La sorprendente agonía del Deportivo

Colista de Segunda División y a ocho puntos de la salvación, el equipo coruñés lleva ya 18 partidos sin conocer la victoria, la peor racha de toda su historia.

Construido en teoría para ser uno de los serios candidatos a un ascenso a Primera División que ya rozó la temporada pasada, el Deportivo de La Coruña se arrastra ahora por la zona con más barro de Segunda División. Colista con sólo doce puntos sumados de los 57 puestos en juego, el equipo gallego acumula ya 18 partidos consecutivos sin conocer la victoria, lo que se traduce en la peor racha de toda su historia. El único triunfo que ha conseguido esta temporada llegó en la primera jornada ante el Real Oviedo (3-2) y con un tanto a dos minutos del final. Desde entonces, el bagaje es de nueve empates y nueve derrotas.

No es esta racha el único registro negativo de la campaña. Luis César, segundo técnico de la temporada tras Juan Antonio Anquela, se ha convertido en el primer entrenador del club en acumular nueve partidos sin ganar, aunque en su descargo vaya que ya heredó un grupo en caída libre. Además, el Dépor es el equipo más goleado de la categoría (32) y el segundo menos goleador (15), sólo por detrás del Albacete (14).

Al margen de lo numérico están también las sensaciones. Frente al Real Zaragoza este pasado domingo, los gallegos pudieron encajar una goleada de escándalo. Aparte de los tres goles, los aragoneses fallaron un penalti y estrellaron dos balones en el palo. Sólo la relajación con la que salieron los maños tras el descanso hizo que su rival se metiera algo en el partido acortando distancias (1-2). Pero fue un espejismo.

Se acabó consumando así las 18ª derrota seguida, lo que supera las 17 de la temporada 1987-88. Curiosamente, aquella campaña en Segunda División el Deportivo se acabó salvando en la última jornada. Cierto es también que aquel tramo llegó entonces después de cuatro victorias y que el Dépor de antaño no era el gigante que se supone es ahora. Pero este dato pone al menos un rayo de esperanza en un futuro que ahora mismo se presenta negro.