La 'segunda caída' de las Torres Gemelas que aún desconcierta a Nueva York

Como la catedral neoyorkina aún no está finalizada, el equipo de escultores incluyó estos elementos propios del siglo XXI en parte de la iglesia. Comenzó a erigirse en 1892

Algo similar a lo que ocurre con el astronauta de la catedral de Salamanca —añadido al pórtico gótico en 1992—, el templo de St. John Divine, en Nueva York, luce un 'skyline' moderno de la ciudad en los capiteles y los fustes de varias de sus columnas, decoradas con rascacielos, autobuses, taxis, obreros de la construcción y grúas, que son destruidos en una interpretación bastante particular del Apocalipsis, que también acaba con una Torre Chrysler y con un Empire State en miniatura.

Como la catedral neoyorkina aún no está finalizada, el equipo de escultores incluyó estos elementos propios del siglo XXI en parte de la iglesia. Comenzó a erigirse en 1892, por lo que mezcla elementos de diferentes épocas, así como relieves inspirados en la cultura bizantina y estructuras góticas y románicas. De hecho, el templo es conocido como 'San Juan el Interminable' o 'San Juan el Inacabado'.

Pero a principios de enero de 2019, un desconocido rompió la réplica de las Torres Gemelas, también presentes en lo alto de una columna desde más de una década antes de que se produjese el atentado contra ellas —contra las torres reales— en septiembre de 2001.

Y las autoridades locales siguen preguntándose por el motivo de este ataque. Se baraja que pueda tratarse de una muestra de apoyo a los fundamentalistas que cometieron el secuestro de los aviones o, por el contrario, que sea el producto de algún ofendido porque la réplica de esta tragedia continuase formando parte del templo neoyorkino, ubicado en el 1047 de la Avenida Ámsterdam. O una simple canallada, lo que parece menos probable. Al estar ubicadas a 3 metros sobre el suelo, es probable que este acto vandálico haya sido cometido en grupo.

Una vez las miniaturas de las torres fueron destrozadas, los responsables de la Catedral se preguntaron, incluso, si debían reconstruirlas o si, por el contrario, la iglesia debía mostrar esta 'cicatriz'. Al final, los dirigentes eclesiásticos decidieron reparar el desperfecto y, de paso, tratar de acallar así las teorías conspirativas que han resurgido tras el destrozo de las 'mini Twin Towers'.

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