Dormir con antifaz, la moda antiaging más sofisticada
Es un gesto lleno de glamour, pero además puede ayudarte a despertar con mejor cara
by Cristina Martin FrutosIrte a la cama con un antifaz puede parecer una costumbre demasiado sofisticada. ¿Quién no recuerda a Audrey Hepburn (más bien su maravillosa interpretación de Holly) poniéndose el suyo en 'Desayuno con diamantes'? Ella, con su diseño de seda azul con remates dorados y pestañas incluidas, es el colmo del glamour en la cama. Pero y si te decimos que dormir con antifaz es la última moda antiaging para amanecer con mejor cara…
Para empezar es una forma eficaz de descansar mejor. Ya sabemos, por experiencia, que un sueño reparador es el mejor truco antiedad: nos asegura unos correctos niveles de estrógeno y colágeno, responsables ambos de una piel saludable. Si queremos que este engranaje funcione, lo mejor es permanecer en completa oscuridad. De hecho, la Sociedad Española del Sueño (SES), en su guía para el Sueño Saludable, recomienda “cubrir los ojos con antifaz para evitar cualquier contaminación lumínica” y que el descanso sea efectivo.
El truco para dormir mejor
“Al acostarnos con un antifaz se consigue una oscuridad completa y, por tanto, favorecemos que la melatonina, que se segrega mientras dormimos, esté activa; por eso lo recomiendo”, apunta la facialista Silvia Oliete, fundadora de Blauceldona. Esta hormona, que produce nuestro cuerpo de manera natural, ayuda a controlar los ritmos circadianos, es decir, estar despierto por el día y dormido por la noche. El correcto funcionamiento de este reloj biológico asegura la regeneración de las células cutáneas y regula sus mecanismos de autoprotección.
Usarlo a diario es una buena idea para crear un ambiente de descanso nocturno. Sin embargo, resultaría casi obligatorio para las personas que trabajan de noche y tienen que dormir de día. También es recomendable al viajar en avión (algunas aerolíneas lo incluyen en sus kits de cortesía) o al pasar la noche en algunos hoteles que no cuentan con persianas. “La luz, sobre todo la solar, funciona como un despertador natural para nuestro organismo. Si los ojos captan esa luz, nos mandan una señal al cerebro para activarlo”, explica Paz Torralba, directora de los centros The Beauty Concept.
También evita esa –terrible- tentación de mirar el móvil en mitad de la noche al ver que la pantalla está iluminada, algo que interrumpe el ciclo natural y correcto del sueño. De hecho, en la última reunión de la SES, su vicepresidente insistió en que este dispositivo “es como el frigorífico, no se mete en la habitación”.
Un curioso antiojeras
Paz Torralba destaca otro beneficio de dormir con antifaz: “Ayuda a reducir las bolsas y ojeras ya que mejora la circulación de la zona, que tiene una piel más sensible y entre cuatro y cinco veces más finas que la del resto de la cara”. De hecho, algunos modelos cuentan con un espacio para colocar bolsitas de gel frías para usar, por ejemplo, mientras nos echamos la siesta.
Celebrities como Cindy Crawford, Emily Ratajkowski, Drew Barrymore o Karlie Kloss han confesado en diversas ocasiones que siempre llevan su antifaz encima, sobre todo si van a viajar.
Seda, el material estrella
Dermatólogos y expertos en estética, como Silvia Oliete, coinciden en que a la hora de elegir un antifaz lo mejor es que sea de seda. “O de un material suave. Así no molestará en nuestra piel”, aclara Oliete. Además, este tejido evitará que queden marcas. La firma española Mikmax, de ropa de cama, emplea en sus antifaces la variedad de seda Mulberry, una de las de mayor calidad. “No absorbe el sudor y retiene la hidratación natural de la piel, además minimiza la fricción con la cara, por lo que no quedan arrugas”, explica Cristina Montaña, CEO y propietaria de la marca.
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Además, la seda es hipoalergénica, por lo que se minimizan las opciones de que provoque alguna reacción. Si no se opta por este tejido (si vas a hacer un uso puntual, tal vez no contemples gastarte demasiado) hay que tener en cuenta que el antifaz no quede muy apretado y que sea suave.
Limpieza total
Limpiarte bien la cara antes de ir a dormir debería ser parte de tu religión beauty. Más aún si piensas usar antifaz, ya que los restos de la máscara de pestañas pueden provocar alguna irritación. Además, dado que has de seguir usando tu tratamiento habitual de noche, no olvides lavar una vez a la semana tu antifaz.
Set Beauty&Luxury de Mikmax (121 euros). Confeccionado en seda de Mulberry, este antifaz retiene la hidratación de la piel en la capa córnea sin absorber el sudor. Se vende en un set que incluye también funda de cojín del mismo tejido y una bolsita ideal para llevarlo a todas partes.
Bucky 40 Blinks (15,60 euros). Este modelo ha recibido varios reconocimientos por su diseño, similar al de una copa de sujetador. Por su forma cóncava, que no llega a posarse en los ojos, es perfecto para quienes llevan extensiones de pestañas.
Antifaz de Zara Home (5,99 euros). Es de 100% algodón y se ajusta con una cómoda cinta elástica que no deja marcas en el pelo. Una buena solución, de diseño unisex, para llevar de viaje o dormir en el avión.
Slipsilk (48,95 euros). La marca más famosa de antifaces emplea seda pura para su confección. Además, están acolchados de forma que resultan muy cómodos. Cuentan con todo tipo de colores, diseños personalizados, otros con el signo del Zodiaco…
Havana, de Olivia Von Halle (96 euros). Es la reina de los accesorios para dormir. Y sus antifaces, con estampados únicos y tamaño XXL, un auténtico objeto de deseo. Para adictas a dormir enmascaradas.
Relaxing Sleep Mask de Treets (7,99 euros). En esta ocasión el tejido escogido para el forro es el bambú. Se adapta fácilmente al rostro.
Lanie, de Morgan Lane (95 euros). Otro capricho hecho antifaz. Está fabricado con charmeuse, un satén de hilo de seda de gran brillo y suavidad, que destaca por su elasticidad. Está bordado con una bucólica escena que nos invita a contar ovejitas sin perder glamour.