Detuvieron a una policía en la Jefatura: ascendida en 2018, está acusada de viajar al interior a entregar drogas a dos narcos

La agente fue apresada el jueves al mediodía.

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Los elementos encontrados. En barrio Los Álamos. (FPA)
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Operativo. En barrio Los Álamos. (FPA)
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Policía. Imagen ilustrativa. (La Voz/Archivo)
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Operativo. En barrio Los Álamos. (FPA)

El último eslabón en la cadena en la comercialización de drogas en Jesús María llevó a los investigadores hasta la Jefatura de la Policía de Córdoba. Con la detención de dos hermanos acusados de vender drogas al menudeo en el interior, la pista llegó a la cabo Analía Gabriela Romero (39), sospechada de transportar personalmente los estupefacientes al interior.

Cuando los efectivos de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA), por orden del fiscal Ronan Sobejano, llegaron a la Central para detener a la agente a la salida del trabajo, no se resistió. Tanto Romero como los otros dos sospechosos hermanos (un hombre y una mujer) permanecen detenidos en la cárcel de Bouwer, todos por comercialización de estupefacientes.

La policía fue colocada en situación pasiva, según explicó la titular del Tribunal de Conducta Policial y Penitenciario, Ana Becerra, a La Voz.  

Las pistas 

La causa comenzó hace algunos meses, cuando la Fiscalía de Lucha contra el Narcotráfico recibió una denuncia anónima. La pista apuntaba a la venta de drogas por parte de una joven mujer de Villa del Totoral. “Nos dicen que vendía. Se la investigó y efectivamente vendía”, indicó una fuente judicial. 

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Operativo. En barrio Los Álamos. (FPA)

La mujer, identificada como Romina Susana Vernola (27 años), residía en esa localidad, pero la investigación mostró que la comercialización tenía otra pata en Colonia Caroya, donde la Fiscalía detectó que su hermano (Jonatan Héctor Vernola, de  31) también vendía cocaína y marihuana.

La modalidad empleada era la venta a través de “quioscos” (lugares donde se adquirían las sustancias) como en forma de delivery (traslado de la droga a los “clientes”). Los dos hermanos (tienen antecedentes por supuesta venta de estupefacientes) fueron capturados la semana pasada en un operativo en el que la FPA secuestró 680 dosis de marihuana y 34 de cocaína, una balanza y 20 mil pesos, presumiblemente “recaudados” de la venta de drogas.

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Policía. Imagen ilustrativa. (La Voz/Archivo)

La mujer (sin ninguna actividad laboral formal) fue arrestada en Villa del Totoral y su hermano (hacía changas) en Colonia Caroya, aunque se cree que vendían la droga en la zona de Jesús María. La comercialización llevaba al parecer al menos varios meses.

Sin embargo, las miradas recayeron en el mecanismo de obtención y facilitación de los estupefacientes. Las sospechas condujeron hasta Romero, quien hasta el jueves al mediodía, cuando la detuvieron, se desempeñaba como personal técnico del área de Documentación Personal. 

Ascenso y presunto tráfico

Romero había sido ascendida a cabo el 1º de enero de 2018. “Con prueba, pudimos establecer quién administraría la droga y nos salió el dato de que era una policía de Documentación”, explicó el fiscal a La Voz

La investigación aún no determinó cómo es que obtenía la droga Romero, según la sospecha. “Como cualquier actividad comercial, esto tiene ramificaciones”, agregó Sobejano. Por el momento, no surgen de la causa datos concretos de que la cabo hubiera actuado en complicidad con otros efectivos. “Era una actividad que hacía en paralelo a su función de policía”, comentó un investigador. 

Por sus funciones administrativas en Documentación, Romero tenía acceso a la base de datos policial en la que se detallan los pedidos de captura, restricciones de libertad y de paradero. 

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Operativo. En barrio Los Álamos. (FPA)

No está descartado que en alguna oportunidad haya alertado a los hermanos de la posibilidad de que la Policía los tuviera en la mira en el marco de algún operativo. Aunque el acceso a ese tipo de información estaba más restringido a Romero. Los tres detenidos no tienen vinculación familiar ni la cabo ningún nexo con la zona en la que los dos hermanos residían. “Estamos investigando a ese punto”, dijo el fiscal. 

Aunque, según surge de la causa, la policía viajaba con una frecuencia de al menos una vez por semana al interior para trasladar la droga 

Por otro lado, en el allanamiento realizado en la casa de la policía, en barrio Los Álamos, se encontró una escasa cantidad de marihuana, aunque se sospecha que la detención de los hermanos tal vez pudo alertarla para descartar posibles elementos incriminatorios.

La cabo vivía en ese hogar con sus hijos mayores de edad y no tenía pareja estable. 

Desde hace algún tiempo, estaba separada de un hombre al que había denunciado por tráfico de drogas. A partir de la denuncia, la Policía realizó una serie de allanamientos en la que se encontraron 600 gramos de cocaína en poder de su ex.