Trabajadores dejan en ridículo al secretario de Transporte de Macron en la TV francesa
El jueves 5, tras la histórica jornada de huelga general en Francia contra la reforma previsional de Macron, un trabajador ferroviario y una trabajadora del metro enfrentaron y dejaron en ridículo y sin argumentos al ministro de Transporte en uno de los programas de televisión más vistos de la tarde.
Tras la histórica jornada de huelga del jueves en Francia, el popular programa de televisión “Balance ton post” invitó a Jean-Baptiste Djebbari, ministro de Transporte de Macron, y a dos trabajadores para que expliquen su punto de vista sobre la lucha desatada contra la reforma de las pensiones.
Djebbari pensó que sería una tarea fácil desacreditar en vivo a los trabajadores y defender el proyecto gubernamental al mismo tiempo. Sin embargo el panorama le fue adverso. El trabajador ferroviario Anasse Kazib y militante de Révolution Permanente (organización hermana del PTS en Francia), y la trabajadora del Metro, Irène, lo dejaron en ridículo y sin argumentos ante millones de espectadores.
Hay que reconocer que, después de una movilización de un millón y medio de personas y un apoyo masivo a la huelga de un 69%, no era tarea fácil ir el 5 de diciembre a la tarde a un programa de TV a defender con uñas y dientes la reforma de las jubilaciones. Sin embargo, Jean-Baptiste Djebbari, secretario de Estado encargado de transportes, estaba en el piso de “Balance ton post”, con una serie de invitados, compuesta de editorialistas por un lado, y de huelguistas por el otro.
El apoyo a los huelguistas hace fracasar el discurso del Gobierno en horario estelar
Intentando dar muestras de coraje, Djebbari hizo todo lo posible por dejar bien parada la odiada reforma de las pensiones. Si bien el ministro no llegó al punto de desacreditar en vivo a los huelguistas acusándolos de "privilegiados" por los regímenes especiales de jubilación que tienen distintos trabajadores, como viene haciendo el Gobierno, su discurso consistía en repetir hasta el cansancio que la reforma de Macron era comparable con un avance social.
“Nos piden trabajar más, cuando ya estamos rotos”, dijo Irène, conductora de metro en la RATP.
Allí hizo su aparición Irène, conductora de metro en la RATP (empresa de transporte metropolitano de París), quien empezó el debate. Dijo que a pesar de la retórica del Gobierno en cuanto al supuesto corporativismo y los sectores "privilegiados", finalmente hay “más de un millón de trabajadores en las calles” y no solamente “el 3% de los que tienen regímenes especiales están protestando”.
Irène se refirió a sus condiciones de vida y de trabajo, sobre todo como madre soltera. Mientras que Djebbari, balbuceando sobre el aumento de salario de 12,5% generosamente otorgado a los CEOs de la RATP, tuvo la audacia de afirmar que “la RATP es un buen trabajo para las madres solas”. Irène respondió rápidamente: “Yo tengo que abrir el metro a las 5 de la mañana, a las 3.30 de la madrugada no tengo guardería. A esa hora despierto a mi mamá de 70 años que tiene que venir a mi casa [para cuidar a los niños]”.
Luego, Djebbari trató de defender la reforma del Gobierno diciendo que lucha contra las desigualdades entre hombres y mujeres se podría resolver tomando en cuenta la maternidad en el cálculo de puntos de la futura jubilación. Una afirmación que Irène refutó en unos segundos, poniendo de relieve las desigualdades salariales iniciales, la enorme cantidad de mujeres contratadas de forma precaria o incluso, el hecho de que la jubilación a partir de ahora será calculada sobre los salarios de los últimos 25 años. Para terminar, Irène logró arrancarle una afirmación contundente al secretario de Estado. A la pregunta “¿Usted se compromete a que todos los franceses no pierdan ni un euro de jubilación?, Djebbari respondió “No, no me comprometo”.
