Junts per Catalunya no consideraría una traición el respaldo de ERC a Pedro Sánchez
Torra y Puigdemont han reunido en Bruselas a diputados, senadores y consejeros del partido
by Álvaro SánchezJunts per Catalunya asume que la posibilidad de que ERC apoye a la investidura de Pedro Sánchez es factible. Y aunque el partido de Carles Puigdemont cree que no habrá ninguna solución estable para Cataluña si no se cuenta con ellos, evita hacer sangre sobre un eventual apoyo de su socio en el Govern al líder del PSOE: "No utilizamos la terminología de traidores o no traidores, cada uno toma decisiones como considera más oportuno y según sus compromisos con sus electores. Sabemos cuál es el nuestro: no vamos a dar nuestros votos a cambio de nada", ha afirmado la portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Laura Borràs, quien recordó que ambas formaciones ya votaron diferente en la anterior investidura fallida.
Mientras su poder se difumina en Madrid a la sombra de ERC, Junts ha querido sacar músculo en Bélgica, convertido desde hace poco más de dos años en un centro de decisión para los miembros del partido de Puigdemont tan importante como Barcelona. Esa condición ha girado en torno a dos sedes: la denominada Casa de la República de Waterloo y, cuando la falta de espacio así lo requiere, algún hotel de Bruselas. En uno de ellos, muy céntrico, celebra este lunes Junts per Catalunya un cónclave presidido por el presidente de la Generalitat, Quim Torra, y su antecesor, Carles Puigdemont, para esbozar su estrategia futura acompañados de los pesos pesados de la plataforma: han asistido los diputados del Congreso y del Parlament, senadores y consejeros. El viaje, según fuentes de Junts, ha sido costeado por el propio partido.
El encuentro ha empezado a las 10.30 y estaba previsto que Torra y Puigdemont se dirigieran a los medios de comunicación a las 13.30, pero finalmente han eludido comparecer, y han delegado en la portavoz de Junts en el Congreso, Laura Borràs, el portavoz en el Parlament, Eduard Pujol, y el presidente del partido en el Parlament, Albert Batet.
En sus intervenciones han advertido a PSOE y ERC de que cualquier acuerdo de investidura que no cuente con ellos será algo parecido a un parche. "Difícilmente se llegará a una solución efectiva dejando al margen al principal grupo del independentismo del Parlament de Catalunya y que ostenta la presidencia del Govern", ha subrayado Borràs. Junts per Catalunya ha señalado que aún no hay fecha para un nuevo encuentro con el PSOE para tratar la investidura, y están a la espera de que Adriana Lastra, principal negociadora de los socialistas, se dirija a ellos para concretarla. Reconocen que sus objetivos son divergentes, y atribuyen a los socialistas una mirada cortoplacista. "El PSOE busca la investidura de Sánchez. Junts per Catalunya busca una solución al conflicto político", estima Borràs.
La inmunidad de Puigdemont
Uno de los temas más comentados durante la reunión ha sido el escenario que abriría una sentencia favorable en el Tribunal de Justicia de la UE que permitiera a Puigdemont entrar en el Parlamento Europeo y gozar de inmunidad parlamentaria. Batet cree que si así sucede sería "un punto de inflexión" para la legislatura española y catalana. "Tendría libertad de movimiento y podría entrar en Cataluña con todos sus derechos políticos".
A su lado, Borràs explicó que no han tratado la posibilidad de que, si goza de inmunidad y libertad de circulación, Puigdemont pueda convertirse en presidente de la Generalitat en caso de adelanto de los comicios. "Él es nuestro candidato permanente y legítimo, pero no se ha hablado de este escenario porque ya veremos qué camino tomar cuando tenga la inmunidad".
Puigdemont y Torra se vieron por última vez hace apenas tres semanas en Waterloo en una reunión secreta que ni siquiera figuró en la agenda del presidente, y que acabó sin declaraciones sobre su contenido. El anterior cara a cara de la plana mayor de Junts fue en la capital belga a comienzos de septiembre para preparar la respuesta política a la sentencia del juicio del procés. Entonces, Puigdemont alejó la posibilidad de una convocatoria electoral en Cataluña alegando que unos comicios solo servirían para debilitar las instituciones, la misma postura que por ahora mantienen.