alergia, ya sea respiratoria o de piel. Otras de las causas son: inmunológica y ambiental. Y, además, existen factores desencadenantes o gatillantes. Muchas veces se dice que la dermatitis atópica es psicosomática y los padres en la consulta refieren que el niño o la niña “es muy nerviosa/o, es muy exigente” y de alguna manera se lo hace cargo o culpable de lo que le sucede. En realidad, estos niños ya tienen una predisposición de ser así, y los brotes se pueden manifestar en cualquier momento. Lo puede desencadenar el cambio de clima, el contacto con metales, perfumes, la ropa de lana, polar o nylon, o también, se puede desencadenar por un estrés emocional.  Cualquier cosa que pueda angustiar a un niño podría ser desencadenante de un brote. Esto no quiere decir que los niños con dermatitis atópica deban vivir sin angustias o inconvenientes normales de la vida diaria, sino que solamente sirva para “anticiparse” a cómo puede reaccionar y aprender a manejar estas emociones. Hay momentos en los que están muy bien, parece que se curó y no tiene nada, y de repente vuelve a manifestarse. Esto es lo que hace a la dermatitis atópica tan frustrante, tanto para el paciente como para su familia y para el médico que la trata.

¿Por lo general afecta a bebés y niños, ¿no?

La mayoría de los casos aparece en los bebés y en la primera infancia, es decir, en menores de seis años. También afecta a adolescentes y adultos, en menor proporción.

¿Se puede prevenir?

En realidad, lo que se puede hacer es cambiar algunos hábitos como para prevenir, pero, a ver, si se está genéticamente predestinado no lo vamos a poder evitar, pero vamos a poder mejorar los síntomas. ¿Cómo?, usando jabones cremosos o syndet (sin detergentes), humectando mucho la piel con cremas o emulsiones dermatológicamente testeadas para pieles atópicas y usando productos hipoalergénicos. Por lo general no se tiene la costumbre de humectar la piel del bebé, es un hábito que no lo tenemos internalizado, y habría que hacerlo, eso previene muchos brotes e infecciones.

¿De qué se tiene que cuidar el paciente que la padece?

Fundamentalemente se debería cuidar de que todo lo que entra en contacto con su piel sea hipoalergénico. Por ejemplo: evitar pinturas, maquillajes o esmaltes, evitar metales (bijouterie, botones de la ropa). Usar ropa de algodón en contacto directo con la piel, etc

La dermatitis atópica puede ser leve, moderada o severa, según el grado de afectación que tenga. La leve se lleva y se puede hacer una vida normal, la modera a severa imposibilita varias cosas. En estos casos es muy importante el seguimiento dermatológico.

El deporte, ¿es un aliado?

Si, totalmente, siempre es importante que puedan descargar energías, porque hay chicos que no pueden dormir bien por la picazón, a la noche por lo general pica más y se rascan dormidos, así que el deporte les hace muy bien. Es muy saludable que hagan deporte y los médicos no deberíamos prohibírselos. Lo que hay que tener en cuenta es el tipo de vestimenta que usan para que no le generen eccemas. Por ejemplo, los chicos que juegan al fútbol con canilleras a veces se le generan eccemas de contacto o a las nenas que hacen danza y usan cancanes, también pueden tener brotes en los sitios de roce. Entonces hay que ver qué deporte le gusta y tratar de buscar alternativas de vestimenta. Si van usar canilleras, que antes de colocarlas usen crema cicatrizante. En danza, si es posible asistir a los entrenamientos con calzas de algodón de color claro, sería mucho mejor para su piel. En Dermatitis atópica no se recomiendan los baños de inmersión con agua caliente, pero aprender a nadar desde edades tempranas ya sabemos que ayuda a evitar accidentes, por lo tanto, podemos adaptarlo teniendo la precaución de que luego de la actividad se dé una ducha con agua corriente y se humecte muy bien la piel.

¿Existe algún medicamento que les dé una mejor calidad de vida a los pacientes?

Lo mejor es cambiar los hábitos y hacer un tratamiento tópico con cremas humectantes.

Cremas con corticoides y antihistamínicos por vía oral serán indicados y recetados por el dermatólogo o pediatra que lo trate en el momento oportuno.

Los antihistamínicos son más que nada para tratar el síntoma, es decir, el prurito, no va directamente a la causa, pero si, mejora mucho la calidad de vida.

Existen nuevos tratamientos para dermatitis atópica, reservados para pacientes con DA severa. Me refiero a los tratamientos biológicos, anticuerpos monoclonales como el Dupilumab. En la actualidad no está aprobado para menores de 18 años. Y en adultos recién están empezando a usarse en nuestro país en forma de protocolos.

Cabe destacar que en pacientes con dermatitis atópica severa es muy importante el tratamiento multidisciplinario. El dermatólogo debe ir de la mano del pediatra que es quien conoce de manera integral al paciente. Muchas veces consultamos al inmunólogo y alergista, porque pueden existir tratornos de la inmunidad asociadas. Si tiene, como te decía antes, alguna patología respiratoria asociada deberá intervenir el neumonólogo. El gastroenterólogo y nutricionista también son importantes porque en algunos casos se asocia a enfermedad celíaca o alergia a la proteína de la leche de vaca. La pérdida del efecto de barrera de la piel afectada en esta enfermedad puede generar desnutrición con lo cual el tratamiento conjunto con el médico nutricionista colabora mucho con la mejoría del paciente.

El paciente con dermatitis atópica como en cualquier enfermedad crónica necesita del apoyo de un equipo médico, de la familia y de la sociedad.

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Foto: Gentileza

Más info en: https://depielintegral.com.ar/dermatologia-pediatrica/