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Reactivan la causa contra el Madoff catalán por estafar a cientos de personas de la alta sociedad

Se da la circunstancia de que algunos de los estafados tienen la doble condición de perjudicado y querellado al impulsar la estafa captando a otros inversores

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La Audiencia Nacional acaba de reactivar la investigación contra el promotor musical Antoni Mas, conocido como el «Madoff catalán», por una estafa piramidal millonaria que ha tenido entre sus víctimas, que suman más de 1.100, a numerosas personas pertenecientes a la alta sociedad.

La causa comenzó a investigarse en un juzgado de Barcelona, pero dado que el fraude, de más de 200 millones de euros, se extendió a varias comunidades autónomas, la Audiencia Nacional se hizo cargo a mediados del 2018 de las diligencias, que recayeron en el Juzgado Central de Instrucción número 6.

Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, en este año y medio el juzgado se ha dedicado a la organización de las partes personadas, ya que las víctimas del 'Madoff catalán' superan el millar. Hasta esta semana, cuando el instructor, Manuel García Castellón, citó a Mas para su primera declaración en la Audiencia Nacional.

Fue el pasado martes, 3 de diciembre, cuando Mas estuvo compareciendo durante cuatro horas. Contestó a las preguntas de la Fiscalía y de los abogados de algunas víctimas, pero la gran cantidad de acusaciones impidió que la declaración pudiera finiquitarse ese día, de modo que el magistrado suspendió y está pendiente de fijar nueva fecha.

Denunció amenazas de muerte y lo confesó todo

La causa contra el 'Madoff catalán' se abrió cuando en mayo del 2017 el propio sospechoso se personó en una comisaría de los Mossos d'Esquadra para confesarlo todo porque dos antiguos socios a los que había estafado 18 millones de euros le habían enviado dos sicarios para amenazarle de muerte tanto a él como a su familia. Por este asunto, hay un procedimiento penal abierto en Barcelona.

Con estos dos socios, Mas había fundado Publipro, una empresa de promoción musical y publicidad, un negocio similar con el que después, ya en solitario y a través de la sociedad Publiolimpia, cometió la estafa piramidal por la que se le investiga en la Audiencia Nacional.

Según las pesquisas realizadas y la propia confesión del imputado, prometía a pequeños y grandes inversores un alto rendimiento con falsas cesiones de espacios publicitarios supuestamente vendidos a grandes firmas.

Mas inducía a inversores a su falso negocio para hacer frente a los gastos iniciales alegando que «las grandes compañías» con las que él decía que trabajaba «pagaban a 90 días» y necesitaba «financiación inmediata».

Sellos falsificados de grandes empresas

Ofrecía altos rendimientos en intereses --muy por encima de otros productos financieros--, parte de los cuales iba abonando a medida que conseguía nuevas víctimas, pero nunca devolvió la totalidad de lo invertido. Cuando los inversores reclamaban garantías, llegaba incluso a falsificar sellos de importantes empresas para hacerles creer que el negocio existía.

Según la confesión del conocido como 'Madoff catalán' y las conclusiones preliminares de la investigación, esta estafa piramidal habría supuesto un fraude de más de 200 millones de euros. Sin embargo, él nunca ha aclarado qué hizo con todo ese dinero, aunque sí manifiesta que no se ha quedado con nada.

No obstante, los investigadores tienen en el punto de mira su relación con la sucursal de Bankia donde estaba la cuenta con la que facturaba los servicios que prestaba en las contadas ocasiones en que tenía algún cliente real, especialmente después de que durante su declaración reconociese que era íntimo del director de la oficina y que comían juntos muy a menudo.

Mas había firmado en esa oficina una toma de razón, de manera que se garantizase que el dinero ingresado por esos clientes reales debía acabar revertido en los inversores sin que ningún ejecutivo de Publiolimpia pudiese retirarlo. Sin embargo, el dinero salió y él dijo no saber explicar por qué en el banco no se articularon los controles que lo habrían impedido.

En esta causa se da la circunstancia de que algunos de los estafados tienen la doble condición de perjudicado y querellado. Perjudicados porque denunciaron a Mas al haber sido víctimas del fraude, pero querellados al mismo tiempo por otros inversores a los que habían convencido para contratar a Publiolimpia, antes de descubrir la estafa.