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Ignasi Canals y Agnès Arbat fundaron Oxolife en el 2013 (Mané Espinosa)
Mundo empresarial

Oxolife: Los accionistas originales toman el relevo a Kern

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La empresa biotecnológica Oxolife vuelve a los fundadores: Agnès Arbat e Ignasi Canals han recuperado la licencia de su producto, Oxo-001, que cedieron en el 2014 al grupo Kern Pharma, y han abierto una ronda de 1,5 millones de euros a través de la plataforma Capital Cell para llevar el fármaco a la fase 2.

Oxo-001 es el Tungstato Sódico, un fármaco ya conocido para el que la empresa ha patentado un nuevo uso para el tratamiento de la infertilidad. Ignasi Canals explica que investigaba los usos del fármaco para el tratamiento de la obesidad y la diabetes para Bayer cuando advirtió que su mecanismo de actuación podría funcionar para favorecer la implantación de los embriones en el
endometrio. Junto con Agnès Arbat, entonces responsable de farmacología en el área de salud de la mujer de Bayer, decidieron hacer ensayos preliminares en animales y los buenos resultados les animaron a patentar el producto y crear Oxolife en el 2013.

La empresa recupera la licencia del fármaco de Kern Pharma, que invirtió 3,4 millones en el estudio de fase 1

“Lo hicimos al margen de nuestro trabajo en Bayer y lo financiamos con nuestros propios fondos. Y como no queríamos dejar nuestro empleo lo licenciamos a Kern Pharma que entonces montaba su línea de productos de I+D propia”, explica Arbat.

Kern invirtió en el proyecto 3,4 millones de euros y prácticamente acabó los estudios de fase 1, que demostraron su seguridad, pero en el 2018 decidió no continuar esa línea de negocio y devolver la licencia a los fundadores. “Cuando el fármaco llegue al mercado hemos de devolverles su inversión”, dice Arbat. Desde entonces la firma ha captado 300.000 euros de un préstamo participativo de un family office especializado en proyectos biotech, con los que contactó a través de la consultora Genesis Biomed.

Canals y Arbat, accionistas al 50% de Oxolife, buscan 1,5 millones en la plataforma de crowdfunding para acabar la fase 1 y “como financiación puente porque negociamos una ronda de 6,5 millones con fondos que tras meses de negociaciones no se acaban de decidir”, reconoce Arbat. La firma espera cerrar la entrada de los fondos el año que viene. Oxolife desarrolla un producto que favorece la implantación de los embriones en el endometrio, un paso clave en los tratamientos de fertilidad para el que ahora no hay opciones terapéuticas. La firma prevé realizar un estudio clínico con 450 pacientes, que empezará en el hospital de Sant Pau, donde ya se realizó la fase 1 e incluirá clínicas de infertilidad. ”Necesitamos muchas pacientes para determinar si hay un perfil de mujeres con algunas características determinadas en las que el fármaco sea más eficaz, y también definir con más claridad el mecanismo de acción del fármaco sobre el endometrio”, señala Arbat.