“Usted nos habla de equidad y quiere decirnos que es normal que [el responsable gubernamental de las pensiones] Delevoye acumule cuatro jubilaciones y un salario de ministro”, dijo Anasse, trabajador ferroviario
Enseguida Anasse, conocido ferroviario de la SNCF (compañía de trenes), tomó la palabra. Frente a Djebbari, quien afirmó que el texto de la reforma todavía se estaba redactando y lamentó que ya haya “volantes de los sindicatos cuando todavía no conocían el texto”, Anasse denunció las fake news del secretario de Estado. Con el texto impreso en la mano, el ferroviario puso los puntos sobre la mesa, interpelando directamente a Djebbari: “Usted nos dice lo mismo para el informe Delevoye (reforma de las pensiones) que para el informe Spinetta (reforma del sistema ferroviario), que pasó hasta la última coma”. Así Anasse dijo que se trataba de un “insulto hacer creer que ese informe no es un proyecto” después de 300 reuniones y 18 meses de concertación.
Retiro inmediato de la reforma; jubilación a los 60 años y a los 55 años para los trabajos pesados
Irène y Anasse lo dijeron claro: “Queremos el retiro total de esta reforma”, por medio de una huelga dura si es necesario. Cyril Hannouna, presentador del programa, le preguntó a Anasse, sobre el tema de una jubilación a los 60 años.
La jubilación a los 60 años con una pensión al 100% y a los 55 años para los trabajos pesados o insalubres es posible, como decía Anasse en una columna publicada en Révolution Permanente en abril pasado. Con tono burlón, Djebbari preguntó entonces, cómo se iba a financiar esa jubilación: “¿Cómo se aumenta la parte del PBI a 4%?”. Y Anasse responde rápidamente: “Sé dónde encontrarlo. Eliminando la ’donación’ de 40 mil millones de euros de CICE (Crédito de Impuesto para la Competitividad y el Empleo)”. El CICE es un sistema que beneficia a las grandes empresas otorgando una reducción de los aportes patronales que deberían ir a capitalizar el sistema de pensiones.
Atrincherado, Djebbari se cerró entonces en una fórmula de retórica usada hasta el cansancio. “Si hablamos de la SNCF y de los ferroviarios, ellos están haciendo política...” dijo, como si los trabajadores no pudieran hablar de política. Una técnica clásica, que no tuvo el efecto deseado en Anasse quien, firme, retrucó “hago política desde abajo, la política de los trabajadores”. Djebbari se quedó sin palabras.
La huelga es de los huelguistas. Ninguna negociación. Autoorganización desde las bases
Otro momento fuerte de debate entre Anasse y Djebbari se centró en la cuestión de las negociaciones. A la defensiva por la discusión y el contexto social, el secretario de Estado tiró su última carta, adulando al sindicato colaboracionista CFDT, y exhortando a Sud Rail (sindicato al que pertenece Anasse) a sentarse a negociar. Si bien Anasse recordó que la rama sindical de ferroviarios de la CFDT llamó a la movilización, en contra de la política de sus dirigentes que apoyan la reforma del Gobierno, el ferroviario hizo hincapié sobre todo en la necesidad de la autoorganización.
“Nos estamos organizando desde las bases. Está fuera de discusión que existen traiciones y negociaciones. Soy delegado de Sud Rail, usted puede recibir a [los dirigentes sindicales] Pierre, Paul, Jacques, Philippe Martinez o a quien quiera, pero es la base la que sostiene el movimiento. Vamos a sostener el movimiento hasta el retiro total de esta reforma”, dijo Anasse.
Con ese knock out terminó la "pelea" televisada. La cuestión clave estuvo en esa última parte del debate. Mientras que el 5 de diciembre y el apoyo popular a los huelguistas demostró la rebelión contra la reforma, no es momento para la negociación, sino para la construcción de una relación de fuerzas consecuente para hacer recular al Gobierno.
La cuestión del control de la huelga por los huelguistas es en ese sentido, el combate urgente que hay que llevar adelante. Por medio de asambleas generales resolutivas, por medio de la convergencia en las calles y por una gran coordinación interprofesional será posible, para los sectores de vanguardia como la SNCF, la RATP e incluso la Educación Nacional, atraer a la mayor parte de sectores posibles, movilizados el 5 de diciembre pero que, por el momento, no son parte de la huelga prolongada.
Traducción: Rossana Cortez