https://www.primeraedicion.com.ar/wp-content/uploads/2019/12/07-itati-foto2.jpg

Itatí reunió una vez más a los devotos del Litoral

by

Miles de fieles de Corrientes, Misiones, Chaco y Entre Ríos rezaron, cantaron, agradecieron e hicieron pedidos a la Virgen.

Desde el viernes e incluso antes, miles de peregrinos partieron desde la capital provincial y otros puntos de Misiones, Corrientes, Chaco y Entre Ríos, entre otros lugares del país y el exterior, para llegar hasta el Santuario de la Virgen de Itatí, ubicada en la localidad homónima a la vera de la ruta 12 y en cercanías con el río Paraná.

El sábado por la noche llegó un multitudinario contingente de feligreses, sobre todo desde Posadas, que marcharon -en una caravana interminable- en bicicletas, colectivos, caballos y autos, como así también los que lo hicieron por vía náutica a través de las aguas del Paraná.

En la previa al 8 de diciembre, la Virgen fue sacada de la Basílica y traída hasta las escalinatas de ingreso, donde el cura párroco bendijo a lo ciclistas, caminantes y peregrinos que se acercaron hasta el lugar, para luego dar paso a la tradicional serenata a Itatí, con música, comidas típicas y mucha espiritualidad .

En la ocasión, y según datos extraoficiales, unos 6.000 misioneros ya colmaban los alrededores de la iglesia, en la noche del sábado.

 

https://www.primeraedicion.com.ar/wp-content/uploads/2019/12/07-itati-foto1.jpg

Un domingo dominado por la fe

En tanto ayer, unas seis mil almas más llegaron desde Misiones, para completar un contingente de más de 12 mil misioneros, junto a los devotos venidos de otros puntos del Litoral, el país y el exterior. Colmaron la Basílica de Itatí y se pusieron prestos a escuchar la primera misa del arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik.

Vale resaltar que a lo largo de la jornada de ayer se celebraron varias misas, una tras otra, para que todos puedan escuchar la palabra de Dios y saludar a la Virgen. En tanto, los feligreses agradecieron, pidieron y trajeron obsequios y presentes varios a la Patrona del Litoral.

Las interminables escenas de devoción, amor y religiosidad se repitieron a lo largo del domingo, en la pequeña localidad correntina que pocas veces al año se ve tan convulsionada como cada 8 de diciembre.