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Cenizas de muertos de las que nacerán los árboles

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Estudiantes crearon una urna funeraria biodegradable. “Pensamos insertar el producto en el mercado regional y nacional”, adelantaron.

En el marco del primer aniversario del Club de Emprendedores de esta ciudad, se desarrolló el tercer concurso de ideas innovadoras “Inn-Oberá”.

Luego de la selección de ocho finalistas, el jurado otorgó el primer puesto a “Ether”, una urna funeraria biodegradable que surgió de la cátedra Gestión de Diseño en la Empresa II de la carrera Diseño Industrial, en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).

Se trata de una contenedora de cenizas pensada para ser insertada en la tierra y permitir la segura germinación y crecimiento de un árbol, fabricada con pasta de cartón reciclado, 100% biodegradable, ecológica y de producción local. Busca brindar una experiencia diferente en la forma de afrontar la pérdida física de un ser querido, aportando a la conciencia ambiental y promoviendo la siembra de árboles.

El proyecto pertenece al grupo de estudiantes que culminaron el cuarto año, conformado por Nicolás Ayala, Diana Eisen, Sofía Galeano, Leticia Minuzzo, Celeste Rebak, Facundo Schuster y Brenda Staudt.

“Mediante una serie de estudios realizados por nuestro equipo sobre acciones ecológicas y cómo aplicarlas en la sociedad, hallamos una oportunidad de acción en un rubro desatendido en la región NEA: el contexto mortuorio. Hasta el momento hay una escasa oferta de productos y un mínimo número de ellos responde a la conciencia ambiental”, explicaron los estudiantes.

“También observamos falta de espacio en los cementerios; una creciente tendencia hacia la cremación; ofertas de difícil acceso económico; en respuesta a esta observación, buscamos hacer frente a la situación con una alternativa que respondiese a la conciencia ambiental, que generase un cambio de paradigma en el ritual mortuorio y, además, una solución a la falta de espacio en los cementerios”, argumentaron.

 

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Cómo funciona

La urna consta de dos partes principales. La primera es un contenedor superior, en el cual serán enterradas las semillas, de las cuales vendrán 10 unidades dentro de un sobre contenedor, y además incluye una pastilla compactada de turba (sustrato rico en nutrientes) que ayudará a la nutrición en la germinación y crecimiento del futuro árbol. El contenedor inferior contendrá las cenizas del difunto/a para quien se efectuó la compra de la urna.

Está preparado para contener hasta dos kilos de cenizas, teniendo en cuenta que esa es la cantidad que genera la cremación de un adulto promedio. Ese segundo contenedor quedará insertado en su totalidad en la tierra.

“La urna puede ser utilizada con cualquier cantidad de cenizas dentro de los 2 kilos (sólo una porción o su totalidad), tanto de humanos como de animales, ya que al biodegradarse permite que las cenizas se integren al suelo y que el árbol las utilice como sustrato (medio en el cual se desarrollará). El diseño de esta estructura mantiene las semillas separadas de las cenizas, hasta que las mismas germinan y crecen lo suficientemente fuertes como para comenzar a desarrollarse en el sustrato que le proveen las cenizas. Esta combinación de sustratos sucede cuando la urna comienza a biodegradarse luego de las cuatro semanas”, detallaron los creadores de Ether.

 

“Valor añadido”

Según ellos, es la única urna del mercado nacional que prioriza al “branding emocional” en su propuesta de valor, ya que “no ofrece una urna contenedora de cenizas funerarias: ofrece conectar con las personas a través del valor añadido de la experiencia y la memoria emocional, generando una confianza incondicional que conlleva a la preferencia de la marca frente a la competencia”.

Desde la perspectiva ambiental, “alguien se sentará en una sombra mañana, porque alguien decidió plantar un árbol hoy. Los grandes cambios se logran con pequeñas acciones, y la nuestra empieza con este proyecto”, argumentaron.

“Para nosotros, ganar el concurso representó una gran oportunidad de dar a conocer el proyecto, el diseño que puede salir desde esta parte del país que no es tan reconocida y demostrar que los jóvenes somos el futuro y que no estamos perdidos, estamos muy comprometidos con la sociedad, con el ambiente y con nosotros mismos. Nunca se nos pasó la idea de llegar a esta instancia, de que se contacten con nosotros para saber más, para ofrecernos financiamiento, pero ahora es tan real o posible que pensamos insertar el producto en el mercado, regional y nacional. Estamos súper entusiasmados y orgullosos de nuestro trabajo”, subrayaron los jóvenes.