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Animadores de matinales bajo la lupa

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Desde el 18 de octubre, los franjeados más importantes de los canales han tenido que buscar su norte navegando por la contingencia social. Una situación que ha visto expuestos a sus rostros, quienes se ha visto sobrepasados en su rol, protagonizando tensos momentos

Más de 40 días han pasado desde que la evasión masiva de los escolares encendió el fuego de un estallido que tiene movilizada a la gente en las calles, pidiendo reformas estructurales que lleven a una equidad social.

Un evento que le explotó a todos en la cara y que alteró todas las lecturas que se podrían haber proyectado para fin de año. En el caso particular de los canales de televisión, las manifestaciones los han llevado a extremar los recursos de sus equipos de prensa y, por varios días, tuvieron que alterar su programación. Dentro de este escenario, los programas que más han sufrido el desgaste de la cobertura de la crisis han sido los matinales, que durante las primeras semanas extendieron sus horarios e, incluso, tuvieron ediciones los fines de semana.

Un desafío que, Julio César Rodríguez e Ignacio Gutiérrez coinciden, ha sido el más complicado de sus carreras. “Lógicamente, es difícil porque uno tiene que escuchar todos los puntos de vista y hay cosas a las cuales yo, como comunicador, no me desapego, como el valor a la democracia y la no violencia. Ha sido muy difícil, sobre todo en lo emocional”, dice el ex TVN, que hoy lidera “Cariño malo” en TV+, tras abandonar “Buenos días a todos”.

Conductores sobrepasados

Las distintas miradas del país, del modelo y hasta de las soluciones, han generado varias controversias donde los conductores no han logrado cumplir con su rol de moderador cuando los panelistas se pasan de marchas en sus exposiciones. Según el periodista y crítico de TV Rodrigo Munizaga esto ocurre “porque la opinología, que se estableció tan malamente en la TV en las mañanas, no tiene cabida en este momento. No, al menos, del modo en que lo hacían. La gente rechaza la frivolidad, estamos en un momento serio y difícil, y los animadores explotaron tanto su lado más lúdico (por interés propio y exigencias de la misma audiencia) en los últimos años, que ahora cuesta hacer reversa y ponerse serio a hablar de un conflicto social”.

Es así como se ha podido ver en vivo tensos momentos, en los que los conductores no han logrado cumplir su rol o se han involucrado de manera más efusiva de lo debido. La reciente situación de Tonka Tomicic con Juan Cristóbal Guarello se suma a instantes de alta tensión, como la discusión sobre el pisco sur en el Congreso entre Monserrat Álvarez y el senador Felipe Harboe.

Para el ex editor de Espectáculos de La Tercera, la animadora de Canal 13 “ha quedado más expuesta”. “El estilo frontal que venía cultivando la ha hecho caer varias veces y los invitados la han interpelado duramente. Su momento con Insulza fue duro, ella no se manejó nada de bien -decirle a él que le contaba en comerciales sus contribuciones sociales resultó una pésima idea- y tampoco lo hizo bien con Guarello, a quien no dejaba hablar”, dice.

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“Yo siento que la situación ha estado muy álgida en términos emocionales. También hay un cansancio. Hace poco volvimos a nuestro horario. Era mucha presión, mucha presión editorial, las redes sociales van moderando mucho. Como las personas ya tienen un juicio de valor, para unos soy izquierdista y para otros, facho. Ahí uno tiene que ser más firme y duro para, primero, abstraerse de eso, ser honesto como periodista y seguir la moderación del programa que el canal quiere hacer”, expone el rostro de CHV.

Una exigencia que con el pasar de los días ha evidenciado que los matinales, y en especial sus conductores, se han visto sobrepasados al hacer frente a la actualidad. “Yo salgo todos los días tratando de no traicionarme como periodista. Tratar de hacer los comentarios que creo que corresponde, de jugar para el formato que estoy haciendo, de abrir espacios de conversación, donde uno también cuestiona el poder y al modelo”, dice Rodríguez, respecto a la forma como encara este tipo de situaciones. “Cuando tu estás al aire, mezclas emociones y por eso yo entiendo que compañeros se hayan quebrado en pantalla”, es la visión de Gutiérrez.

Los matinales se han ido ajustando

Hoy, los matinales han hecho cotidiano el contar con invitados que cumplen su rol de expertos, que incluso son rostros que la audiencia reconoce en los distintos extremos del espectro ideológico. Por ello, el trabajo de los conductores de moderar los debates ha estado bajo la mirada crítica de los televidentes. “La única manera que hay para poder conversar con los que están en los extremos es hacerlos navegar en sus propias inconsistencias.
Ahí uno tiene que hacer la pega sin pelear ni picarse, pero siendo enfático y fuerte en la posición. Las formas en las que tú te plantas frente a un invitado también comunica”, analiza el animador de “Contigo en la mañana”, uno de los matinales que ha mostrado menos grietas desde el 18 de octubre.

No puede contar lo mismo el matinal de TVN, espacio que sacó del aire al abogado Daniel Stingo, vio las renuncias de Ignacio Guitérrez y Marcela Vacarezza, y desvinculó al productor ejecutivo Pablo Manríquez y a la editora periodística Carolina Román. Mientras que en Canal 13, la labor de Tomicic ha comprometido el de­sempeño de “Bienvenidos”.

Pese ello, Munizaga destaca a Martín Cárcamo como uno de los animadores que “ha sido sobrio a ratos y lucido en otros”. También rescata los ajustes que realizó el matinal de Mega. “Sin mucho alarde, los conductores de ‘Mucho Gusto’ han estado bien del modo en que se puede estar bien, en su caso: haciendo poco ruido, no cayendo en opinología, no metiéndose en la pata de los caballos. No lucen, pero tampoco pierden con esa estrategia”, sentencia.