Nuevas funciones de El Cascanueces

Tras el éxito de las seis funciones anteriores, el clásico de Navidad producido íntegramente por el Parque del Conocimiento tendrá dos nuevas funciones mañana y el miércoles a las 21. Las entradas (valor 50 pesos) para ambas galas se pondrán a la venta hoy y mañana de 8 a 18 en la boletería del Teatro Lírico. El total de lo recaudado será a beneficio de los merenderos de la Parroquia Jesús Misericordioso del Barrio Itaembé Miní.

Con sala completa en cada una de sus presentaciones, El Cascanueces, de la mano del Ballet oficial, la Academia de Ballet de Moscú, la Orquesta de Cámara y el Coro de Niños del Parque del Conocimiento, se convirtió en uno de los mayores éxitos de la temporada del Teatro Lírico.

Con la coreografía del Mtro. Franco Cadelago, la dirección general del Ballet a cargo de la Mtra. Laura de Aira y la dirección musical del Mtro. Diego Salazar Henning, las nuevas funciones de este clásico de Navidad serán los días martes 10 y miércoles 11 a las 21 Hs. Lo recaudado por las entradas (a un valor de $50), será destinado a los merenderos de la Parroquia Jesús Misericordioso del Barrio Itaembé Miní. La venta de los tickets será los días lunes 9 y martes 10 de 8 a 18 Hs., hasta agotar localidades, y se realizará en la recepción del Teatro del Parque del Conocimiento y se venderán hasta seis entradas por persona.

El Cascanueces es un ballet compuesto por el gran Piotr Ilich Tchaikovsky basado en un cuento de E. T. A. Hoffmann. Los protagonistas de la historia son una niña, Clara, y un muñeco de madera que se convierte en un príncipe. En la víspera de Navidad el padrino y tío de Clara, Drosselmayer, le regala a su sobrina una pareja de arlequines, soldaditos y un gran cascanueces. Su hermano, celoso, rompe el cascanueces. Luego de ser reparado el juguete, es entregado nuevamente a la niña. Durante la noche ella se levanta a ver el cascanueces, lo abraza y entonces todo a su alrededor cobra vida y crece, llevándola a un mundo mágico. La obra fue estrenada el 17 de diciembre de 1892, en el teatro Mariinsky de San Petersburgo. Desde entonces se convirtió en una perdurable tradición navideña y en uno de los espectáculos más representados del mundo.
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