Exmilitar, mafioso y asesino: la verdadera historia detrás de 'El Irlandés' de Scorsese
Frank Sheeran siempre fue un hombre creado a sí mismo. Ahora, Martin Scorsese le lleva a la gran pantalla de la mano de un Robert de Niro que se encarga de representarle
by Rubén Rodríguez'El Irlandés' es, posiblemente, uno de las películas más esperadas de los últimos tiempos. No solo por ser un film protagonizado por Robert de Niro, Al Pacino o Joe Pesci, entre otros, ni por estar dirigida por Martin Scorsese, ni por su magistral fórmula de promoción -estreno en pocas salas de cine e inmediato lanzamiento en Netflix- sino, sobre todo por estar basada en hechos reales: la historia de uno de los mafiosos más desconocidos y peligrosos de EEUU.
La crítica la considera como una de las grandes películas de gángsteres de todos los tiempos, una de esas cintas que no debes de perderte y que puede marcar una época en un cine más habitual de los setenta que de la actualidad. El hilo conductor de la película se basa en la vida de Frank Sheeran, un excombatiente de la II Guerra Mundial que continuó con su particular 'guerra' al acabar el conflicto. Pero avisamos, a partir de aquí, puede haber 'spoilers'.
Frank Sheeran nació el 25 de octubre de 1920 en Pensilvania (EEUU), siendo un hijo de inmigrantes irlandeses que habían viajado al 'nuevo mundo' en busca de nuevas oportunidades. Pero su juventud no fue un camino de rosas: crisis económica, poco trabajo y la II Guerra Mundial marcaron su carácter. Alistado en el ejército en 1941, su paso por el gran conflicto bélico del siglo XX le convirtió en la persona que años después sería una referencia entre los mafiosos.
Destinado en la Campaña Italiana, Sheeran sirvió más de 411 días en el frente que le marcaron a fuego. Allí no solo aprendió a matar, sino que aprendió a hacerlo a sangre fría, como él mismo reconoció, e incluso a sentir placer por hacerlo. Tras acabar la Guerra, regresó a Pensilvania, donde comenzó a trabajar como camionero. Ahí comenzó su vínculo con la mafia, al conocer a Russell Bufalino -capo de la familia de su mismo nombre- y a Jimmy Hoffa -el líder sindical de los transportistas-.
La relación con ambos le terminó por meter de lleno en el mundo de la mafia. Bufalino pronto le convirtió en su chófer, tras cumplir varias misiones de recadero con verdadero éxito. Mientras tanto, por otro lado y absolutamente vinculado con el crimen organizado, Hoffa le convirtió en uno de sus hombres fuertes, al permitirle llevar a cabo trabajos relacionados con el fraude, los sobornos e incluso las extorsiones. La mafia y el sindicato de transportes estaban íntimamente relacionados.
Fue entonces cuando entró en 'la familia': pasó de ser un simple recadero a chófer de la Mafia para, en cuestión de meses, convertirse en un sicario en toda regla. A partir de ahí, pasó a ser conocido como 'El Irlandés', el único miembro del mundo del crimen con un apellido alejado de los habituales italianos. Frank Sheeran reconoce haber llevado a cabo unos 30 crímenes como miembro de la Mafia, pero dos de ellos fueron los que le granjearon un nombre: Joe Gallo y el propio Hoffa.
Los crímenes 'canónicos'
Joe Gallo era uno de los mafiosos más peligrosos de EEUU. Conocodio como 'El Loco Joe', se le atribuyeron algunos de los crímenes más salvajes de las décadas de los cincuenta y los sesenta. Se encontraba celebrando su 43 cumpleaños en Umberto's Clam House, un conocido restaurante de Little Italy (Manhattan), cuando 'El Irlandés' irrumpió en el local y le descerrajó tres tiros por la espalda que, a la postre, terminarían con la vida del sangriento mafioso.
Tras recibir los tres disparos, Gallo se tiró al suelo y se trató de proteger con una mesa. Al acabar el tiroteo, Gallo se arrastró hasta la calle, donde inconsciente fue montado en un vehículo en dirección al hospital... pero nunca llegó. Terminaría falleciendo en el interior del vehículo. Algunas versiones dicen que Sheeran intervino solo; otros, que fueron tres hombres. Sea como fuere, los presentes le reconocieron como el responsable del asesinato.
Solo unos meses después, Hoffa fue su siguiente objetivo. El que fuera líder sindical y uno de los responsables de su ascenso en el mundo del crimen, fue detenido y enviado a la cárcel en 1967 por su vinculación con la Mafia.
Sería en 1971 cuando sería liberado después de recibir un indulto de Richard Nixon, con la única condición de no volver a recuperar el liderazgo del sindicato de transportistas. Pero ya en la calle, comenzó a 'coquetear' con antiguos amigos. La Mafia no estaba dispuesto a aceptarlo.
Sin embargo, su muerte siempre quedó en el aire. Nadie pudo ser capaz de encontrar ni quién mató a Hoffa ni, tan siquiera, su cuerpo. Desapareció de la noche a la mañana para no dejar rastro. Solo una persona inculparía a Sheeran; él mismo, en su propia autobiografía, en la que cuenta con detalles cómo le mató y le cremó posteriormente. Pero, de momento, nadie ha encontrado pruebas que le inculpen de su asesinato, más allá de su propia confesión.
Un crimen contado en su biografía, llamada 'Me dijeron que pistas casas', curiosamente una frase que Hoffa utilizó en la primera llamada telefónica que le hizo a 'El Irlandés', con doble sentido: el padre de Sheeran era pintor; él, derramaba la sangre de las víctimas en sus hogares. Fallecido en diciembre de 2003, 'El Irlandés' fue uno de los mafiosos más peligrosos y desconocidos de la historia de EEUU. Ahora, la última obra de Scorsese le rescata del anonimato.
'El irlandés': Scorsese vuelve con otra obra maestra sobre la mafia